Soy psicóloga y estos son los rasgos que comparten las personas que nunca hablan en los grupos de WhatsApp

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grupos de WhatsApp

El uso de los dispositivos portátiles como los móviles facilita determinados procesos de comunicación digital para tareas laborales y educativas. Una de las aplicaciones más utilizadas es WhatsApp, que permite enviar mensajes de textos, audios, archivos e información. También es frecuente que se conformen grupos según necesidades, intereses y temáticas. En ellos, hay integrantes que muestran poco interés, escasa presencia y participación. Hay una serie de rasgos y características que permiten conocer cómo es la personalidad de quienes nunca hablan en los grupos de WhatsApp. En ocasiones, el silencio prolongado despierta ciertas especulaciones en el resto de los participantes y existen determinadas razones desde la psicología que aclaran estas actitudes.

Según informes, estudios y análisis de comportamiento digital, el silencio y la falta de participación por parte de algunas personas en los chats grupales no puede atribuirse a una única causa. En este sentido, la personalidad, el estilo de comunicación, la salud mental, la edad, el tipo de grupo y el contexto cultural influyen en gran medida. Existen algunas personas que simplemente no encuentran valor en responder a todo lo que se dice; mientras que otras prefieren observar los mensajes o no disponen de tiempo para participar activamente. A su vez, algunos sienten ansiedad o incomodidad ante la posibilidad de ser malinterpretados. Se trata de un fenómeno frecuente que describe una nueva forma de socialización en entornos digitales. Los estudios sobre la comunicación digital muestran que quienes no participan en los grupos suelen tener un perfil introvertido, reflexivo y menos propenso a compartir su vida privada en entornos abiertos, incluso cuando se trata de amigos o familiares.

Cómo son aquellos que no hablan en los grupos de WhatsApp

Las personalidades más reservadas y observadoras

Según el Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP), las personas con actitud más introvertida tienden a evitar la exposición constante y prefieren la comunicación uno a uno o en espacios más íntimos. «Son individuos que priorizan la calidad por sobre la cantidad en sus interacciones, y muchas veces consideran que intervenir en un grupo puede ser superfluo o innecesario si no tienen algo relevante que decir».

Además, mencionan que el comportamiento está vinculado al “estilo de apego evitativo”. Es un patrón de vinculación que se caracteriza por mantener distancia emocional, evitar la dependencia y mostrarse autosuficiente.

Desde la Universidad de Navarra aseguran que las personas con este estilo suelen sentirse incómodas en espacios donde se espera una interacción frecuente y emocional, como sucede muchas veces en los grupos de WhatsApp. «El silencio no debe interpretarse como rechazo, sino como una forma de protección emocional o simplemente una forma distinta de relacionarse», afirman.

La ansiedad social y el temor a ser juzgados

También es frecuente que se presenten situaciones de ansiedad social, un trastorno que puede manifestarse incluso en contextos digitales. Por lo tanto, muchas personas sienten temor a decir algo que sea juzgado, malinterpretado o considerado irrelevante.

La Asociación Española de Psicología Clínica Cognitivo Conductual (AEPCCC) indica que la ansiedad social no solo se da en interacciones cara a cara, sino también en la escritura. «Quienes la padecen suelen repasar varias veces sus mensajes antes de enviarlos, temen hacer el ridículo o ser invisibles, y por tanto optan por el silencio como mecanismo de defensa».

Además, advierten que este tipo de ansiedad se ve amplificada en los grupos numerosos o heterogéneos, donde coexisten personas con distintos niveles de cercanía. En este tipo de grupos tan numerosos y diversos, las personas más reservadas y tímidas sienten que cualquier intervención puede ser observada y evaluada por decenas de personas, reforzándose la tendencia a no participar.

El efecto de la multitarea, las necesidades y prioridades

En varias oportunidades, las personas que no se muestran activas en los grupos de WhatsApp no le otorgan la misma relevancia que los demás integrantes. Por lo general, cuentan con otros canales de comunicación preferidos, como llamadas telefónicas y encuentros cara a cara.

A su vez, la actualidad y el ritmo de vida moderno exige constantemente dividir la atención entre el trabajo, la familia, los estudios y otras responsabilidades. Desde la Universidad Autónoma de Barcelona reflexionan sobre el uso del tiempo en la era digital, la saturación informativa y la hiper conectividad, que llevan a que muchas personas elijan y prioricen dónde y cómo participan.

«No hablar en un grupo de WhatsApp no es un acto de descortesía, sino una forma de gestión del tiempo y de la energía mental», aseguran. Las autoridades aclaran que estas personas pueden leer todo lo que se dice, estar informadas y hasta sentirse parte del grupo, aunque nunca lo expresen.

La importancia de respetar y validar el silencio

Si bien muchas personas intentan analizar las razones del silencio digital, no siempre es sinónimo de distanciamiento emocional ni desinterés. Por el contrario, en muchos casos, quienes no escriben en los grupos se mantienen igual de comprometidos con sus vínculos afectivos.

 

 

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