Contenido
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- 1 Qué quiere decir que una persona interrumpa siempre
La comunicación e interacción entre las personas resulta un proceso necesario para lograr vínculos y relaciones sociales basadas en el respeto y la empatía. Seguro que conoces personas que no dejan acabar de hablar y expresarse. Como que una persona interrumpa todo el rato. En ocasiones, se suelen presentar dificultades y obstáculos a partir de las actitudes. De esta manera, la construcción de procesos, proyectos, grupos y objetivos adquiere herramientas valiosas para favorecer el entendimiento de sus integrantes.
El Centro de Estudios Universitarios (CEDEU) indica que la comunicación efectiva en la actualidad es fundamental y que los líderes tienen que ser capaces de comunicar sus objetivos y sus ideas con claridad para mantener el compromiso y la alineación de su equipo. «Así mismo, deben saber transmitir la visión y la misión de la organización para que los colaboradores conozcan los valores de la institución. Todos estos requisitos logran generar un entorno de convivencia mucho más sana», afirman. Analizando los riesgos de las interrupciones de las personas y una mala comunicación, advierten que puede provocar disminución de los índices de motivación, la calidad del trabajo y la productividad pueden reducirse notablemente. A su vez, indican que los miembros tienden a perder el enfoque y los objetivos de la organización y, además, puede llegar a ocasionar frustraciones en los trabajadores y conflictos a la hora de llevar a cabo negociaciones.
Qué quiere decir que una persona interrumpa siempre
La Licenciada en Psicología, Verónica Mayado, explica en su web una serie de detalles sobre cómo son estas personas. “Aunque pueda parecer una falta de educación o incluso una señal de ego, la realidad es mucho más compleja”.
La profesional afirma que interrumpir no siempre nace de un acto consciente y que muchas veces nuestro cerebro nos juega una mala pasada. «Lo hace porque está diseñado para conectar, procesar y competir por el espacio en una conversación».
También indica que no se trata de malicia, sino que es neurología. «Mientras escuchamos, nuestro cerebro activa áreas responsables de la asociación de ideas, como el lóbulo temporal. Esto nos lleva a intervenir, no porque no nos interese la historia del otro, sino porque sentimos la urgencia de aportar algo relevante».
Impaciencia
Las personas suelen querer que las conversaciones avancen rápidamente y pueden interrumpir a otros porque sienten que ya saben lo que van a decir o porque desean tomar el control de la charla. Mónica Núñez, especialista en inteligencia emocional, afirma que esta causa también se genera cuando el que escucha quiere acelerar el ritmo de la persona que habla, haciendo que termine la idea lo más pronto posible.
¿Qué factores engloba este problema?
Mayado menciona que hay factores más terrenales que también juegan su papel. Uno es la ansiedad conversacional, que consiste en el miedo a olvidar lo que queremos decir.
Otro es la competitividad social, considerado como un instinto de querer sobresalir en el grupo que se está desarrollando la conversación.
A su vez, lo atribuye a cierta costumbre cultural según el contexto, en donde interrumpir es una práctica muy frecuente y cotidiana, como es el caso de las reuniones familiares y el momento de la sobremesa.
¿Qué pasa en la mente cuando una persona interrumpa?
El cerebro presenta un rasgo de multitarea para procesar y pensar a la vez, según Mayado. En este sentido, comenta que, cuando alguien nos cuenta algo, nuestro cerebro no se limita a escuchar pasivamente si no que procesa la información en varios niveles.
Por ejemplo, relaciona lo que oímos con experiencias propias, predice hacia dónde va la historia y decide si tiene algo relevante que aportar. Otro factor es el miedo a perder el momento perfecto para hablar. “Este comportamiento está ligado a la memoria de trabajo, que tiene una capacidad limitada y tiende a borrar datos si no los usamos rápidamente”.
La inseguridad en las personas
Según la especialista, el acto de interrumpir también puede mostrar una inseguridad oculta. Para algunas personas la interrupción puede ser una forma de confirmar que tiene algo importante a decir.
«Sin embargo, este hábito puede tener el efecto contrario: las personas que no pueden seguir hablando sienten que no se les valora o, peor aún, que no se las escucha».
¿Cómo influye el contexto en las conversaciones?
La doctora en Lingüística de la Universidad de Stanford, Katherine Hilton, considera que lo que la gente percibe como una interrupción varía sistemáticamente entre los distintos hablantes y actos de habla.
«Los propios estilos de conversación de los oyentes influyen en si interpretan el habla simultánea y superpuesta como interrumpida o cooperativa. Todos tenemos diferentes opiniones sobre cómo se supone que debe desarrollarse una buena conversación», sostiene Hilton.
Como vemos, las características de cómo son las personas que interrumpen siempre muestran razones neurológicas, sociales, culturales y del contexto situado de la conversación.