¿Cuál es mejor: la dieta mediterránea o la atlántica?

Estarás cansado de escuchar que la dieta mediterránea es la más equilibrada, variada y saludable de todas las que existen. En realidad hay bastante de cierto en todo esto. Sin embargo, en los últimos tiempos ha irrumpido con fuerza en nuestras cocinas la dieta atlántica, más típica de la parte noroeste de la Península Ibérica. Si quieres saber cuál es la mejor entre la dieta mediterránea y la atlántica, lo mejor es que continúes leyendo este artículo.

La mediterránea se basa sobre todo en un alto consumo de hidratos de carbono como pasta y arroz, pero también es rica en antioxidantes y fibra. No hay que olvidar que las legumbres, las verduras y los cereales representan el triángulo esencial de este tipo de alimentación.

En el capítulo de grasas predomina el uso del aceite de oliva, y el consumo de carnes blancas como conejo o pollo. Las grasas poliinsaturadas de los frutos secos y el pescado azul también tienen cabida en este tipo de dieta, en donde una copa de vino a las comidas llega a resultar incluso recomendable.

En cuanto a la dieta atlántica, los productos estrellas son los pescados y mariscos, que deberían tomarse al menos tres veces por semana. El pan y las patatas también son típicos de este modelo de alimentación. Sin embargo, el pan que proponen es el elaborado con harinas integrales y las patatas cocidas. Las patatas pueden resultar un acompañamiento ideal para las verduras o el pulpo a feira de toda la vida.

En lo que se refiere a hortalizas y frutas, destacan por encima de las demás las berzas, los grelos, el repollo, pimientos, cebollas, ajos, guisantes, judías y zanahorias. El aceite también se encuentra presente en la dieta atlántica, sobre todo para aderezar los alimentos crudos.

A diferencia de la mediterránea, en ésta también se aprecia un mayor consumo de lácteos, ya sea en forma de leche, requesón, quesos o cualquier tipo de preparación en forma de postre. Las carnes de esta zona también resultan muy atractivas para el paladar, de ahí que se dispare en cierta medida la ingesta de carnes rojas.

Una copa de vino también se acepta en esta propuesta culinaria, aunque recomienda la abundante ingesta de agua. La preparación de estas recetas destaca sobre todo por la calidad de las materias primas y la sencillez en la preparación. Por encima de las demás destacan la plancha y la cocción para que se conserven mejor las propiedades de esos alimentos.

Resulta complicado decidir entre una opción y otra. Una investigación realizada por el Hospital de Santiago desvela que en Galicia se encuentran las tasas de colesterol malo más bajas del país. La atlántica contribuye también a mantener el peso ideal, mientras que la dieta mediterránea consigue disminuir las posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares, además de prevenir la aparición de diabetes y la obesidad.

Lo ideal es que en lugar de descartar una de ellas se complementen en el día a día. Son muy beneficiosas para nuestro organismo e igual de nutritivas y sanas.