A medida que pasan los años, el cuerpo cambia, y la mente también. Algunas personas empiezan a olvidar lo que dijeron hace unos minutos. Otras sienten que su energía social ya no es la misma. Y muchas, simplemente, notan que ya no procesan todo tan rápido como antes.
Aunque en la mayoría de los casos no es motivo de alarma, sí conviene prestar atención. No tanto para preocuparse, sino para actuar. Y hay una actividad social recomendada para los mayores de 65 años por sus efectos en la memoria, el ánimo y en la respiración.
Esta es la mejor actividad social que mejora memoria y respiración a los 65 años
No se trata del teatro ni de bailes, sino de coros y grupos musicales. Esta actividad no es únicamente cantar, sino que implica coordinación, control de la voz y conexión con el grupo, lo que la convierte en un entrenamiento para cuerpo y cerebro.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Helsinki, publicado en 2021, analizó a 162 personas mayores de 60 años (106 de ellas cantantes de coro activos) y comparó sus resultados con un grupo control.
Los datos mostraron que quienes cantaban de forma regular presentaban mayor agilidad verbal, mejor integración social y, según el tiempo que llevaban en el coro, incluso una percepción más positiva de su salud general. Curiosamente, quienes se habían incorporado más tarde eran quienes mejor se sentían físicamente.
Asimismo, los investigadores observaron que el canto en grupo generaba un entorno especialmente estimulante en lo emocional y lo social. La dinámica de los ensayos, el trabajo en equipo y la preparación de actuaciones ofrecían a los participantes una rutina con propósito, algo que favorecía el compromiso y el bienestar.
Cantar en grupo obliga a respirar de manera controlada y profunda. Esto fortalece el sistema respiratorio, mejora la oxigenación y contribuye a una mayor vitalidad. Además, al seguir ritmos, recordar letras y adaptarse a los demás, se activa el cerebro de una forma poco habitual. Esa exigencia constante es una aliada contra el deterioro cognitivo.
Otros beneficios de cantar en un coro
Hay algo más que salud en el acto de cantar con otros. Los ensayos, las actuaciones, las risas antes de empezar y el silencio compartido después de una canción, tejen un entorno donde es difícil sentirse solo. El coro no sólo entretiene, sino que crea comunidad.
Desde el punto de vista emocional, cantar libera serotonina y dopamina, neurotransmisores asociados con el bienestar. También ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Eso se nota, pues los participantes suelen declarar sentirse más tranquilos, con mejor ánimo y con más confianza en sí mismos.
A nivel físico, hay mejoras en la coordinación, el equilibrio y la fuerza muscular. Porque aunque parezca algo estático, cantar bien implica sostener posturas, controlar el abdomen y manejar el diafragma. Todo esto sin que parezca ejercicio.
Por otro lado, está el valor de sentirse parte de algo. Muchos mayores que se integran en coros descubren que esa cita semanal no es sólo un pasatiempo. Es una excusa para salir de casa, una fuente de motivación y, en muchos casos, el momento favorito del día.