Contenido
- 0.1 La razón por la que estar solo es positivo para la salud: los expertos lo confirman
- 0.2 El hábito que hacen todas las parejas cuando se van a la cama y está acabando con la relación
- 0.3 ¿Por qué miramos el móvil constantemente, según la psicología?
- 1 ¿Cuáles son las consecuencias de dar demasiados regalos a los niños?
- 2 ¿Cuál es la cantidad óptima de regalos para los niños en Navidad?
- 3 La regla de oro para elegir los regalos de los niños
- 4 ¿Qué alternativas existen para limitar el número de regalos a los más pequeños?
Da igual que en casa prefiramos a Papá Noel o a los Reyes Magos. Todas las familias nos acabamos enfrentando anualmente al problema de la acumulación y exceso de regalos que reciben nuestros hijos por estas fechas.
Es cierto que, en ocasiones, los comportamientos de los familiares más lejanos son difíciles de controlar. Pero no es menos cierto que, otras veces, los propios padres, madres o abuelos somos los principales culpables de esta situación.
En este sentido, la psicóloga Patricia Gutiérrez Albadalejo, creadora y fundadora de la plataforma Familiando, advierte de las duras consecuencias que puede tener en nuestros hijos la recepción de regalos sin mesura ni control alguno. «Muchos niños terminan por no abrir todos los paquetes, debido al exceso de bultos con que se encuentran en poco tiempo. O incluso acaban jugando con la caja o con el papel de burbujas y no con el regalo propiamente dicho. Cuando tienen muchos regalos, dejan de valorarlos.»
La psicóloga va un paso más allá y afirma que «la educación en el no consumo debería ser una prioridad para las familias».
¿Cuáles son las consecuencias de dar demasiados regalos a los niños?
Gutiérrez Albadalejo es tajante en este aspecto: «Les estamos lanzando sin querer un mensaje muy claro: todo lo que quieres lo vas a tener. Y los adultos sabemos que eso no sucede en la vida real, incluso cuando realmente nos esforzamos para conseguirlo. Debemos cultivar en los niños la paciencia y la tolerancia a la frustración».
Patricia Gutiérrez asegura que «es complicado establecer un número óptimo de regalos, ya que las realidades familiares son muy variadas. Sin embargo, es necesario limitar la cantidad para evitar que la familia extensa, los amigos e incluso nosotros mismos terminemos generando un exceso de obsequios».
Como es natural, el número óptimo de regalos no puede ser el mismo para todos los niños ni para todas las situaciones, aunque los psicólogos coinciden en afirmar que las familias muy extensas (en especial aquellas con muchos hermanos) son las que más esfuerzo deben hacer por ponerse de acuerdo y realizar regalos conjuntos.
La regla de oro para elegir los regalos de los niños
Aunque no se pueda fijar un número exacto de regalos, sí que existen algunas reglas para mantener esa cifra alrededor de los cuatro o cinco, que en condiciones normales debería ser suficiente. Las más aceptadas son estas:
- Algo que necesiten: regalar cosas útiles, aparte de una práctica coherente desde el punto de vista adulto, ayudará a que el regalo «dure» más tiempo en la vida del pequeño. La ropa o los zapatos son una buena opción en este sentido.
- Uno o dos regalos que realmente deseen: por ejemplo, las cosas que hayan escrito en su carta a los Reyes Magos.
- Un regalo sorpresa o inesperado: si solo se les regala lo que han pedido, acaban perdiendo valor y además limita su capacidad de sorprenderse o ilusionarse con la magia de la Navidad.
- Algo para leer: aunque no sea estrictamente necesario o no lo hayan pedido, fomentar el hábito de la lectura siempre traerá consecuencias positivas para ellos en el largo plazo.
Alrededor de esta propuesta se puede articular un esquema de regalos adecuado para todos los niños, ilusionante, y que no proyecte consecuencias negativas sobre su personalidad en el futuro.
¿Qué alternativas existen para limitar el número de regalos a los más pequeños?
Si echamos mano de nuestra imaginación, veremos que no es tan complicado reducir el número de regalos que reciben nuestros hijos en estas fechas. Aquí van algunas ideas:
- Experiencias: Regala experiencias en lugar de objetos. Pueden ser entradas para un parque temático, una película, una obra de teatro (suele haber muchas orientadas al público infantil por Navidad), una actividad al aire libre o una clase de algo que les interese o les guste mucho.
- Regalos en grupo: Organiza un regalo conjunto con familiares o amigos. Esto permite que el niño reciba un regalo quizá de mayor valor, evitando la acumulación de muchos.
- Regalos educativos: Opta por regalos que fomenten el aprendizaje, como un libro, un juego de mesa educativo o un kit de ciencia. Aunque ocupen espacio, al menos acaban teniendo un valor añadido sobre la educación de su destinatario.
- Donaciones: Enseña a los niños el valor de la generosidad. Por ejemplo, a cambio de recibir un regalo nuevo pueden elegir donar un juguete que ya no usan a otros niños necesitados.
- Suscripciones: También es buena idea regalar una suscripción a una revista, un club de libros o una plataforma de aprendizaje online. Cualquiera de estos regalos «no físicos» les va a proporcionar no solo entretenimiento sino también aprendizaje durante todo el año.
- Juntar regalos: un gran regalo es mejor que muchos pequeños obsequios sin valor. ¿Tus hijos tienen muchos tíos o muchos primos? Pues es la ocasión ideal para hacerles ese gran regalo que llevan tiempo anhelando pero que se sale del presupuesto.
Estas alternativas no solo limitan la cantidad de regalos, sino que incluso pueden mejorar significativamente la experiencia navideña de los más pequeños, sin disminuir ni un ápice su alegría e ilusión.