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En una relación, el contacto físico es una de las formas más directas de expresar cariño, apoyo y conexión emocional. Sin embargo, cuando este contacto disminuye o se evita, pueden surgir dudas sobre el estado y la profundidad del vínculo.
Los psicólogos han estudiado las implicaciones de evitar el contacto físico en una relación y han identificado patrones que podrían aclarar este comportamiento. Desde el punto de vista de la psicología, el contacto físico es muy importante ya que te ayuda a sentirte conectado y seguro con los demás. Por otra parte, es una forma muy eficaz de comunicación no verbal y es beneficioso para la salud mental.
Hay ciertas circunstancias y características personales que pueden hacer que este contacto sea invasivo y amenazador para muchas personas. ¿Quieres descubrir por qué? Estos es lo que dicen los expertos.
Las razones por las que algunas personas evitan el contacto físico
Para algunas personas, el contacto físico puede ser amenazador o incómodo. Por ello, lo evitan en sus relaciones. Esto puede deberse a una serie de patrones personales, culturales o incluso a problemas que no han abordado. La psicóloga Elena Sanz señala en Lamenteesmaravillosa.com las causas más frecuentes.
1. Estilo de crianza
El modo en el que nos comunicamos, expresamos y mostramos afecto físico está muy relacionado con el modo en el que hemos sido criado por nuestros familiares. Si has crecido en un núcleo familiar con carencia de afecto físico, es probable que hayas adoptado esta misma actitud en tus relaciones personales.
2. Baja autoestima e inseguridades
Si eludes el contacto físico en tu relación, es posible que se deba a una baja autoestima e inseguridades. Según esta experta en psicología, «las personas más inseguras se sienten amenazadas ante la cercanía con otros, ya que, de algún modo se sienten más expuestas, y esto resulta especialmente amenazador si la persona sufre ansiedad social«.
3. Patrones culturales
El entorno en el que te crias y creces es fundamental. En varias culturas el contacto físico se restringe y se coarta. Entonces, lo más probable es que adoptes estas actitudes en tus relaciones sociales.
4. Miedos y fobias
Hay personas que evitan el contacto físico porque tienen fobias a la suciedad, contagio de ciertas enfermedades y a los gérmenes, entre otras. Estos problemas les pueden generar estrés y ansiedad.
5. Traumas y abusos
Si las personas han sufrido traumas o abusos sexuales con anterioridad, es probable que rechace cualquier contacto físico por miedo a que vuelva a ocurrirle lo mismo. Por ello, suelen tener actitudes de rechazos en los demás.
6. Autoimagen y conciencia corporal
La imagen que tengas de ti mismo es fundamental. Si una persona se siente mal consigo misma por su aspecto físico, puede sentirse inferior e indigna del contacto físico en sus relaciones. Según esta psicóloga, «estas sensaciones de desagrado pueden aparecer también en individuos con poca conciencia corporal, que no suelen escuchar a su organismo ni estar en contacto con él».
El contacto físico es necesario y evitarlo puede tener consecuencias negativas. Este contacto puede transmitir afecto, aprobación y empatía, así como otras emociones y mensajes no verbales. Éste reduce los niveles de estrés y mejora la salud y el sistema inmune. Por último, hay que destacar que favorece las relaciones sociales.