Las conversaciones que nunca deberías tener si quieres estar bien, según un experto en inteligencia emocional

Inteligencia emocional

Las conversaciones que nunca deberías tener si quieres estar bien, según un experto en inteligencia emocional

Las conversaciones son la base de las interacciones sociales en el cotidiano. En este sentido, existen una gran diversidad de temas, desde los triviales hasta los más profundos y reflexivos. Sin embargo, no todas las personas eligen hablar de lo mismo, y mucho menos quienes poseen un mayor nivel de inteligencia emocional. Se trata de personas que, lejos de centrarse en lo superficial, tienden a buscar intercambios que estimulen su pensamiento, les aporten nuevas perspectivas y fortalezcan sus vínculos. Por lo tanto, es habitual que eviten las conversaciones rutinarias con temas sobre el clima, el tráfico o los rumores banales, porque consideran que estas charlas no aportan valor ni enriquecimiento personal.

Por el contrario, prefieren generar conversaciones que despiertan la curiosidad, amplían horizontes e invitan a la reflexión. Es importante destacar que evitar ciertos temas no implica desinterés o arrogancia, sino una búsqueda consciente de experiencias comunicativas más profundas e interesantes. Para  los profesionales de la psicología social, la inteligencia emocional suele ir de la mano con la preferencia por conversaciones que generan aprendizajes y fortalecen la empatía. «Esto significa que las personas inteligentes tienden a evitar temáticas que solo llenan silencios, como quejas continuas sobre el tráfico, discusiones sobre el tiempo atmosférico o comentarios repetitivos acerca de la rutina diaria», según la Universidad Europea Miguel de Cervantes. A su vez, indican que los diálogos enriquecedores tienen efectos positivos en la autoestima y en la percepción de bienestar. Por esa razón, las personas que buscan potenciar su desarrollo intelectual prefieren evitar las charlas que resultan intrascendente para la mente y las emociones.

Las conversaciones de las personas con inteligencia emocional

Aquellos que  tienen mayor capacidad intelectual suelen mantener distancia de conversaciones que giran en torno a aspectos triviales y repetitivos. «Hablar una y otra vez del tiempo, del tráfico o de las dificultades cotidianas puede convertirse en un hábito desgastante que no conduce a nuevas ideas ni a aprendizajes», explican desde la Universidad Europea Miguel de Cervantes.

Además, indican que, si bien este tipo de temas puede servir para romper el hielo, cuando se convierten en la base de toda interacción, acaban empobreciendo la comunicación. Por eso, las personas inteligentes reconocen este riesgo y prefieren enfocarse en charlas más estimulantes.

Otro tipo de conversación que los más inteligentes tienden a evitar son las críticas constantes y los rumores. La razón se debe a que hablar de la vida de los demás sin fundamentos sólidos o con una carga negativa excesiva no solo genera un clima tóxico, sino que también desgasta las relaciones interpersonales.

Para el Espacio Europeo de Educación, este tipo de dinámicas refuerzan estereotipos y alimentan la desconfianza. «Las personas que valoran la calidad de los vínculos buscan mantener conversaciones que fomenten el respeto, la confianza mutua y el aprendizaje recíproco», mencionan.

¿Qué temas prefieren abordar quienes tienen inteligencia emocional?

Ante las temáticas triviales y negativas, las personas inteligentes suelen orientar sus charlas hacia cuestiones de interés común que aporten crecimiento. Así, suelen preferir hablar de ciencia, de avances culturales, de literatura, de historia o de experiencias personales significativas porque les resultan alternativas mucho más enriquecedoras.

También plantean preguntas que invitan al otro a reflexionar para evitar que el diálogo se convierta en un monólogo vacío. Según el portal educativo Educaixa, la conversación es una herramienta clave para desarrollar el pensamiento crítico en jóvenes y adultos, lo que confirma la importancia de elegir bien los temas que se comparten.

¿Por qué deberías dejar de lado las conversaciones triviales?

Hablamos de una conversación superficial sobre asuntos sin relevancia. Si bien este tipo de intercambio puede parecer una manera inofensiva de ocupar el tiempo, a la larga limita la conexión auténtica entre las personas y le resta espacio a la reflexión, el análisis profundo y las lecturas más sensibles de los temas.

En ese sentido, los diálogos que se reducen a frases hechas o comentarios rutinarios generan una falsa sensación de cercanía, aunque no permitan profundizar en quién es realmente el otro.

La consultora de gestión Gallup ha demostrado en un informe que, incluso en el ámbito laboral, los empleados valoran la comunicación que va más allá de lo puramente funcional.

«Los trabajadores que sienten que sus jefes se interesan también por su vida personal muestran mayores niveles de compromiso y satisfacción. Este hallazgo revela que las charlas que nacen de la curiosidad y de la escucha activa tienen un efecto positivo tanto en el trabajo como en la vida privada», aseguran.

¿Cuál es el poder de la curiosidad en la conversación?

La clave para generar vínculos más profundos radica en interesarse realmente por el interlocutor. Una manera de lograrlo es a través de la formulación de preguntas honestas y auténticas.

«Cuando se evita la charla trivial y se reconoce al otro como alguien con inteligencia emocional, la dinámica cambia: se establece una conexión más sólida y significativa», comentan miembros de Educaixa.

 

 

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