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La felicidad es una de las experiencias más deseadas por todos, pero, a menudo, resulta difícil de definir o alcanzar. En su forma más simple, la felicidad puede describirse como un estado emocional positivo, caracterizado por el placer, la satisfacción y la calma. Sin embargo, lo que nos da felicidad varía significativamente de una persona a otra. Para algunos, es la realización de metas personales o profesionales, para otros, la conexión con sus seres queridos o la experiencia de momentos de tranquilidad. Encontrar qué nos hace verdaderamente felices es un proceso personal y único, que requiere introspección y un enfoque consciente.
No existe una fórmula única para alcanzar la felicidad, pero investigaciones recientes han dado conclusiones que nos pueden hacer entender algo mejor qué factores influyen en nuestro bienestar y cómo podemos cultivarlo en nuestra vida cotidiana. El Estudio de Harvard sobre el Desarrollo de Adultos, una investigación del psicólogo y psicoanalista Robert Waldinger, es uno de los proyectos más largos y completos sobre la felicidad y la vida adulta. Este estudio ha demostrado que las relaciones interpersonales juegan un papel siempre destacado en nuestro bienestar emocional. Las personas que mantienen relaciones cercanas y saludables, tanto con familiares como con amigos, experimentan niveles más altos de satisfacción y felicidad a lo largo de sus vidas. Contrariamente a lo que muchos creen, el dinero, el éxito material o incluso la fama no son los factores clave para la felicidad. Así, podemos concluir que la felicidad no se encuentra en cosas externas o efímeras, sino en la calidad de nuestras relaciones y en el sentido de propósito que cultivamos cada día. Al integrar estos elementos en nuestra vida, podemos entonces llegar a un bienestar duradero y genuino.
La clave de la felicidad según Harvard
Un estudio de Frontiers in Psychology afirma que «aunque la definición de felicidad tiene una larga historia y se remonta a argumentos filosóficos y a la búsqueda de sabiduría práctica, en los tiempos modernos, la felicidad se ha equiparado al hedonismo. Se basa en la consecución de un placer inmediato, en la ausencia de afectos negativos y en un alto grado de satisfacción con la propia vida».
Desde el punto de vista psicológico, se puede definir como un estado emocional positivo que resulta de experiencias de placer, satisfacción y bienestar general. Es una sensación subjetiva, y lo que puede hacernos sentir felices a unos, puede no serlo para otros, como hemos apuntado.
Ahora bien, la felicidad también implica la sensación de estar en paz con uno mismo, de tener un propósito en la vida y de mantener relaciones significativas.
¿Qué nos produce felicidad? Lo que la ciencia dice
Relaciones personales saludables
El citado Estudio de Harvard sobre el Desarrollo de Adultos ha demostrado que la clave para una vida feliz y satisfactoria no está en el dinero, el estatus social o el éxito profesional, sino en las relaciones interpersonales. Aquellas personas que mantienen relaciones cercanas y de apoyo, tanto con familiares como con amigos, tienen mayores niveles de felicidad y bienestar a lo largo de su vida.
El Dr. Robert Waldinger, director del estudio, expresa: «participar en actividades que me importan con personas que me importan».
El estudio también ha mostrado que las personas que experimentan conflictos prolongados en sus relaciones personales o que están aisladas socialmente tienen una mayor probabilidad de sufrir de problemas de salud mental y física.
«Sabemos que el estrés es parte de la vida. Lo que creemos que ocurre es que las relaciones ayudan a nuestro cuerpo a gestionar y recuperarse del estrés. Creemos que las personas que se sienten solas y socialmente aisladas permanecen en una especie de modo crónico de lucha o huida en el que, en un nivel bajo, tienen niveles más altos de hormonas del estrés circulantes como el cortisol, niveles más altos de inflamación y que esas cosas desgastan gradualmente diferentes sistemas corporales», afirma Waldinger en el Estudio de Harvard sobre el Desarrollo de Adultos.
Esto resalta la importancia de rodearse de personas con las que podamos compartir nuestros momentos buenos y malos, y de invertir tiempo y energía en fortalecer nuestras relaciones.
Propósito y sentido de la vida
Otro aspecto crucial para lograr la felicidad es tener un propósito en la vida. Las personas que sienten que su vida tiene un propósito experimentan una mayor satisfacción general.
Por lo tanto, tener metas claras y un sentido de dirección nos da un sentido de logro y bienestar, ya sea en el trabajo, los pasatiempos y los vínculos personales.
Salud física y bienestar emocional
No se puede hablar de felicidad sin mencionar la salud. La conexión entre cuerpo y mente es profunda: cuando nos sentimos bien físicamente, es más probable que experimentemos bienestar emocional.
Por esto los expertos de diversos ámbitos aconsejan realizar ejercicio regular, nutrirse de una dieta equilibrada, adoptar el descanso adecuado y poder controlar la gestión del estrés son fundamentales para mantener un equilibrio emocional.
Consejos para cultivar la felicidad
- Construye relaciones significativas: invierte tiempo en tus amigos y familiares. Las relaciones de calidad son fundamentales para tu felicidad.
- Establece tus propósitos: identifica lo que te apasiona y busca actividades que te den un sentido de propósito, ya sea en tu carrera o en tus pasatiempos.
- Medita: la atención plena te ayudará a vivir en el presente y a reducir el estrés, lo que favorece el bienestar emocional. No todo el mundo sabe hacerlo pero existen alternativas a la meditación para hacernos sentir mucho mejor.
- Haz ejercicio: ya nombrado, es vital mantenerte activo físicamente no solo mejora tu salud, sino también tu estado de ánimo y energía.
Con estos consejos y lo que dice la ciencia sobre cómo conseguir la felicidad, vemos que no es algo complicado ni inalcanzable. Se trata de cosas básicas y comunes que todos podemos hacer y que sabemos que nos hacen bien pero que no realizamos por el día a día y la falta de tiempo que tenemos.
La ciencia dicta y nosotros debemos orientar y adoptar tales mensajes. ahora bien, si tenemos muchas dificultades, entonces podemos buscar ayuda.