Ni azul ni blanco: los mayores de 65 años deberían usar mucho más este color, según la psicología

Mantener un equilibrio emocional y mental es clave para gozar de una buena calidad de vida. Aunque a menudo se buscan soluciones en la medicina o en la rutina física, pocas veces se considera el impacto del entorno visual en la salud mental.

Según los especialistas en psicología del color, hay una tonalidad en especial que puede ser un poderoso aliado emocional para los mayores de 65 años. ¿Quieres saber cuál?

El color que impulsa el bienestar emocional en la tercera edad

Los colores pueden influir profundamente en nuestras emociones, estados de ánimo y bienestar. El verde, tradicionalmente asociado a la naturaleza, transmite calma, estabilidad y esperanza. Sus beneficios no se limitan a lo estético, sino que actúa también como una herramienta psicológica para aliviar el estrés, fomentar la serenidad y reforzar el estado de ánimo, aspectos fundamentales en esta etapa de la vida.

Diversos estudios han demostrado que el verde tiene la capacidad de inducir sentimientos de tranquilidad y renovación. Según la Asociación Multisectorial de Jardinería de Andalucía (AMJA), este color está profundamente conectado con el medio ambiente, la seguridad y el crecimiento emocional.

En contextos sanitarios, por ejemplo, su uso frecuente en logotipos y espacios de recuperación no es casualidad. A este color se le atribuyen efectos positivos sobre el cuerpo y la mente.

Desde la psicología, se considera un color capaz de estabilizar las emociones, ideal para combatir sensaciones de ansiedad, decaimiento o estrés. La plataforma Unionn, especializada en contenidos de bienestar, destaca que el verde aporta frescura, vitalidad y equilibrio, siendo especialmente útil para personas que buscan reconectar con su entorno interior o físico.

Estos son los beneficios de los espacios verdes para la salud mental

No se trata solo de rodearse del color verde en objetos o prendas. Su presencia en el entorno natural tiene efectos incluso más poderosos. Investigaciones publicadas en la revista Nature indican que el contacto visual con parques, jardines y paisajes vegetales puede reducir el estrés, mejorar el ánimo y aumentar la autoestima. Esta interacción sensorial con la naturaleza resulta especialmente beneficiosa en edades avanzadas.

Durante la pandemia, la imposibilidad de acceder a espacios naturales afectó gravemente la salud mental de muchas personas mayores. Por el contrario, quienes pudieron disfrutar de áreas verdes reportaron mayor motivación, mejor humor y sensación de libertad. Caminar entre árboles o simplemente observar sus hojas ha demostrado tener un efecto terapéutico natural.

Además, la proximidad a zonas verdes (según estudios urbanos) se vincula directamente con mayores índices de satisfacción y bienestar general, sobre todo si estas se encuentran a menos de 250 metros del hogar. Esta cercanía puede ser determinante en el estilo de vida de los mayores.

El verde no es un color único, sino un espectro con numerosas variaciones. Desde el verde lima, asociado a la energía y la juventud, hasta el verde oscuro, que inspira estabilidad y madurez, cada tonalidad aporta matices emocionales distintos.

Utilizarlo estratégicamente (en la decoración, la vestimenta o los espacios públicos) puede ayudar a construir entornos más estimulantes y acogedores para los adultos mayores.