El cáncer de mama es una de las enfermedades que mayoritariamente afecta a las mujeres y que, debido a los avances de la tecnología y la detección temprana promovida por distintas campañas, se ha logrado frenar el número de personas que no sobreviven a esta enfermedad. Según la Asociación Española Contra el Cáncer, “en España se diagnosticaron alrededor de 35.312 nuevos cánceres de mama en el año 2023, según las estimaciones del Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer, lo que representa casi el 30% de los cánceres diagnosticados en mujeres”. Es importante retomar el ejercicio tras un cáncer de mama.
Tras padecer un cáncer de mama una de las preguntas más frecuentes entre los pacientes es cómo y cuándo se pueden retomar las actividades que se venían realizando. Hay tantas respuestas como personas ya que dependerá de cada caso, de cómo reacciona el cuerpo, de cuál es la respuesta ante el tipo de tratamiento, entre otros. Sin embargo, en el largo camino de la recuperación, el ejercicio físico es un gran aliado para que el proceso sea un poco menos engorroso. Si bien es necesario que se adapten las prácticas a cada paciente, y se trabaje sobre la conciencia del autocuidado, lo más importante es que el ejercicio es esencial para un bienestar generalizado. Descubre cuáles son los ejercicios que más se recomiendan hacer tras pasar un cáncer de mama y cuándo es el mejor momento para iniciarlos.
Los ejercicios que se recomiendan hacer tras pasar un cáncer de mama
Si bien es importante tener en cuenta que el ejercicio físico es sinónimo de bienestar, cuando se está acabando un tratamiento de cáncer de mama es fundamental hacerlo de la mano de un profesional de la salud, que pueda ir viendo los avances, y hacer adaptaciones según cada condición.
Al respecto, un estudio denominado Directrices de ejercicio para supervivientes de cáncer: declaración de consenso de una mesa redonda multidisciplinaria internacional desveló que «el entrenamiento físico y las pruebas eran generalmente seguros para los sobrevivientes de cáncer y que todos los sobrevivientes debían «evitar la inactividad»».
En ese sentido, destacaron que «dosis específicas de entrenamiento aeróbico, aeróbico combinado más entrenamiento de resistencia y/o entrenamiento de resistencia podrían mejorar los resultados de salud comunes relacionados con el cáncer, incluida la ansiedad, los síntomas depresivos, la fatiga, el funcionamiento físico y la calidad de vida relacionada con la salud».
A todos estos beneficios se le debe sumar que existen pruebas que determinaron que el ejercicio ayuda a reducir el riesgo de padecer cáncer, por lo que el ejercicio no sólo ayuda en el durante, sino también en el después.
Ejercicios tras pasar un cáncer de mama
Si bien cada profesional de la salud determinará cómo continúan los cuidados tras vencer el cáncer de mama, según cómo fue en cada caso en particular, existen algunos ejercicios básicos que puede realizar cualquier paciente para mantenerse activo.
Uno de ellos son los estiramientos: una rutina de pecho y hombros, al igual que ejercicios de movilidad, pueden ayudar a la rigidez que suelen sentir muchas mujeres luego del tratamiento.
Se trata de movimientos pequeños, que no requieran de esfuerzo, y en el que haya una escucha atenta a lo que le sucede al cuerpo para evitar lesiones o complicaciones.
Otro de los ejercicios que se pueden realizar tras un tratamiento de cáncer de mama son pilates y yoga. Si bien siempre es fundamental consultar con el médico, este tipo de ejercicios puede contribuir a sumar fuerza en la zona centro del cuerpo (core), mejorar la flexibilidad y contribuir a recuperar el equilibrio.
Además, gracias a las técnicas de respiración que se implementan, y la práctica de una escucha activa, resultan muy fructíferas para poder registrar y gestionar de una mejor manera las emociones, principalmente en este tipo de tratamientos.
También se le pueden añadir caminatas diarias, natación suave, o andar en bici, ya sea fija o en lugares abiertos, siempre y cuando un profesional de la salud lo aconseje. Este tipo de actividades suelen tener un impacto positivo en la salud, y pueden ser más sencillas de incorporar a tu rutina diaria, con compañía o sola.
Cabe destacar que, a los ejercicios físicos recomendados para iniciarse en la actividad tras pasar un cáncer de mama es fundamental sumarles una nutrición adecuada e hidratación correspondiente.
Esto contribuye no sólo a que el cuerpo se mantenga con energía y con los nutrientes esenciales para mantener el sistema inmunológico fuerte, sino también a que la recuperación sea más rápida y eficaz.
Como vemos estableciendo, necesitamos los cuidados del médico, de un nutricionista y también un entrenador personal para saber qué ejercicios son mejor realizar tras pasar por esta enfermedad. La ayuda psicológica es también importante.