Los camareros lo hacen y todos picamos sin darnos cuenta: los trucos psicológicos para que dejemos más propina

Los camareros lo hacen y todos picamos sin darnos cuenta: los trucos psicológicos para que dejemos más propina

El trabajo de camarero representa mucho más que llevar platos de un lugar a otro; implica atención constante, memoria aguda, empatía y la capacidad de adaptarse a personas y situaciones muy distintas. Aunque cuentan con un sueldo fijo, la propina suele ser una parte fundamental de sus ingresos, pues reconocen el esfuerzo extra, la calidad del servicio y la dedicación con la que atienden a cada cliente. Funciona como un incentivo que recompensa un servicio cálido, eficiente y personalizado. Por ello, conocer los trucos que ayudan a que dejemos más propina se convierte en una herramienta esencial para mejorar el rendimiento laboral y elevar los ingresos diarios.

Cesar Bellido, profesional en administración de empresas y marketing, y Coach experto en temas de servicio, atención al público y excelencia en el trato a los clientes, explica que “la propina es una costumbre, no una obligación. Los clientes pueden decidir si dejarte o no propina”. Son una retribución voluntaria ofrecida por el cliente, que varía significativamente de un país a otro según las costumbres culturales, la legislación laboral y las expectativas sociales vinculadas al servicio. La forma en que se presenta el servicio puede influir notablemente en la cantidad final de la propina.

Los trucos para dejar más propina

El trato personal, la rapidez, la empatía y hasta pequeños detalles visuales o creativos impactan en la percepción del cliente. «Si actuamos de manera profesional y nos esforzamos nos vamos a acercar mucho a la posibilidad de recibir propina. El cliente va a sentir que tú te mereces una recompensa», asegura Bellido.

Por ello, el conocimiento de estas prácticas resulta fundamental para optimizar la experiencia y, en consecuencia, mejorar los ingresos del personal.  Estos elementos combinados fortalecen la relación con el comensal y aumentan la probabilidad de recibir una propina generosa al finalizar cada servicio del día.

Sonreír

La sonrisa es una de las herramientas más poderosas en el servicio. Genera confianza, cercanía y una sensación positiva que influye en la percepción del cliente desde el primer contacto.

Según la BBC, «Un experimento realizado en 1978 en un bar de cócteles de Seattle concluyó que el simple hecho de sonreír podría más que duplicar la propina. Para que esto funcione es necesario, por supuesto, que la sonrisa parezca sincera».

Agradecer con sinceridad

Un agradecimiento honesto al entregar el cambio o la cuenta refuerza la conexión emocional con el cliente, incentivando una propina más alta.

Usar camisetas o uniformes de color rojo

Diversas investigaciones han demostrado que el color rojo atrae la atención y proyecta energía. «Dos psicólogos franceses Nicolas Gueguen y Celine Jacob han llevado a cabo muchos estudios diferentes sobre las propinas. Concluyeron que, si las camareras llevan camisetas rojas, eso incentiva a los hombres a dejar más dinero, aunque no tenga ningún efecto sobre las clientas mujeres», asegura la BBC.

Mantener contacto visual

Los errores más comunes que cometen los camareros y que reducen las propinas

Así como existen trucos para aumentar las propinas, hay errores que las disminuyen notablemente. Entre los más frecuentes se encuentran:

Consejos y recomendaciones para aumentar la propina

Para mejorar la calidad del servicio y aumentar significativamente las propinas, los profesionales del sector recomiendan:

Mantener una postura profesional

El lenguaje corporal transmite mucho: caminar erguido, mantener calma y evitar gestos negativos mejora la percepción del cliente.

Escuchar activamente

Prestar atención al tono, las palabras y las necesidades del cliente es clave para un servicio impecable.

Ser amable, incluso en momentos de presión

Los restaurantes pueden ser caóticos, pero mantener la amabilidad hace una gran diferencia.

Mantener una presentación impecable

La higiene y el orden son fundamentales para proyectar profesionalidad.

 

Salir de la versión móvil