Contenido
- 0.1 Test psicológico: elige tu superpoder favorito y descubre en 45 segundos si eres una persona tímida y solitaria
- 0.2 Test de personalidad: escoge un ojo y descubre en menos de 60 segundos si eres una persona hermética
- 0.3 ¿Qué significa llevar la bandera de España en el casco de la moto, según la psicología?
- 1 Interpretaciones psicológicas sobre no hacer la cama
- 2 ¿Cuáles son las consecuencias de no hacer la cama?
La sociedad suele dividirse en dos grupos: quienes consideran imprescindible hacer la cama cada mañana y quienes nunca lo hacen, ya sea por vagancia, «falta de tiempo» o simplemente negación. Esta costumbre, que puede parecer insignificante, ya fue analizada por la psicología, revelando posibles rasgos de personalidad asociados a esta acción cotidiana.
Numerosos estudios han destacado la importancia de hacer la cama como un hábito beneficioso para la salud mental. Un ejemplo es el libro Hazte la cama, de William H. McRaven, donde se defiende que cumplir con este pequeño objetivo cada día ayuda a establecer rutinas y fomentar la disciplina. Sin embargo, otras investigaciones sugieren que dejar la cama sin hacer podría tener ventajas inesperadas. A continuación, se exponen las conclusiones extraídas sobre el significado de esta práctica.
Interpretaciones psicológicas sobre no hacer la cama
La psicología ha identificado varios patrones de comportamiento y personalidad en quienes optan por no hacer la cama cada mañana. Estas son algunas de las posibles explicaciones:
- Falta de una rutina definida: quienes no hacen la cama suelen carecer de una estructura clara en su rutina matutina. En muchas ocasiones, apuran los minutos antes de salir de casa, dejando esta tarea relegada a un segundo plano.
- Necesidad de control del entorno: algunos expertos consideran que no hacer la cama puede ser una manifestación de rebeldía. Se trata de una decisión consciente para ejercer control sobre el propio espacio sin influencias externas.
- Creatividad y pensamiento libre: la forma en que una persona organiza su hogar puede reflejar aspectos de su personalidad. En este caso, no hacer la cama podría asociarse con individuos creativos, espontáneos y con una visión menos estructurada de la vida cotidiana.
- Tendencia a la procrastinación: este hábito podría indicar una predisposición a aplazar ciertas responsabilidades. No hacer la cama puede ser parte de un patrón más amplio de postergación en otras áreas, como el trabajo o los estudios.
- Rechazo a las normas sociales: desde la infancia, hacer la cama es una norma social impuesta en muchos hogares. No realizar esta tarea podría ser una forma de desafiar estas reglas y mostrar inconformidad con ciertas obligaciones.
- Prioridad en el bienestar personal: para algunas personas, el tiempo que podrían invertir en hacer la cama es más valioso si se destina a otras actividades, como disfrutar de un desayuno sin prisas o realizar una breve meditación antes de iniciar el día.
- Desorden generalizado: en algunos casos, no hacer la cama simplemente refleja una actitud despreocupada hacia el orden del hogar, sin una intención psicológica detrás.
¿Cuáles son las consecuencias de no hacer la cama?
Por una parte, existen posturas encontradas sobre si hacer la cama es una práctica beneficiosa o no. Es muy curioso lo que vas a leer ahora, pero un estudio de la Universidad de Kingston sugiere que dejar la cama sin hacer podría ayudar a prevenir problemas respiratorios.
Según sus investigaciones, una cama sin ventilar favorece la proliferación de ácaros, organismos microscópicos que pueden desencadenar alergias y asma.
Y, por otra parte, lo que plantea el modelo de los Cinco Grandes Rasgos de Personalidad (Big Five), es que quienes no hacen la cama podrían puntuar más bajo en responsabilidad (conscientiousness) y más alto en apertura a la experiencia (openness to experience). Esto refuerza la idea de que quienes no realizan esta tarea pueden tener un estilo de vida más espontáneo o creativo.
Pero de lo que no quedan dudas, es que muchos expertos en organización y psicología sostienen que mantener la cama ordenada contribuye al bienestar mental. Este gesto puede influir en la percepción del espacio personal, generando sensaciones de orden y control sobre el entorno.