Adiós a las varices: la vitamina que debes tomar si quieres mejorar la circulación de tus piernas

Adiós a las varices: la vitamina que debes tomar si quieres mejorar la circulación de tus piernas

Un buen estado de salud requiere de una serie de factores que se relacionen y articulan entre sí. Por lo tanto, es sumamente importante adoptar hábitos conscientes y responsables en torno a la alimentación, la práctica de actividad física, el descanso adecuado y la realización de controles médicos. A su vez, es clave que conozcas la vitamina que debes tomar si quieres mejorar la circulación de tus piernas para evitar padecer molestias, lesiones y afecciones que comprometan tu organismo. De hecho, puedes así evitar varices que son muy molestas y aparecen también especialmente cuando hay una mala circulación.

Las vitaminas presentan una función clave en el desarrollo, fortalecimiento y cuidado del organismo. Una de las acciones principales es generar una mejor circulación sanguínea que facilita el trabajo del corazón para que el órgano bombee sangre por todo el cuerpo. De esta manera, a través de la circulación, se desarrolla el valioso trabajo de transportar oxígeno y nutrientes a las células mientras se eliminan los desechos. Pero con una buena alimentación y las vitaminas adecuadas entonces la circulación puede ir mejorando. En este caso, las piernas es factible beber agua y también ir al baño en consonancia con los que se está bebiendo.

Qué vitamina tomar para mejorar la circulación sanguínea de tus piernas

La preparación de un esquema de alimentación variado, equilibrado y nutritivo es necesaria para brindarle a tu cuerpo las ventajas y beneficios en el desarrollo de las funciones vitales. Al saber cuál es la vitamina que debes tomar si quieres mejorar la circulación de tus piernas, cuentas con información precisa y técnica que promueve tu cuidado y bienestar.

La recomendación que realizan profesionales de la salud es incorporar las vitaminas a través del consumo de alimentos. Sin embargo, en ocasiones puede presentarse falta de ellas por diversos motivos. Esto es fácil de complementar con determinados suplementos que mejoren la circulación de tus piernas. Por eso, debes asegurarte de incluir las vitaminas B, E, C y K.

En cuanto a la vitamina B, si incorporas riboflavina (B2) favoreces la producción de glóbulos rojos y con la B12 (cobalamina) previenes posibles cuadros de anemia, que consiste en un bajo índice de glóbulos rojos. Los alimentos principales en donde encuentras la vitamina B son la carne, el brócoli y el arroz integral.

«El grupo de vitamina B es particularmente importante para la salud de las venas. Fortalecen los vasos sanguíneos y podrían prevenir el desarrollo de venas varicosas en algunas personas durante y después del embarazo, o brindar un impulso a alguien cuyo trabajo requiere estar mucho tiempo de pie», según el Centro Vascular de Palma de Broward.

Deficiencia de vitamina B

Medline Plus cita que esta deficiencia ocurre cuando el cuerpo no recibe o no puede absorber la cantidad de la vitamina que el cuerpo necesita.

La deficiencia es común en personas que:

Y los niveles bajos de vitamina B12 pueden causar:

Qué otras vitaminas mejoran la circulación en las piernas

Además de la vitamina B, las vitaminas E, C y K son las más recomendadas para que obtengas una circulación saludable en tus piernas. La vitamina E posee beneficios humectantes. A su vez, aporta en las plaquetas sanguíneas para evitar que se peguen a las paredes de las venas y se formen coágulos de sangre. De manera natural, está presente en las almendras, semillas de girasol, mangos, salmón y trucha.

La vitamina C se destaca por la defensa inmunológica a través de la protección de las membranas y paredes venosas. Para incluir en tu cuerpo dosis de esta vitamina, puedes elegir alimentos como las naranjas, coles de Bruselas, kiwi, bayas, fresas, tomates y patatas. Le aportas a tu cuerpo cualidades antioxidantes para resguardar las membranas de los radicales libres que dañan las células.

En cuanto a la vitamina K, se destaca el potasio como mineral esencial para tareas en la circulación sanguínea. El Centro Vascular de Palma de Broward especifica que la vitamina K mantiene fuertes las paredes de los vasos sanguíneos e incluso puede ayudar a prevenir las venas abultadas.

Está muy presente en alimentos saludables como plátanos y aguacates. Se destaca, además, por ser un potente anticoagulante y ayuda a que la sangre circule con más fluidez por las venas, reduciendo la presión en el interior de las mismas.

Cómo reconocer si tienes mala circulación sanguínea

Por lo general, las personas que padecen problemas de circulación sanguínea en sus piernas perciben los síntomas de manera clara y contundente. Pero, de todas formas, es importante que, ante la presencia de molestias, dolores e inflamaciones en tus miembros inferiores, consultes con un especialista.

Según el Hospital Ochoa de Marbella, lo primero que notará una persona con problemas de circulación sanguínea es frío en las piernas y los pies. «Las otras señales que dan cuenta de una mala circulación son: aparición de varices, sensación de pesadez en las extremidades inferiores, hinchazón en las piernas y en los pies, úlceras y piel agrietada, molestias en las piernas, hormigueo, falta de crecimiento de vello en las extremidades inferiores, crecimiento lento de las uñas y dolor localizado en la zona pélvica», explican los especialistas.

En síntesis, para evitar padecer riesgos en la circulación sanguínea es elemental alimentarse saludablemente con proteínas, carbohidratos, grasas saludables y antioxidantes. A su vez, mantener un ritmo activo de ejercicios y entrenamientos, descansar adecuadamente y recordar la vitamina que debes tomar si quieres mejorar la circulación en tus piernas.

La hidratación es también importante y especialmente durante los meses con mayor calor porque es cuando más se pueden hinchar tanto piernas como manos y dedos. En todo caso, debemos tomar sobre 1 litro y medio de agua y controlar las veces que vamos al baño a orinar.

Si además hay alguna afección, hay que apuntar o registrar las veces que se toma agua y también se va al baño durante el día.

 

 

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