El transcurso de la vida muestra una amplia variedad de experiencias, vivencias y transformaciones. El cuidado del cuerpo es fundamental para lograr transitarla de manera saludable, segura, cálida y agradable, previniendo determinados riesgos, lesiones y enfermedades con una serie de hábitos, prácticas y cuidados específicos. En este sentido, la alimentación, el descanso eficiente y la realización de ejercicios son claves para una vida duradera. En el caso de las personas mayores o quienes padecen una larga enfermedad que no logra curarse con ningún tratamiento, medicina ni intervención, se explican síntomas que suele haber meses antes de tu muerte para identificar los momentos más particulares y frecuentes.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos informan que, según el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, la atención al final de la vida es una forma de atención paliativa que describe el apoyo y la atención médica que se da durante el tiempo que rodea la muerte. En cuanto al objetivo, se trata de ofrecer alivio sintomático a la persona que está a punto de fallecer mediante la identificación, evaluación y tratamiento del dolor y otros signos y síntomas físicos angustiantes, junto con apoyo emocional, social y espiritual adaptado a las necesidades y deseos de la persona enferma y sus seres queridos. En este sentido, los tiempos y ciclos varían ya que algunas personas con enfermedades terminales que mueren por cáncer y enfermedades no cancerosas pueden recibir atención al final de la vida durante varios meses, mientras que otras pueden recibirla durante días u horas antes de morir. Por eso, profesionales de la salud como enfermeros, médicos y cuidadores centros de tratamientos paliativos informan sobre aquellos detalles y explican síntomas que suele haber meses antes de morirse.
Cuáles son los síntomas que aparecen meses antes de la muerte
Para Julie, enfermera de cuidados paliativos, la experiencia le permite determinar una serie de síntomas muy específicos y comunes en las personas que padecen enfermedades severas con tratamientos extensos. En su cuenta de TikTok expresa que los pacientes serán menos sociables, más introvertidos, dormirán mucho más, comerán y beberán mucho menos.
Cuando restan tres meses es cuando notarás más debilidad, lo que significa que permanecerán en su casa la mayor parte del tiempo. Será difícil levantarse e ir al baño. Generalmente, el mes previo a la muerte es cuando la gente comenzará a ver lo invisible. «Verán a parientes muertos, seres queridos muertos, mascotas muertas y viejos amigos que han muerto», afirma la enfermera Julie en su red social.
Las autoridades de My Life Choice, un servicio de asistencia sanitaria domiciliaria de Inglaterra, mencionan que se presentan una serie de síntomas físicos, cambios emocionales y psicológicos, sociales e interpersonales.
«Un síntoma notable es la fatiga extrema, que se convierte en un acompañante constante debido a la respuesta adaptativa del cuerpo a las circunstancias cambiantes. La pérdida de peso se hace notoria a medida que el apetito disminuye y el cuerpo reasigna sus recursos energéticos», informan sobre las manifestaciones físicas.
De hecho una fatiga crónica y no comer durante meses es ya un síntoma de una posible enfermedad y todavía no estás diagnosticado. Ahora bien, no quiere siempre decir que sea incurable y que uno ya vaya a fallecer. En todo caso, si uno no tiene hambre durante tiempo, lo ideal es hacer un chequeo en el médico que nos dará el tratamiento a seguir.
En asuntos emocionales y psicológicos, el retraimiento se vuelve habitual y sirve como método para conservar los niveles de energía menguantes del cuerpo. Además, se añade que aquellas conversaciones que tienen las personas a las que les quedan pocos meses de vida giran en torno a asuntos no resueltos y al significado más amplio de la vida adquieren un significado renovado.
«La introspección intensificada se convierte en un medio para procesar las experiencias y relaciones de la vida a medida que las personas se embarcan en la contemplación introspectiva», afirman desde My Life Choice.
Qué otros síntomas son frecuentes en las personas que ven cerca la muerte
Los expertos de My Life Choice explican que los cambios sociales e interpersonales manifiestan que las relaciones adquieren una mayor importancia, dan lugar a conversaciones modificadas y conexiones más profundas.
«El deseo de abordar cuestiones no resueltas suele ser primordial, lo que da lugar a conversaciones transformadoras que allanan el camino para cerrar el ciclo y sanar», según las autoridades del servicio de asistencia domiciliaria.
Sobre esta etapa, recomiendan pasar tiempo de calidad con los seres queridos que surge como una prioridad, lo que crea oportunidades para forjar recuerdos inolvidables y fomentar conexiones que ofrecen consuelo.
Desde los Institutos Nacionales de Salud detallan una serie de síntomas y signos de empeoramiento a medida que progresa la enfermedad crónica. Entre ellos se encuentra la pérdida de apetito por los alimentos, disfagia, fatiga refractaria, incontinencia, oliguria, dolor intratable y disminución de las comunicaciones.
También hay aumento de la disnea, náuseas y vómitos refractarios, secreciones respiratorias excesivas, alteración de la conciencia, confusión, agitación, inquietud y delirio terminal.
Desde el Hospicio Crossroad, un centro de cuidados paliativos, explican los síntomas que suele haber meses antes de morirse con una serie de detalles según cada tiempo. De uno a tres meses antes de la muerte hay disminución del deseo de comer, aumento del deseo de dormir y retirada de las personas y del medio ambiente.
«Una o dos semanas antes de la muerte, más sueño, confusión, inquietud, experiencias similares a visiones, cambios en la temperatura, respiración, pulso y presión arterial, congestión y no comer», según los referentes del Hospicio Crossroad.
En los instantes previos a la muerte, días u horas antes, suele presentarse aumento de energía, disminución de la presión arterial, ojos vidriosos, llorosos y entreabiertos, respiración irregular, aumento de la inquietud, pies y manos fríos, morados y manchados, pulso débil y disminución de la producción de orina.
En síntesis, los síntomas que suele haber meses antes de morirse son muy visible y significativos en aspectos físicos, emocionales, psicológicos y sociales. Es verdad que quienes no ven antes son los expertos y profesionales de la salud.