A diario, nuestro cuerpo sufre el destrato y los malos hábitos que tenemos, ya sea con una alimentación inadecuada, la falta de una rutina de ejercicios, o la deshidratación. Esto hace que nuestro metabolismo, y por ende todos los órganos involucrados en su proceso, se deterioren con el paso del tiempo, y se traduzcan en una corta expectativa de vida, o en una mala calidad. En todo ese proceso, los riñones son los primeros en verse afectados, debido a que son los encargados de expulsar los desechos y excesos de líquidos que se producen en todo ese proceso. Es necesario dar a conocer los hábitos españoles que hacen que tus riñones no vayan bien e incorporar aquellos que cuidan de nuestra integridad física.
Los riñones no sólo son esenciales para quitar de nuestro cuerpo a través de la orina todos los desechos que se producen en el proceso de nutrición; sino que también tienen como función regular la presión sanguínea, y mantener equilibrado los electrolitos. Su mal funcionamiento puede afectar severamente el organismo, por lo que hay que modificar ciertos hábitos que atentan contra su normal funcionamiento, como por ejemplo, el consumo excesivo de sal y de azúcares o alimentos ultraprocesados, no dormir adecuadamente, una hidratación insuficiente, abuso de analgésicos, alcoholismo, una dieta alta en proteínas, fumar, sedentarismo y no tratar las infecciones oportunamente, entre otros. Conoce cómo resguardar la salud de tus riñones, qué hábitos puedes modificar y cuáles requerirán de una atención de un profesional de la salud y comienza hoy mismo a cuidarlos de los malos hábitos que pueden afectar tu calidad de vida, y también su funcionamiento a largo plazo.
Hábitos españoles que hacen que tus riñones no vayan bien
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Hay determinadas conductas que afectan severamente al funcionamiento de nuestro organismo, y en particular, la salud renal. En ese sentido, es importante conocerlos para poder disminuirlo al máximo, y comenzar a adquirir nuevas prácticas que los resguarden del daño y perjudiquen su funcionamiento.
La alimentación en el punto de mira
Por ejemplo, en la alimentación hay varias claves para prestar atención: comer con mucha sal, o con excesiva azúcar; tener una dieta a base de alimentos ultraprocesados, o de proteínas fundamentalmente de origen animal pueden ser hábitos que perjudiquen sustancialmente el funcionamiento de nuestros riñones.
No beber suficiente agua
Por otra parte, la hidratación insuficiente, el alcoholismo, fumar, no dormir lo suficiente y el sedentarismo también son costumbres que atentan contra el organismo. Al igual que el abuso de analgésicos, el uso de suplementos sin supervisión y la falta de controles médicos que puedan detectar posibles enfermedades o infecciones que pongan la alerta en los hábitos que solemos hacer.
Según la OMS, lo recomendable es beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día, pero hay otros factores que hay tener en cuenta. La Fundación Aquae determina que una de las recomendaciones más extendidas es establece beber entre 2 y 3 litros de agua al día, lo que equivale a 8 vasos diarios. De ahí proviene la famosa “regla del 8×8” que sostiene que cada uno debe tener 240 ml para poder alcanzar esos 2 o 3 litros diarios. Una manera de distribuirlos podría ser la siguiente:
- 2 vasos tras levantarnos. Beber agua en ayunas es una forma sana, natural y rápida de activar el organismo al despertarse.
- 1 vaso media hora antes de comer. Facilita la digestión tras las comidas.
- 1 antes del baño. Ayuda a bajar la presión sanguínea.
- 2 por la tarde. Nos mantiene hidratados, sobre todo en épocas de mucho calor.
- 1 después de practicar deporte. Para reponer el líquido perdido y recuperar la temperatura corporal.
- 1 antes de acostarse. El cuerpo necesita también agua durante el sueño.
Según el Ministerio de Sanidad español, “desde que se creara la ONT en 1989 hasta el 31 de diciembre de 2023, cerca de 6.500 personas han donado un riñón (5.913) o parte de su hígado (509) en vida en España”.
Hábitos para que los riñones vayan bien
Una de las claves para el correcto funcionamiento de los riñones es la hidratación. A través de la orina se eliminan las toxinas que se producen en los distintos procesos metabólicos; y es el riñón el encargado de esta función, por lo que si te mantienes con una buena hidratación, tendrá más sencilla su tarea.
Para saber si estás bien hidratado (ya que depende de varios factores cuánta cantidad al día de agua es necesario consumir), puede ver el color de tu orina: si es clara o de color amarillo pálido es un buen indicador.
El cambio en tu dieta será crucial para que tus riñones funcionen de manera adecuada: incorporar frutas y verduras, reducir la sal y los azúcares refinados, además de equilibrar la ingesta de proteínas serán clave para contribuir al funcionamiento de tus riñones. Esto también se traducirá en un peso equilibrado, reduciendo así las posibilidades de desarrollo de enfermedades, y mejorando la calidad de vida.
Por otra parte, es determinante terminar con el sedentarismo e incorporar actividad física regular para controlar la presión arterial, reducir los niveles de estrés, disminuir la ansiedad, y por ende, reducir el tabaco y el consumo de alcohol. Un cambio en nuestros hábitos mejorará significativamente nuestra salud, y prolongará nuestra vida.
Finalmente, recuerda que es esencial realizar controles con un profesional de la salud tu metabolismo. Prestar atención a las señales que se traducen en enfermedades crónicas, infecciones, hará que tengamos que preguntar a nuestro médico que pueda ayudarnos a mejorar esos hábitos que perjudican nuestro bienestar, y que son un indicio de que algo tiene que cambiar para mejorar nuestro bienestar. Sentir malestar e incomodidad no debería ser la regla; sino más bien el cuidado de nuestro cuerpo físico pero también mental.
Por esto, la Sociedad Española de Nefrología «propone aprovechar el descanso y la mayor disponibilidad de tiempo en verano para planificar mejor las comidas, llevar una dieta más sana y baja en sal, con productos más naturales y con menos aditivos ricos en fosfato, y hacer más ejercicio, lo que redunda en el beneficio de nuestra salud y bienestar y la prevención de patologías relacionadas con el riñón y el corazón, como la Enfermedad Renal Crónica (ERC)».