Cómo y cuándo tomar amoxicilina

Seguro que muchos de nosotros hemos tomado amoxicilina más de una vez o se la hemos administrado a nuestros hijos, siempre bajo control médico. La amoxicilina es un antibiótico del grupo de las penicilinas, que actualmente supone más del 50% de los antibióticos que se utilizan en España.

Se administra para multitud de afecciones y es apto para niños y también gente mayor. Su función es de la impedir la formación de la cobertura externa de las bacterias, favoreciendo así su destrucción. La encontramos bajo diversos nombres y también como medicamento genérico.

¿Cuándo debemos tomar amoxicilina?

Está indicada para varias afecciones. Por un lado, se recomienda tomarla en infecciones respiratorias, como la sinusitis, la faringitis, problemas en los oídos y la garganta, como la otitis de tipo medio, la neumonía, la bronquitis, determinadas enfermedades de transmisión sexual, como puede ser la gonorrea, e infecciones en vías urinarias o en la piel.

A su vez, también se toma en casos de infecciones dentales o de orina, para tratar la enfermedad de Lyme, la fiebre tifoidea y para detener H. pylori, una bacteria que causa úlceras.

Cómo tomarla

Antes de administrarla, debemos acudir a nuestro médico para comentarle qué nos pasa, y este nos dará la dosis necesaria que depende siempre de la edad, el peso y del tipo de afección.

Como norma general, suele administrarse de forma oral, con comprimidos, (acompañados de agua) o bien en forma de líquido, especialmente en caso de niños. Otra manera es de forma  inyectable por vía intramuscular o intravenosa.

En todo caso, respetaremos siempre las pautas del médico, ya que normalmente se suele recetar unos días y si el problema no ha desaparecido debemos volver a la consulta.

De igual manera que sucede con muchos otros medicamentos, la amoxicilina puede presentarse algunas reacciones adversas. En este caso, los más frecuentes son la diarrea, dolores de barriga y alergias contra esta medicina.

Ante cualquiera de estas reacciones es necesario acudir al médico, pues seguramente nos bajará la dosis o nos hará interrumpir el tratamiento con amoxicilina. Se aconseja no tomarla si ya se sabe que uno es alérgico, o bien si se padece mononucleosis infecciosa. Tampoco en caso de estar embarazada, o de tener enfermedades relacionadas con los riñones.