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Hay quien realiza una ducha rápida cada día y los que necesitan su tiempo y requieren hacerlo por la noche para poder recrearse. Sea como sea, debes saber que el tiempo que pasas en la ducha revela muchas cosas de tu estado mental. Sabes que la ducha es un momento de relax, desconexión, o bien algo que se hace de forma rápida, especialmente si queremos gastar menos agua, ese bien tan preciado que hay que preservar.
En concreto, se destaca que un estudio de investigadores de la Universidad de Yale ha dado a conocer cómo puede ser nuestro estado de ánimo según el tiempo que pasemos en la ducha. Un grupo de 51 personas, de edades comprendidas entre 18 y 45 años, tuvieron que cumplimentar un cuestionario sobre sus rutinas de higiene diarias y si estaban solas o no. En general, y a falta de profundizar más sobre ello, vieron que quienes estaban o se sentían más solos entonces se bañaban más a menudo.
Qué dice de ti el tiempo que pasas en la ducha
Este estudio necesita de mayores investigaciones para dar muchas mas conclusiones sobre los hábitos y nuestro estado mental.
Para poder alargar el proceso, los investigadores también hicieron las mismas preguntas a personas que tenían entre 19 y 65 años, ampliando así el rango de edad del anterior estudio.
Aunque los resultados eran similares en mismas edades, sí se vio que en las personas más mayores la cantidad de tiempo en que se duchaban no se relacionaba con la soledad.
Otros estudios sobre las rutinas de higiene y ducha
Otros estudios dan más informaciones sobre nuestras rutinas diarias. El estudio de la Universidad de Harvard del experto Robert H. Shmerling concluyó que quienes se bañan con frecuencia, es decir, todos los días, lo hacen porque se preocupan por su higiene, por oler bien, etc. pero quienes tenían piel sensible realmente era mejor que no se ducharan a diario si querían mantener la salud de la piel.
El estudio de Harvard da a conocer que:
- La piel puede secarse, irritarse o picar.
- La piel seca y agrietada puede permitir que las bacterias y los alérgenos rompan la barrera que se supone que debe proporcionar la piel, permitiendo que se produzcan infecciones cutáneas y reacciones alérgicas.
- Los jabones antibacterianos pueden matar las bacterias normales. Esto altera el equilibrio de los microorganismos de la piel y fomenta la aparición de organismos más resistentes y menos amigables que son más resistentes a los antibióticos.
- Nuestro sistema inmunológico necesita una cierta cantidad de estimulación por parte de microorganismos normales, suciedad y otras exposiciones ambientales para crear anticuerpos protectores y «memoria inmune». Esta es una de las razones por las que algunos pediatras y dermatólogos desaconsejan los baños diarios de los niños. Los baños o duchas frecuentes a lo largo de la vida pueden reducir la capacidad del sistema inmunológico para realizar su trabajo.
- En cuanto a la frecuencia ideal de baño o ducha, no existe una frecuencia ideal, los expertos sugieren que ducharse varias veces por semana es suficiente para la mayoría de las personas (a menos que esté sucio, sudoroso o tenga otras razones para ducharse con más frecuencia). Las duchas cortas (de tres o cuatro minutos de duración) centradas en las axilas y las ingles pueden ser suficientes.
Cuándo es mejor ducharse: por la noche o por la mañana
Los argumentos a favor de la ducha matutina tienen que ver con quitarse la suciedad… pero la que generamos nosotros mismos. Cuando dormimos, nuestro organismo se deshace de pequeñas partículas que se alojan en las sábanas pero también en la piel. Por esto, muchas personas y expertos establecen que es mejor hacer una ducha por la mañana.
Mientras que lo de ducharse más de una vez al día, no es algo que esté tan claro. A excepción de los días de verano de más de 35° C, en los que una ducha puede regular la temperatura del metabolismo, nunca conviene ducharnos dos veces al día. Y mucho menos lavarnos el pelo dos veces. Debes dejar pasar horas entre duchas.
Lo ideal es ducharse tan pronto uno acaba de hacer ejercicio. Lo ideal es entrenar en ayunas. Si no puedes hacerlo, dúchate tras ir al gimnasio o salir a correr. Si no entrenas pero estás expuesto a la suciedad en tu empleo, aconsejamos que te duches por la noche. Si no entrenas ni estás expuesto a la suciedad, simplemente hazlo cuando quieras.
Como vemos, y aunque no hay una respuesta unánime a esta pregunta, la mayoría de los expertos coinciden en que, para el grueso de la población, lo mejor es ducharse por la noche. Christopher Winter, de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño, promueve la ducha nocturna porque el enfriamiento rápido después de salir del baño tiende a ser un inductor natural del sueño.
