Ni deportivas ni pantuflas: hay un calzado mejor para que los mayores de 60 años mantengan una buena postura

Más allá de modas, la elección de un buen zapato es fundamental para evitar accidentes y prevenir dolores en la espalda

Cómo elegir un calzado adecuado a partir de los 60 años, cómo debe ser un calzado en la tercera edad según los podólogos, elegir un buen zapato según expertos en tercera edad.

Abuelos sentados.

A partir los 60 años la elección de un calzado adecuado puede ser fundamental para mantener bien cuidados los pies, pero también para mantener el buen equilibrio corporal, una postura corporal adecuada y prevenir lesiones, por lo que juega un papel clave en la salud diaria. Por ello, es fundamental que escuchemos los consejos de los podólogos.

En ese sentido, los expertos tienen claro cuál es el calzado que deberían priorizar todas las personas que se acercan a la tercera edad. Es el momento de dejar a un lado modas y estilos, para optar por un zapato con suela antideslizante y con un buen soporte en el arco del pie.

Puede parecerte una tontería, pero esos detalles van a marcar la diferencia para que tengas la seguridad necesaria al andar, reduzcas el desgaste en las articulaciones y prevengas los dolores de espalda

Las razones por las que un calzado adecuado influye en nuestra salud a partir de los 60 años

Conforme pasan los años mantener el equilibrio y una postura corporal correcta se vuelve más difícil. Eso hace más importante elegir un buen zapato que nos ayude en el día a día. La clave está en que la suela prevenga resbalones y en tener un buen soporte en el arco del pie.

Además, si fuera necesario por la forma de tu pie también es recomendable usar plantillas. Esos detalles no sólo van a aportarte seguridad al andar, sino que las consecuencias las notarás dentro de unos años: reduces el desgaste en las articulaciones y previenes dolores de espalda.

Por ello, el mejor calzado para personas que ya han cumplido los 60 años es el que tiene un talón firme porque permite un mayor control del pie al caminar. eso hace que el talón deba estar marcado y que evite que se hunda con el peso del cuerpo.

Los errores que cometemos en la tercera edad a la hora de calzarnos

Un error muy común es confundir lo que parece más cómodo con lo que realmente es mejor. Por ejemplo, hay muchos mayores que usan pantuflas o zapatillas deportivas blandas durante todo el día. El problema es que ese tipo de calzado no ofrece el soporte que necesitan unos pies envejecidos.

Tampoco deberías usar un zapato apretado ni demasiado suelto, ya que aumenta el riesgo de rozaduras y de caídas. Además, cuando llega el calor las decisiones de moda son fundamentales: opta por materiales ligeros y transpirables.

Por ejemplo, una buena opción es el cuero fino, ya que mantiene el pie seco. Además, busca zapatos con una puntera ancha para que haya espacio entre los dedos y no aparezcan molestias comunes como los dedos en martillo o los juanetes.

Si eres mujer y ya estás más allá de los 60 años, igual es el momento de enterrar los tacones altos. Lo ideal es un zapato con un ligero tacón de 2,5 centímetros que no comprometa tu estabilidad.

Los mejores trucos para elegir calzado a partir de los 60 años

Elegir calzado siempre es difícil. En la tienda todo nos está estupendo, pero en cuanto usamos un zapato nuevo durante varias horas empezamos a sufrir. Un consejo es probárselos al final del día, cuando los pies están más hinchados.

De esta forma nos aseguramos que no nos aprietan después de varias horas de uso. También deberías elegir modelos con cordones o velcro, que te permitan ajustar la presión, según tus intereses y comodidades.

En caso de que tengas problemas específicos como fascitis o artritis, lo mejor es que acudas a un podólogo para que te asesore.

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