Monocitos altos: ¿Cómo bajarlos? Causas, síntomas y tratamiento

Tus defensas trabajan incansablemente para protegerte de enfermedades, y los monocitos son parte esencial de este ejército. Son células sanguíneas que combaten infecciones y ayudan a reparar tejidos dañados. Pero, ¿qué pasa cuando los monocitos están altos? 

Esta condición, conocida como monocitosis, puede ser una señal de alerta, pues indica que tu cuerpo está luchando contra una amenaza. Es muy importante entender qué significa tener monocitos altos, conocer los niveles normales y las causas que podrían estar detrás de este aumento. 

¿Qué significa tener los monocitos altos?

Los monocitos son un tipo de glóbulo blanco que representa entre el 2% y el 8% de los glóbulos blancos en la sangre. 

Tener los monocitos altos, significa que tienes un número elevado de estas células en la sangre, lo que puede ser un signo de que tu cuerpo está luchando contra una infección, inflamación o una enfermedad más grave. 

Nivel de monocitos en sangre saludable

En adultos sanos, el rango normal para el nivel de monocitos es aproximadamente de 200 a 950 células por microlitro de sangre.

Por lo tanto, cuando el recuento supera el límite superior del rango normal (950) se considera alto y es una señal de un problema subyacente.

Causas de los monocitos altos

Los monocitos son parte del sistema inmunológico y se encargan de combatir infecciones y reparar tejidos dañados. 

La monocitosis puede ser causada por diversos factores, los cuales detallaremos a continuación:

Infecciones bacterianas y virales

Las infecciones bacterianas y virales desencadenan una respuesta inflamatoria, lo que eleva el número de monocitos para combatir la amenaza.

Algunos ejemplos de este tipo de infecciones son los del tracto respiratorio, como neumonía o bronquitis, infecciones del tracto urinario, tuberculosis, salmonelosis.

Por otra parte, podemos señalar algunos ejemplos de infecciones pero de tipo viral como  Mononucleosis infecciosa (enfermedad del beso), citomegalovirus, VIH/SIDA.

Enfermedades inflamatorias

Algunas patologías inflamatorias crónicas pueden ser la causa de la elevación de los niveles de monocitos.

Algunos ejemplos son: artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa).

Cáncer

Lamentablemente, el cáncer es otro de los factores que pueden estar ocasionando este desnivel de monocitos. La leucemia (mieloide crónica y leucemia aguda), así como linfoma (de Hodgkin y no Hodgkin)son los más comunes.

Enfermedades autoinmunes

Cuando hay enfermedades del sistema inmunitario, el mismo sistema inmunológico que debe atacar las células malas, se equivoca y ataca a las células del propio cuerpo, lo que puede provocar una respuesta inflamatoria generalizada y aumentar los monocitos.

Algunos ejemplos de enfermedades autoinmunes son el lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide y la esclerosis múltiple.

Estrés y fatiga

Aunque menos común, el estrés crónico y la fatiga pueden afectar la respuesta inmunitaria y aumentar la producción de monocitos. Algunas investigaciones señalan que el estrés laboral, problemas de ansiedad, trastornos del sueño y la fatiga crónica, causan muchos problemas de salud.

Por consiguiente, es de vital importancia llevar un estilo de vida un poco más calmado.

Síntomas de los monocitos altos

El aumento de los monocitos en la sangre, puede manifestarse con diversos síntomas, aunque en muchos casos no se presentan signos visibles.  De hecho, la mayoría de los casos se detecta con un análisis de sangre rutinario.

Tratamiento de los monocitos altos

No existe un tratamiento único para la monocitosis, pues el enfoque se centra en abordar la causa raíz del problema. Por consiguiente, el tratamiento depende de la causa subyacente:

Un tratamiento adecuado y a tiempo puede contribuir a prevenir complicaciones, mejorar la salud general y evitar un empeoramiento de los síntomas.  

Consejos para prevenir monocitos altos

Aunque no siempre es posible prevenir la monocitosis, adoptar un estilo de vida saludable puede reducir el riesgo de desarrollar esta condición. Esto se debe a que los hábitos saludables mantienen el sistema inmunitario sano.

Es de suma importancia hacerse exámenes de rutina para verificar los niveles de monocitos en sangre, así como otros valores.

Bibliografía

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