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El trastorno, llamado misofonía, apareció por primera vez en 2001, y consiste en la intolerancia a sonidos como masticar o tragar comida, pero también a otros tipos de ruidos. Hablamos de un trastorno neurológico en el cual ciertos sonidos específicos provocan una fuerte reacción emocional negativa en la persona que lo padece. Puede ser leve, pero a medida que pasan los años y la afección se intensifica, entonces ser más grave y atribuirse a muchos otros momentos y ruidos algo incómodos.
Diversos profesionales tratan este tema y comparten por qué puede haber incomodidad cuando alguien escucha a gente masticar. Por ejemplo, la psicóloga Cinthya González especifica en su cuenta de TikTok que los pacientes en consulta explican que casi nadie a su alrededor los entiende, que siempre se sienten solos e incomprendidos. González menciona que las situaciones cotidianas más simples pueden convertirse en un momento incómodo y tenso. Por lo tanto, una consulta con especialistas permite abordar el problema para generar un tratamiento específico cuando alguien está incómodo al oír quien mastica con la boca abierta.
Por qué alguien se incomoda al oír a la gente masticar
«Comer fuera o dentro de casa, como ver la tele con alguien que está resfriado o que respira fuerte, ir a trabajar y que haya gente que carraspee constantemente o que esté tecleando fuerte los botones del ordenador, hacer ruido se mastica con la boca abierta», según la psicóloga Cinthya González son hábitos que pueden provocar este problema.
Causas de la misofonía
Belén Picado Psicología destaca este tema y señala que todavía se desconoce qué causa exactamente la misofonía. Pero sí hay consenso en que se trata de un trastorno neurológico. Y también en que los estímulos auditivos son malinterpretados por el sistema nervioso central.
Los síntomas de quien no soporta oír al resto masticar
Las personas que tiene este problema y que se convierte, en el tiempo, en un trastorno psicológico como hemos visto, pueden tener toda clase de malestares fruto del sonido que oyen de las cosas de forma exagerada.
Así, Centro del Audífono da a conocer que tales personas tienen diversos síntomas como ira, enfado, temor y pánico solo al imaginar lo que les puede producir aquello que oyen.
Aparecen entonces aquellos síntomas más propios de la ansiedad, como son la sudoración, el temor, las palpitaciones, las conductas de evitación que están relacionadas con no ir a determinados lugares o quedar con personas. La persona tiende a aislarse y entonces es cuando surgen los problemas
El tratamiento para la misofonía
De igual forma que otros problemas parecidos, la misofonía también puede tratarse y reducirse, si bien los expertos comentan que no hay una cura total, tenemos técnicas al alcance.
Lo importante es establecer un buen diagnóstico, porque quien lo sufre no sabe que puede tener esa afección hasta que el tema se hace realmente insoportable. A partir de ahí debe darse la causa de ello porque no está nada clara. Los profesionales explican que una gran parte de los estudios afirman que muchas personas que tienen este problema además suelen tener también otros trastornos.
Por esto en el tratamiento hay que actuar sobre la causa e intentar evitar aquellos síntomas que lo relacionan y que a la vez tienen que ver con la ansiedad y otros.
La Universidad Europea destaca que existen diversas terapias que alivian los síntomas de la misofonía para mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen.
Uno de los tratamientos es la técnica de reparto neuronal (NRT), que consiste en conectar síntomas y estados de ánimo con el problema que creó ese trauma en el pasado para liberar emociones.
La terapia Tinnitus Retraining Therapy (TRT) es un recurso para probar en el tratamiento, en donde se le enseña al paciente a identificar los sonidos desencadenantes de los síntomas con algo agradable para eliminar la afección.
Diferencia entre misofonía e hiperacusia
Gaes explica que este concepto suele confundirse con la hiperacusia, que es la sensibilidad general al ruido versus un sonido que no es particularmente fuerte. Pero hay que destacar que la hiperacusia no es una excesiva sensibilidad a determinados ruidos, sino del nivel de ruido. Las personas con hiperacusia reaccionan con gran sensibilidad al ruido a niveles de volumen que otras personas encuentran completamente normales.