Giro drástico en el carnet de conducir: las autoescuelas podrían desaparecer muy pronto

El año 2025 ha comenzado con una propuesta que podría cambiar completamente la manera de sacarse el carnet de conducir en España. Actualmente, obtener el permiso depende en gran medida de las autoescuelas, pero la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha propuesto un cambio radical en este proceso, basándose en el modelo estadounidense, y también adoptado por varios países europeos como Francia, Italia y Portugal. La propuesta busca modificar las reglas del juego para permitir la conducción acompañada por tutores no profesionales, tales como familiares o amigos, sin necesidad de recurrir a las autoescuelas.

El objetivo de la CNMC es crear una alternativa más económica y flexible para los futuros conductores. De acuerdo con la Comisión, permitir que personas no profesionales actúen como tutores podría mejorar el aprendizaje y reducir el coste de las clases prácticas, lo que beneficiaría principalmente a los jóvenes, que suelen ser los que menos recursos tienen para costearse la formación en una autoescuela tradicional. No obstante, esta medida ha generado opiniones encontradas. Por un lado, el Gobierno la está considerando, pero, por otro, las autoescuelas ya han manifestado su desacuerdo, argumentando que esta opción podría comprometer la seguridad vial y la calidad de la formación.

El modelo estadounidense: conducción acompañada

El modelo de conducción acompañada forma parte del sistema de formación vial en Estados Unidos desde hace de dos décadas. En este modelo, los aspirantes pueden aprender a conducir bajo la supervisión de un tutor no profesional, como puede ser un padre, madre o amigo adulto.

La CNMC argumenta que esta metodología podría ser muy útil en España, donde muchos jóvenes que quieren sacarse el carnet de conducir tienen dificultades económicas para hacerlo. En este sentido, la medida propone que el sistema permita a los conductores inexpertos aprender en su entorno habitual.

Por otro lado, al poder aprender con un tutor de confianza, los aspirantes podrían mejorar su confianza al volante, eliminando parte del estrés que algunos experimentan al tener a un instructor profesional a su lado. Además, esta medida permitiría a los futuros conductores avanzar a su propio ritmo y según su disponibilidad.

Sin embargo, a pesar de los argumentos presentados por la CNMC a favor de la implementación de este nuevo sistema de conducción acompañada, la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) ha expresado su preocupación sobre los posibles riesgos asociados con permitir que tutores no profesionales se encarguen de la formación práctica.

En primer lugar, argumentan que los vehículos con doble mando son una herramienta fundamental para garantizar la seguridad de los alumnos durante su aprendizaje. En un coche con doble mando, el instructor tiene la posibilidad de intervenir de inmediato, lo que reduce el riesgo de accidentes.

La CNAE también ha señalado que los tutores no profesionales  no están capacitados para impartir la formación adecuada. Mientras, los instructores profesionales de las autoescuelas son personas formadas y evaluadas por la Dirección General de Tráfico (DGT) para garantizar que los estudiantes reciban una enseñanza de calidad.

La propuesta de la CNMC ya está sobre la mesa del Ministerio del Interior. Según Fernando Grande-Marlaska, el ministro de Interior, el Gobierno está estudiando los pros y contras de la medida, con el objetivo de tomar una decisión en un futuro cercano. El debate sobre el futuro de las autoescuelas se intensificará a medida que se analicen las implicaciones sociales, económicas y de seguridad que podrían derivarse de esta iniciativa basada en el modelo estadounidense.

Otras medidas propuestas por la CNMC

Más allá de la propuesta de permitir la conducción acompañada, la CNMC ha planteado otras medidas para mejorar la formación vial en España. Una de ellas es la simplificación de los requisitos para que una persona pueda ser profesor o director de autoescuela. Actualmente, para ser instructor o director en una autoescuela, se requieren una serie de certificados y formación adicional que, según la CNMC, podría ser simplificada.

Asimismo, la CNMC también propone una mejora en la gestión de los exámenes. La idea es aumentar la transparencia del proceso y permitir que los estudiantes gestionen directamente sus trámites con la DGT, lo que reduciría la burocracia y permitiría a los aspirantes una mayor flexibilidad para elegir la fecha y el lugar del examen. Esta reforma también incluye la posibilidad de asignar los exámenes directamente a los estudiantes, en lugar de dejar que sean las autoescuelas las que los asignen.

La propuesta de permitir la conducción acompañada por tutores no profesionales ha generado un gran debate. Por un lado, la CNMC defiende que esta medida puede mejorar el acceso al carnet de conducir, especialmente para los jóvenes y las personas que viven en zonas rurales, al ofrecer una alternativa económica y flexible. Sin embargo, las autoescuelas advierten que esta medida podría poner en serio riesgo la calidad de la formación y la seguridad vial.