La forma en la que cierras el puño dice mucho de ti: los psicólogos lo confirman

Psicología

La forma en la que cierras el puño dice mucho de ti: los psicólogos lo confirman

La comunicación no verbal juega un papel fundamental en nuestras interacciones diarias. Gestos, posturas y expresiones faciales dicen mucho de lo que somos, incluso más que las palabras que usamos. Entre estos gestos, las manos y cómo cierras el puño son quizás las más expresivas, ya que nos acompañan constantemente, tanto al hablar como al escuchar. Cada movimiento, cada postura de la mano tiene un significado oculto que revela aspectos profundos de nuestra personalidad.

El Instituto Europeo de Psicología Positiva explica que «el lenguaje corporal es una manera de comunicación no verbal, basada en los gestos, las posturas, los movimientos del cuerpo y del rostro para trasmitir información. Cuando hablamos, acompañamos esas palabras con movimientos corporales y de manera gestual». En este sentido, una de las formas más sencillas y reveladoras de interpretar a una persona es observar cómo cierra su puño, pues esta acción refleja características de su temperamento, control emocional y estilo de vida. A lo largo de la vida, nuestras manos se convierten en un medio de expresión involuntario, transmitiendo emociones que no siempre somos conscientes de mostrar. Existen varias formas de cerrar el puño, cada una asociada con un tipo de personalidad distinto y a una persona.

Qué significa la forma de cerrar el puño

Hay distintos tipos: por ejemplo, un puño apretado con fuerza puede indicar una persona con una gran necesidad de control y disciplina, mientras que un puño cerrado de manera más relajada podría reflejar a alguien con un temperamento más calmado y flexible.

Estos gestos se suman a una compleja red de signos no verbales que ayudan a definir la psicología detrás de cada persona, lo que nos ofrece una visión única de su interior.

La importancia de los gestos de las manos

Las manos son uno de los canales más expresivos de la comunicación no verbal, ya que las usamos constantemente para transmitir emociones y estados de ánimo. Los gestos que hacemos con ellas no solo sirven para enfatizar lo que decimos, sino que también funcionan como un reflejo de nuestros pensamientos y sentimientos más profundos.

Desde el modo en que las movemos hasta la forma en que cerramos un puño, todo esto transmite información valiosa sobre nuestra personalidad. Por ejemplo, una persona que gesticula mucho mientras habla puede ser vista como alguien extrovertido o apasionado, mientras que alguien que mantiene sus manos quietas podría ser percibido como reservado o reflexivo.

Uno de los gestos más reveladores, pero muchas veces inconscientes, es la manera en que cerramos el puño. Este simple movimiento puede reflejar nuestra reacción ante el estrés, la inseguridad o la necesidad de control. Sin darnos cuenta, nuestro cuerpo puede expresar más de lo que somos a través de estos pequeños detalles.

Por lo tanto, comprender las diferentes maneras de cómo mostramos el puño  y cómo estos están relacionados con nuestra personalidad puede ayudarnos a conocer mejor tanto a nosotros mismos como a los demás.

Las diferentes formas de cerrar el puño

Aunque todos conocemos el gesto de cerrar el puño, existen varias formas de hacerlo. Cada una de ellas puede tener un significado diferente, dependiendo de la cantidad de tensión que se aplique, la postura de los dedos, y el contexto en el que se realiza:

Los tipos de personalidad

Cada tipo de puño revela características de nuestro temperamento, control emocional y estilo de vida. Los tipos de personalidad más comunes según este destacado gesto son:

Puño cerrado con fuerza

Personas decididas, controladoras y con una gran necesidad de estructurar su entorno. A menudo son perfeccionistas y tienen altos estándares tanto para sí mismos como para los demás. Este tipo de puño puede indicar que la persona busca tener control en su vida y teme perderlo.

Semicerrado

Personas más flexibles, que se adaptan fácilmente a diferentes situaciones, pero que también pueden ser indecisas en momentos críticos. Este tipo suele estar asociado con individuos que prefieren mantenerse en una posición neutral hasta estar completamente seguros de qué camino tomar.

Puño relajado

Suelen ser personas más tranquilas, relajadas y con un buen control sobre sus emociones. Sienten una confianza tranquila y no buscan la confrontación. Las personas con este tipo suelen ser equilibradas y tener una visión más positiva de la vida.

Puño con el pulgar hacia abajo

Personas que pueden sentirse inseguras, tímidas o temerosas en ciertos contextos. Este tipo según las manos puede indicar una falta de confianza o un intento por ocultar inseguridades. También puede señalar un deseo de control, pero con un enfoque más defensivo.

Con el pulgar hacia arriba

Entonces hablamos de personas optimistas, con una actitud positiva hacia la vida. Este tipo de puño indica confianza y autovaloración. Las personas con esta postura tienden a ser líderes naturales, con una buena dosis de autoestima.

Gestos según cada sociedad

Como vemos, cada persona actúa de una forma distinta y ello viene causado por la herencia y factores sociales y culturales. El país en el que vivimos también indica mucho del lenguaje no verbal.

Por ejemplo, en Japón, hay que destacar que ciertos gestos en la cara se usan como parte del lenguaje cotidiano que no precisamente tienen emociones ocultas. Esto demuestra que resulta importante evitar generalizaciones y comprender que los movimientos del cuerpo están mediados por las normas sociales y los hábitos aprendidos en cada comunidad.

Mientras que en la cultura mediterránea hay otro tipo de comunicación, mucho más cercana, de tocar al otro y sentirse más arropado con ello.

 

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