Contenido
- 0.1 Roncar puede ser mortal: el aviso de un médico que pone a media España en alerta
- 0.2 Ni agua ni abanicos: lo que deben llevar siempre encima los mayores de 65 años si salen a la calle este verano
- 0.3 El truco para quitar el sarro de los dientes de forma natural y en minutos sin salir de casa
- 1 ¿Por qué llevar una botella de agua si sales a la calle en verano es imprescindible pasados los 65 años?
- 2 Otras recomendaciones para evitar la deshidratación y los golpes de calor en verano
- 3 ¿Cuánta agua debe beber una persona de la tercera edad para evitar deshidratarse?
Los expertos han dado en varias ocasiones consejos sobre cómo tendría que ser nuestra hidratación, pero las altas temperaturas del verano también obligan a los mayores de 65 años a saber cómo protegerse del sol para quedarse sin agua.
Hay muchas cosas que podemos hacer para prevenir la deshidratación o un golpe de calor. Y sí, la ropa ligera, cubrirse la cabeza o evitar las horas centrales del día es clave. Aun así, hay una cosa todavía más sencilla que siempre debemos hacer: llevar una botella de agua encima.
A veces no queremos hacerlo por no llevar las manos ocupadas, pero merece la pena tener a mano una botellita de agua para cuando el calor aprieta. ¿Por qué?
¿Por qué llevar una botella de agua si sales a la calle en verano es imprescindible pasados los 65 años?
A medida que envejecemos nos cuesta más regular la temperatura, somos menos eficientes y perdemos la percepción de la necesidad de beber líquidos que tenemos. Por eso los expertos insisten en que no debemos esperar a tener sed para beber.
La clave en verano, sobre todo si sales a la calle, está en hidratarse constantemente. Aunque fisiológicamente todavía no notemos que nos hace falta. Para ello la mejor solución posible es llevar siempre una botella de agua encima. Puedes ir dándole pequeños sorbitos mientras paseas.
Llevar una botella de agua a mano te garantizar hidratarte constantemente, aunque no te cruces una fuente o no quieras pararte en un bar. Esto será clave para que evites la fatiga, un mareo o un golpe de calor, que puede tener consecuencias horribles.
Otro consejo que dan los expertos es que el agua esté fresca, pero no hay necesidad de que esté excesivamente fría, ya que los cambios bruscos de temperatura también afectan negativamente a algunas personas, especialmente a las que tienen problemas cardiovasculares.
Otras recomendaciones para evitar la deshidratación y los golpes de calor en verano
Más allá de llevar encima una botella de agua es fundamental que nos vistamos adecuadamente: opta por ropa fresca, con materiales de lino y un calzado cómodo que permita que el pie transpire.
No te olvides de utilizar protector solar y de cubrirte la cabeza con una gorra o un sombrero. Sobre todo si vas a salir a la calle o pretendes hacer ejercicio. En la medida de lo posible, evita las horas centrales del día.
A partir de determinadas edades, es bueno que avises a algún familiar de que vas a salir a la calle si hace mucho calor. Así estarán pendientes en caso de que te pase algo.
¿Cuánta agua debe beber una persona de la tercera edad para evitar deshidratarse?
Siempre se ha dicho que la cantidad más recomendada de agua diaria es un mínimo de ocho vasos, pero la realidad es un poco distinta. Si queremos afinar el tiro, lo mejor es que tomemos como referencia una media de litro y medio o dos litros.
Aun así hay otros factores que debemos tener en mente. Por ejemplo, cuando se dan estas cifras no sólo se tiene en cuenta el agua que bebemos en estado líquido. Los alimentos también pueden hidratarnos, aunque jamás deben ser un sustitutivo. Una muestra veraniega muy clara es la sandía.
La comida puede llegar a aportar hasta un 20% o un 30% del agua que necesitamos en el día a día. ¿Entonces debemos conformarnos con beber dos litros diarios? La realidad es que no. Lo mejor que podemos hacer es escuchar a nuestro cuerpo.
Si te pasas el día en casa enfrente de la televisión puede que esa cantidad sea suficiente o hasta nos sobre. Pero desde la Academia de Nutrición y Dietética advierten de que si estás expuesto al sol, has hecho deporte, etc., podrías necesitar más.