Soy podólogo y estas son las zapatillas que jamás me pondría este verano: me duele sólo de verlas

Pueden ser muy populares, pero siguen siendo calzado que termina dañando el pie y provocando molestias a largo plazo

Zapato, pies, zapatillas

Zapatillas.

En verano se busca ir fresco, pero no todo vale. Cuando suben las temperaturas, las botas desaparecen y lo que prima es la comodidad. Chanclas, zapatillas finas, deportivas ligeras… el abanico es amplio, pero no todos los modelos son ideales.

El podólogo Dr. Manuel Vidal, más conocido como Podomanu en TikTok (donde casi alcanza los 50.000 seguidores), ha dejado para este verano una lista clara: las zapatillas que mejor cuidan tus pies… y las que deberías evitar a toda costa. Una en especial le duele sólo de verla. Puede parecer cómoda, un clásico con ventas que no paran. Pero, según este especialista, le hace mucho daño a la salud del pie.

Esta es la zapatilla que jamás usaría un podólogo en verano

La zapatilla que nunca debería usarse en verano son las famosas Crocs. Este modelo que muchos asocian con comodidad y frescura es, según el Dr. Vidal, lo peor que uno puede calzarse si pretende caminar más de diez minutos. «Es un calzado flojo, no agarra el pie, y la sujeción en el talón es prácticamente nula», asegura. Para estar en casa, vale; para ir a la playa, también; pero si hablamos de andar, moverse o estar de pie largo rato, las Crocs tienen un cero.

No es una cuestión de moda o gustos personales, sino que el problema es funcional: el pie necesita estabilidad, agarre, flexión y una buena base para apoyar cada paso. Y las Crocs no ofrecen nada de eso. «No nos sujetan bien y eso termina pasando factura al talón, al tobillo y más arriba», explica el especialista.

¿Qué zapatillas recomienda un podólogo… y cuáles no?

El Dr. Vidal ha analizado varios modelos muy populares este verano, y no todos salen con buena puntería. Algunas marcas han mejorado mucho, pues han corregido errores en la suela, han ganado flexibilidad o han ampliado la puntera. Otras, en cambio, siguen repitiendo fallos básicos.

Las Adidas Samba, por ejemplo, reciben un cuatro. «Demasiado rígidas, con una puntera estrecha. Estéticamente están bien, pero hay opciones mucho mejores», comenta. Algo similar pasa con las Air Force One, que se quedan en un 4,5: bonitas, sí, pero duras como piedras y con el mismo problema de espacio en la puntera.

Las Vans, en cambio, sorprenden con un 6,5, mejoran respecto a temporadas anteriores. «Han dado un salto en la suela y son algo más flexibles. Si tuvieran la puntera un poco más ancha, subirían nota».

Entre las que aprueban con nota están las New Balance 740, con un sólido 8. Buen equilibrio entre amortiguación, flexibilidad y estabilidad. «Es un calzado que recomendaría sin dudarlo a casi todo el mundo», dice Vidal. Aunque no es perfecto, pues echa en falta una puntera más respetuosa con la forma del pie.

Y eso lo encuentra en el modelo Altra, que destaca con un 9. Este tiene flexibilidad donde hace falta, buena base, puntera amplia y una suela de calidad. «Es una zapatilla muy, muy recomendable», destaca el podólogo, aunque confiesa que no le da el diez porque es exigente con los detalles.

Con los zapatos no se trata sólo de estilo o comodidad. Elegir bien el calzado es una cuestión de salud. Un zapato adecuado protege los pies, corrige la postura, previene dolores y permite moverse sin que cada paso sea un castigo. Y en verano, no hay que dejarse llevar por las modas.

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