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Este procedimiento, aunque pueda generar cierta aprensión, es importante para un diagnóstico certero y un tratamiento oportuno. Se indica para detectar pólipos, causas de sangrado rectal, enfermedad inflamatoria intestinal y otros problemas del colon.
En esta entrada, te explicaremos en detalle en qué consiste la colonoscopia, cómo prepararte para el procedimiento y qué esperar durante y después del mismo.
¿Qué es la colonoscopia?
La colonoscopia es un procedimiento médico que permite visualizar el interior del colon (intestino grueso) utilizando un instrumento flexible llamado colonoscopio.
Este instrumento, similar a un tubo delgado y flexible, tiene una pequeña cámara en su extremo que transmite imágenes a un monitor, permitiendo al médico examinar detalladamente la mucosa del colon.
Durante el procedimiento, el colonoscopio se introduce a través del recto y se avanza lentamente a lo largo del colon.
La cámara captura imágenes que permiten identificar pólipos, tumores, inflamación u otras anomalías. Si se detecta un pólipo, el médico puede extirparlo durante la misma colonoscopia.
Tipos de colonoscopias
Existen dos tipos principales de colonoscopias: la tradicional y la virtual.
- La colonoscopia tradicional. Es el método más común y permite la visualización directa del colon y la toma de biopsias o la extirpación de pólipos.
- La colonoscopia virtual. Se utilizan imágenes de tomografía computarizada para crear una imagen tridimensional del colon, pero no permite realizar biopsias o extirpar pólipos.
¿Para qué sirve la colonoscopia?
La colonoscopia es una herramienta de diagnóstico vital para detectar una variedad de condiciones que afectan al colon, incluyendo el cáncer colorrectal.
Diversas razones pueden llevar a un médico a recomendar una colonoscopia:
- Detección temprana del cáncer de colon. Esta es la razón más común para indicar una colonoscopia, especialmente en personas mayores de 50 años o con antecedentes familiares de la enfermedad. La detección temprana permite identificar pólipos pre-cancerosos y extirparlos antes de que se conviertan en cáncer.
- Diagnóstico de problemas intestinales. Ayuda a identificar las causas de síntomas como dolor abdominal, sangrado rectal, cambios en los hábitos intestinales (diarrea o estreñimiento crónico) y pérdida de peso inexplicable.
- Diagnóstico de enfermedades inflamatorias. Permite visualizar la mucosa del colon y detectar signos de enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
- Control después de la cirugía. En pacientes que han sido operados del colon, este examen puede ayudar a controlar la zona operada y detectar posibles complicaciones o recurrencias.
Preparación para la colonoscopia
La clave de que la colonoscopia permita que el médico pueda visualizar correctamente el interior del colon, depende de la preparación que realiza el paciente.
Este proceso suele iniciarse unos días antes del procedimiento e implica seguir las siguientes indicaciones:
- Dieta. Se debe seguir una dieta líquida clara durante 1 o 2 días antes de la colonoscopia. Esto incluye consumir caldos, jugos sin pulpa, gelatina, agua y bebidas deportivas claras. Evita los alimentos sólidos, productos lácteos, bebidas alcohólicas y bebidas con colorantes.
- Limpieza intestinal. El médico recetará un laxante potente para limpiar completamente el colon. El laxante puede ser líquido o en comprimidos y se debe tomar según las instrucciones del médico.
- Medicamentos. Es necesario que informes al médico sobre todos los medicamentos que tomas, incluyendo suplementos y medicamentos de venta libre. Es posible que debas suspender algunos medicamentos, como anticoagulantes o antiinflamatorios, días antes de la exploración.
Procedimiento de la colonoscopia
La colonoscopia es un examen ambulatorio, por lo que podrás volver a casa el mismo día. Estos son los pasos del procedimiento:
- Preparación. Te colocarán una bata de hospital y te pedirán que te acuestes de lado sobre una camilla.
- Sedación. Te administrarán medicamentos por vía intravenosa para que estés relajado y cómodo durante el procedimiento.
- Inserción del colonoscopio. El médico insertará suavemente el colonoscopio a través del recto y lo guiará a lo largo del colon.
- Examen visual. La cámara del colonoscopio transmite imágenes a un monitor, permitiendo al médico observar el revestimiento del colon y detectar cualquier anomalía.
- Extracción de pólipos o biopsia. El médico puede extirpar los pólipos. También puede tomar pequeñas muestras de tejido (biopsias) para analizarlas.
- Finalización. Una vez finalizada la exploración, se retira el colonoscopio.
La duración promedio de una colonoscopia es de 30 a 60 minutos. No te preocupes, aunque parezca doloroso, no lo es. Solo sentirás una leve presión, recuerda que el médico va a administrar un sedante.
Recuperación y resultados de la colonoscopia
Después de la colonoscopia, permanecerás en observación durante una hora aproximadamente mientras la sedación desaparece.
Es normal que te sientas un poco somnoliento y con gases, los cuales son causados por el aire que se introduce en el colon durante el procedimiento. Caminar un poco puede ayudar a aliviarlos.
Las molestias más comunes son:
- Hinchazón
- Cólicos leves
- Un poco de sangrado si se extirpó un pólipo.
Estas molestias suelen ser leves y desaparecen en uno o dos días. Tu médico te explicará los resultados preliminares inmediatamente después de la colonoscopia. Si se tomaron biopsias, los resultados estarán disponibles en unos pocos días.
Es importante seguir las indicaciones del médico sobre la dieta y la actividad física después del procedimiento. En caso de que experimentes sangrado abundante o mucho dolor, entonces debes hablar con tu médico de inmediato.
Bibliografía
- López Rosés, L., & Olivencia Palomar, P.. (2008). Colonoscopia. Revista Española de Enfermedades Digestivas, 100(6), 372. Recuperado en 16 de mayo de 2024, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1130-01082008000600013&lng=es&tlng=es.