Esto es lo que tienes que responder si una persona te pregunta cómo estás: lo dice una psicóloga

Psicología

Esto es lo que tienes que responder si una persona te pregunta cómo estás: lo dice una psicóloga

Cuando alguien nos pregunta ¿cómo estás? o ¿cómo va la vida?, solemos contestar de manera superficial, a veces con frases neutras como tirando o incluso con respuestas cargadas de queja, sin darnos cuenta de que esas palabras no solo comunican nuestro estado anímico al otro, sino que también refuerzan una narrativa interna que condiciona nuestra percepción de la realidad. En este sentido, la psicóloga Silvia Severino, en un reciente vídeo difundido en redes sociales, invita a replantearnos la manera en que contestamos a esas preguntas cotidianas, proponiendo respuestas afirmativas y positivas que generen un efecto multiplicador en nuestras emociones y en quienes nos rodean.

Severino sostiene que frases como va todo maravilloso, magnífica o no podría ir mejor no son simples exageraciones, sino herramientas de reprogramación lingüística que ayudan a reforzar un enfoque optimista de la vida. Desde esta perspectiva, la manera en la que nos expresamos cuando alguien pregunta cómo estás no debería verse como un gesto trivial, sino como un vehículo de cambio que influye en nuestro bienestar, nuestras relaciones y hasta en la percepción social que proyectamos. Al hablar de lo bueno, lo alimentamos; y al multiplicar lo positivo, creamos un entorno en el que tanto nosotros como los demás podemos sentirnos más motivados y animados. Pero, ¿qué dice la ciencia sobre el poder del lenguaje y por qué es tan importante elegir bien las palabras cuando nos comunicamos?

Qué responder si una persona te pregunta cómo estás

El lenguaje como creador de realidades

El lenguaje no es solo un medio de comunicación, también es una herramienta que construye realidades. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el bienestar mental está profundamente relacionado con la forma en que interpretamos y expresamos nuestras experiencias en el cómo estás. El uso de expresiones positivas no solo transmite optimismo, sino que también puede reducir los niveles de estrés y aumentar la resiliencia emocional.

En otras palabras, cuando respondemos a un saludo de manera positiva, no estamos simplemente maquillando la verdad, sino reforzando una actitud que tiene efectos tangibles en nuestra salud mental.

La neurociencia ha demostrado que el cerebro responde de manera distinta a palabras negativas que a positivas. Las primeras activan regiones asociadas con la alerta y el miedo, mientras que las segundas generan sensaciones de calma y apertura. Por ello, cultivar un vocabulario positivo al saludar se convierte en una práctica diaria con efectos acumulativos a largo plazo.

Por qué hablar en positivo cuándo pregunta cómo estás

La propuesta de Severino coincide con lo que muchos psicólogos denominan efecto Pigmalión, es decir, la tendencia a que nuestras expectativas influyen en los resultados que obtenemos cuando nos preguntan cómo estás. Si respondemos con una queja, reforzamos la idea de que nuestra vida es difícil o insatisfactoria. En cambio, si contestamos con afirmaciones optimistas, nos predisponemos a vivir con más energía y motivación.

La Comisión Europea, en sus directrices sobre competencias sociales y emocionales, subraya la importancia del lenguaje constructivo en la educación y en la vida cotidiana. Al elegir palabras que reflejen lo positivo, al preguntarnos cómo estás no solo mejoramos nuestras relaciones interpersonales, sino que también contribuimos a un entorno más saludable y colaborativo. En este sentido, la manera en que saludamos puede convertirse en una herramienta de cambio social tan potente como el esfuerzo individual.

Ejemplos prácticos de respuestas positivas

No se trata de ocultar los problemas o de negar las dificultades reales que puedan surgir en el día a día, sino de elegir conscientemente un enfoque que dé más espacio a lo que nos nutre. Por ejemplo, en lugar de responder aquí vamos, con lo de siempre, se puede decir estoy avanzando cada día más. Si alguien pregunta por la salud, responder genial o cada vez mejor genera una energía diferente a la de un simple mal o regular.

Asimismo, estas respuestas no tienen por qué sonar forzadas. Al contrario, pueden convertirse en un recordatorio personal de que siempre hay algo positivo en marcha, aunque sea pequeño. Al repetirlas, nuestra mente empieza a fijarse más en las oportunidades que en las dificultades.

El impacto en las relaciones sociales en el cómo estás

El saludo es una de las primeras puertas hacia la interacción humana. Cuando lo acompañamos con palabras positivas, no solo mejoramos nuestro estado anímico, sino que también influimos en el de la otra persona. Un saludo optimista puede cambiar el rumbo de una conversación, abrir un espacio para la empatía y la complicidad, o simplemente dejar una sensación agradable en quien lo recibe.

Estudios sobre comunicación interpersonal, recogidos por la Comisión Europea, destacan que el lenguaje positivo incrementa la confianza y la cooperación en contextos sociales y laborales. Esto demuestra que lo que decimos al saludar no es un detalle menor, sino un elemento clave para construir vínculos más sólidos y satisfactorios.

 

 

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