Condenados a prisión ex directivos de Volkswagen por el caso ‘dieselgate’
La firma manipuló los datos de emisiones de los motores diésel

La justicia alemana ha condenado este lunes a varios ex directivos del Grupo Volkswagen por estafa en el marco del escándalo por la manipulación de los datos de emisiones de los motores diésel, más conocido como el caso Dieselgate. La sentencia castiga a los antiguos altos cargos del fabricante automovilístico alemán con entre cuatro y un año y tres meses de prisión.
En concreto, la Audiencia Provincial de Braunschweig ha condenado al ex director de Desarrollo de Motores, Jens Hadler, a 4 años y medio de cárcel, siendo esta la mayor pena que se ha pronunciado el citado caso. Mientras que otro alto directivo, Hanno Jelden, ha sido condenado a 2 años y 7 meses.
Otros dos ex directivos han recibido castigos computables por libertad condicional. Un antiguo miembro del consejo directivo del Grupo Volkswagen, Heinz-Jakob Neusser, ha sido condenado a 1 año y 3 meses, mientras que un directivo menor, que no ha sido identificado, recibió una pena de un año y diez meses, también conmutable.
Con esta condena, la justicia alemana considera probado que los acusados estaban al tanto de los millones de casos de manipulación de los datos de emisiones de los motores diésel para cumplir con las normativas de emisiones de Co2 impuestas por Bruselas.
¿Qué es el caso ‘dieselgate’ de Volkswagen?
En el año 2015 se descubrió que el Grupo Volkswagen había instalado un software ilegal en sus vehículos diésel para falsificar las pruebas de emisiones contaminantes y cumplir con la normativa vigente. Este software hacía que los vehículos cumplieran con los límites de emisiones durante las pruebas, pero no en la conducción real.
El escándalo fue tal que causó una gran crisis de confianza en el fabricante automovilístico alemán y llevó a que la empresa tuviera que pagar grandes multas y compensaciones a los clientes afectados con más de 11 millones de vehículos diésel afectados, vendidos entre los años 2009 y 2015.
Una investigación interna de la marca concluyó que desde 2005 un grupo de ingenieros de la empresa, al no lograr una solución técnica a tiempo y en presupuesto para superar los futuros controles de emisiones de NOx (Oxidos de Nitrógeno), establecidos en Europa y Estados Unidos, produjeron un software que manipulaba los resultados al detectar las condiciones de realización de una prueba.
Por lo tanto, no se trató de un error, sino de una cadena de actos fraudulentos mantenida durante todo el periodo de tiempo y que no tuvieron la voluntad de interrumpirla en ninguna ocasión.
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