Soy psicólogo y esto es lo que significa que alguien ponga los brazos hacia atrás

Desde la psicología y la comunicación no verbal se interpreta como un signo de autocontrol y superioridad

Soy psicólogo y esto es lo que significa que alguien ponga los brazos hacia atrás

Las posturas corporales forman parte de nuestra comunicación no verbal y representan una serie de señales y mensajes ante las personas que compartimos un espacio. Por lo tanto, además de una acción física, se trata de un modo de comunicarnos. En este sentido, uno de los gestos que más intrigan a los expertos en lenguaje no verbal es el de poner los brazos hacia atrás. Se trata de un movimiento que puede observarse tanto en contextos formales como cotidianos y revela particularidades de la personalidad, el estado emocional y la intención del individuo. Desde la psicología y la comunicación no verbal se interpreta como un signo de autocontrol, autoridad o incluso inseguridad, dependiendo del contexto en el que ocurra.

Para diferentes expertos en comunicación no verbal, psicólogos e instituciones académicas, no existe una sola lectura posible. Por lo tanto, el significado varía según la postura general del cuerpo, el entorno y la relación con los demás. «Cuando alguien coloca los brazos hacia atrás, ya sea entrelazando las manos o sujetando una muñeca, está exponiendo el torso y el abdomen, zonas consideradas vulnerables desde una perspectiva biológica», mencionan referentes de la Universidad de Cambridge. También indican que exponer áreas del cuerpo asociadas con la vulnerabilidad suele relacionarse con una percepción de confianza y seguridad en uno mismo. Sin embargo, aseguran que, si el gesto se combina con rigidez o movimientos tensos, puede reflejar represión emocional o ansiedad contenida. «La clave está en analizar el conjunto del lenguaje corporal y no un solo elemento de forma aislada. En la práctica, poner los brazos hacia atrás puede expresar tanto dominio como autocontrol, distensión o reserva emocional, según la intención y la situación», afirman.

El significado de poner los brazos hacia atrás

Un gesto que proyecta autoridad

En entornos sociales o profesionales, este gesto suele asociarse con el poder y la autoconfianza. Según la Asociación Española de Comunicación No Verbal (ASENOVE), colocar los brazos detrás del cuerpo proyecta una imagen de dominio y calma.

«Se trata de una postura frecuente en líderes, docentes, jefes de equipo o figuras de autoridad que buscan mantener el control del espacio y transmitir seguridad»”, explican. Al mantener las manos alejadas de la vista, comunica que no siente amenaza y que confía en su entorno.

A su vez, indican que este lenguaje corporal puede reforzar la percepción de respeto y credibilidad ante los demás. La psicología social ha demostrado que la postura corporal influye en cómo los demás nos perciben y, a la vez, en cómo nos sentimos internamente.

El psicólogo Manuel Arango relata en su cuenta de TikTok que llevar los brazos hacia atrás es una señal de autocontrol o superioridad. «Cuando es autocontrol, el agarre tiende a ser más apretado, limitando la movilidad de los brazos», afirma.

Mientras que, si es superioridad, el agarre es más relajado, y tiende a ir acompañado del pecho hacia adelante y una mirada altiva. En este sentido, para Arango la postura de los brazos es una forma de comunicar emociones y deseos ante diferentes circunstancias.

¿Cuándo los brazos hacia atrás revelan contención?

El mismo gesto de colocar los brazos atrás de la espalda puede adquirir un significado opuesto en contextos de incomodidad o sumisión. Las autoridades del Departamento de Psicología Social de la Universidad Complutense de Madrid indican que entrelazar las manos por detrás puede ser una forma de contener impulsos o emociones, especialmente en momentos de tensión o nerviosismo.

A su vez, comentan que las manos sujetas detrás del cuerpo pueden servir como una postura de seguridad, una manera de mantener la compostura y evitar gestos impulsivos. En estos casos, el gesto no proyecta autoridad, sino autocontrol forzado o ansiedad reprimida.

También destacan que las expresiones corporales funcionan como un reflejo del estado interno. Si una persona adopta esta postura de manera habitual, especialmente en situaciones donde se siente evaluada o incómoda, podría estar buscando protege sus emociones sin recurrir a la postura clásica de cruzarse de brazos.

La influencia cultural y el contexto

El significado del gesto también depende de factores culturales y del entorno social. En países europeos, por ejemplo, esta postura suele asociarse con educación y respeto, especialmente en situaciones formales. En cambio, en entornos informales o culturas más expresivas, puede interpretarse como distancia emocional o frialdad.

Según la Asociación Europea de Psicología Social (EASP), el contexto define la intención comunicativa: un mismo gesto puede transmitir cercanía o rigidez dependiendo de las normas sociales del grupo.

Por eso, los psicólogos recomiendan observar el lenguaje corporal de manera integral, analizando elementos como la expresión facial, la orientación del cuerpo o el contacto visual. “Quienes mantienen los brazos hacia atrás mientras sonríen y sostienen la mirada probablemente se sientan relajados. Pero si evitan el contacto visual y mantienen el cuerpo rígido, es probable que estén reprimiendo una emoción o intentando mantener el control ante una situación incómoda”, explican.

 

 

 

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