Contra la alergia, loratadina, ¿en qué consiste este fármaco?

Si tú o alguien de tu cercanía sufre enfermedades alérgicas como la rinofaringitis, la rinitis alérgica o la conjuntivitis alérgica, es posible que hayas escuchado hablar en algún momento de la loratadina, un medicamento muy utilizado en el tratamiento de estos trastornos.

Clasificado como un antihistamínico cuyo efecto destaca por la larga duración del mismo, posee una serie de propiedades anti-exudativas claves para la recuperación del organismo, y con la gran ventaja de que se lo puede conseguir en varias presentaciones: gotas, jarabes y hasta comprimidos.

Por lo general, al cabo de unos minutos de su aplicación, la loratadina logra que los principales síntomas de estas alergias, entre ellos los estornudos o la secreción nasal, disminuyan notablemente.

Características de la loratadina

Como explicábamos antes, este medicamento está contemplando dentro de los antihistamínicos, más concretamente de segunda generación, y actúa como un antagonista de los receptores H1 de histamina. Capaz de bloquear la función de este producto químico en el cuerpo humano, resulta fundamental para aliviar las reacciones naturales frente a cuadros como los descritos.

Entre esos cuadros, además de la rinofaringitis, la rinitis alérgica o la conjuntivitis alérgica, tenemos otros más persistentes, como la urticaria crónica, para cuyo combate también se lo recomienda.

Por lo general, la loratadina se consume en porciones de 10 mg, suficientes para aportar sus nutrientes más importantes, y así apaciguar las molestias que generan las alergias de todo tipo.

Posibles efectos secundarios de la loratadina

Si bien la norma es que la adopción de la loratadina no provoque efectos secundarios graves, siempre hay excepciones y aproximadamente el 1% de los pacientes que la han incluido en sus procesos terapéuticos dan cuenta de haber sufrido al menos alguno de ellos.

Los más comunes son la somnolencia, las náuseas que pueden conducir a vómitos, el nerviosismo o excitación, la fatiga, la boca seca o la acidez. En cualquier caso, es frecuente que estos efectos secundarios desaparezcan por sí mismos al cabo de un rato, por lo que no debes preocuparte.

Ahora bien, en circunstancias más llamativas, como cuando se produce una taquicardia o aceleración de los latidos cardíacos, la caída del cabello o dolores fuertes a lo largo del sistema digestivo, la ingesta de la loratadina debe ser discontinuada de inmediato, consultando a un médico.

Finalmente, se desaconseja por completo la automedicación con loratadina u otros antihistamínicos, dado que ciertas patologías previas combinan muy mal con su actividad dentro del organismo.