Contenido
- 0.1 Olvídate de los sérums: esta proteína es la clave para verte más joven
- 0.2 Agua del grifo o embotellada: la respuesta definitiva de los científicos
- 0.3 Éste es el mejor desayuno y no es el que tu pensabas: lo acaba de confirmar un doctor
- 1 Cosecha del coco
- 2 Información nutricional del coco
- 3 ¿Cuáles son los potenciales beneficios del coco?
Como el huevo, el coco es uno de esos alimentos que durante años fueron difamados injustamente. Pero con el tiempo , ahbora ya goza de la popularidad que realmente merecía. Últimamente ha sido adoptado por muchos consumidores para promover su salud, aprovechando los diversos nutrientes que posee. Dicho eso, ¿sabes cuáles son los beneficios y las propiedades del coco? ¿Sabes cuáles son sus posibles efectos secundarios en el cuerpo?
La primera pregunta que resulta difícil de responder respecto del coco es de qué tipo de alimento estamos hablando. Lo curioso es que nos referimos a un fruto, una nuez y una semilla. Sí, todo esto, en simultáneo y junto.
De hecho, botánicamente el coco es una drupa. Es decir, un fruto de mesocarpio carnoso y endocarpio leñoso y una sola semilla. Por ejemplo, como el melocotón y la ciruela. De origen indo-malayo, los cocoteros crecen en los trópicos, desde Hawaii hasta Madagascar, permitiendo la elaboración de toda clase de productos a partir de su contenido. Entre ellos, la leche de coco que se vende enlatada.
Cosecha del coco
La FEN destaca que su cosecha varía según el tipo de producción, es sobre todo de enero a julio. Si se comercializa como fruta fresca o se destina a la industria con fines de envasar agua, la cosecha se efectúa cuando el coco tiene entre 5 y 7 meses.
En esta época el contenido de azúcar y agua es muy elevado y el sabor es más intenso. Si se destinan a la producción de coco rallado, deshidratado o para la extracción de aceite, la cosecha se realiza cuando los cocos caen al suelo o cuando uno de los cocos de un racimo está seco.
Información nutricional del coco
La Fundación Española de la Nutrición, o FEN, nos proporciona algunos datos interesantes sobre el valor nutricional del coco. Como parte de esta información, destacan detalles como que «la composición del coco varía a medida que éste madura», y que el agua y la grasa constituyen sus principales componentes.
Tenemos en él un alimento rico en ácidos grasos saturados, del que debe realizarse una ingesta moderada para que no cause reacciones adversas.
La FEN explica que «el coco es fuente de selenio, hierro y potasio», y que «el selenio contribuye al mantenimiento del cabello y las uñas en condiciones normales; el hierro contribuye a la formación normal de glóbulos rojos y de hemoglobina; el potasio contribuye al mantenimiento de la tensión arterial normal».
Por tanto, estamos en presencia de un alimento que podría formar parte de la dieta de pacientes con deficiencia de fibra, de carbohidratos y de grasas saludables.
Además el Ministerio de Agricultura resalta, aunque es una fruta saludable, que su valor calórico es el más alto de todas las frutas. Aporta una baja cantidad de hidratos de carbono y menor aún de proteínas. No así ocurre con la fibra, un trozo de coco (80 g) aporta casi un 20% del objetivo nutricional/día propuesto para la misma.
Por tanto, previene o mejora el estreñimiento, contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre y al buen control de la glucemia en la persona que tiene diabetes.
¿Cuáles son los potenciales beneficios del coco?
Aporta nutrientes varios, sobre todo fibra
El coco es una fuente de fibra saciante y favorecedora de la digestión. Al consumirla, obtendrás minerales como hierro, magnesio, zinc, cobre y manganeso. Luego hay derivados del coco, como la harina, que se prepara con este alimento, que contiene aún más cantidad de fibra saciante que el coco como tal. Justamente por eso se le considera uno de los mejores sustitutivos de la harina blanca tradicional. Si buscas un sustituto, no deberías descartarla.
Ayuda a aumentar el colesterol «bueno»
Casi la mitad de la grasa saturada del coco proviene del ácido láurico, una sustancia que podría ayudar a elevar los niveles de colesterol HDL o “bueno”. Lamentablemente, al mismo tiempo, este compuesto hace que también se eleven los niveles de colesterol LDL o «malo» en el organismo. Esto pasa, sobre todo, con el aceite que se extrae del coco. Comparado con otros aceites no tropicales, genera un notable aumento de ambos colesteroles. Como conclusión, este aceite no debería ser incorporado a la dieta como un aceite apto para cocinar. Sólo inclúyelo ocasionalmente, como condimento, en platos y ensaladas.
Regula la presión arterial
El agua de coco cuenta con potasio, un mineral que contribuye a equilibrar los niveles de sodio en el metabolismo y, con ello, a regular la presión arterial. Publicaciones como la prestigiosa Biblioteca Cochrane aborda la «Administración de suplementos orales de potasio para la hipertensión arterial en adultos«, mencionando que, en ciertas pruebas, «el potasio disminuyó la presión arterial mucho más que un fármaco simulado». De confirmarse, el agua de coco podría resultar un suplemento atractivo para los que tienen bajos niveles de potasio y dificultades para recibirlo a través de los alimentos.
¿Cuáles son las formas de consumir coco?
La ingesta de productos a partir de coco puede ser variada, engloba así el aceite, la leche y el agua de coco como los alimentos procesados más comunes en el mercado. Esto, sin olvidarnos de la harina de coco.
Sin embargo, el modo más saludable de consumirlo es como tal. Aunque comprarlo entero puede ser complicado porque no siempre se consigue en tiendas y supermercados, puedes almacenarlo en un sitio fresco y seco de tu despensa durante días.
Efectos secundarios del coco para la salud
No podemos analizar sus efectos adversos sin centrarnos en el contenido de grasas saturadas del coco. Una sola cucharada de aceite de coco tiene 12 gramos de grasa, 10 de las cuales son saturadas.
Esto significa que puede llegar a tener más grasa que una cucharada de mantequilla. Por supuesto, casi todas las contraindicaciones del coco no tienen que ver con la drupa sino con los productos industrializados que se elaboran teniendo al coco como ingrediente: pasteles, galletas y otros.
Puedes comer tanto coco como quieras pero, si deseas añadir el aceite, la leche o el agua de coco a tu dieta, antes deberías consultar con un nutricionista. Tendemos a creer que todo lo que viene del coco es sano cuando, en realidad, muchos de sus añadidos de estos ultraprocesados anulan sus beneficios.