Uno de los hábitos más comunes que realizan las personas mientras hablan por teléfono es andar de un lado para otro. Al tratarse de un comportamiento frecuente que practican miles de personas, es posible identificar cómo son y cuáles son sus rasgos más habituales. No siempre pasa pero es un hábito bastante común. La mayoría lo hace de modo automático, como si el movimiento corporal estuviera ligado al pensamiento y a la expresión verbal. Entre las acciones típicas están levantarse de su asiento, caminar por la habitación y dar vueltas en un pasillo. Diferentes instituciones académicas y científicas analizan que se trata de un comportamiento que no necesariamente responde a la incomodidad o al nerviosismo, sino que puede tener raíces cognitivas y emocionales.
Para algunas personas, andar de un lado para otros les ayuda a organizar las ideas, reducir la tensión e inclusive aumentar la concentración. Se trata de un fenómeno estudiado por psicólogos y especialistas en neurociencia, quienes aseguran que conecta el plano físico con el mental, en donde el cuerpo actúa como un aliado en los procesos de comunicación. Por lo tanto, andar mientras se habla por teléfono tiene consecuencias en la forma en que gestionamos la información. La Universidad de Granada, sobre la relación entre movimiento y memoria de trabajo, destaca que la actividad motora puede favorecer la retención de datos y la fluidez verbal en determinados contextos. «Es un hallazgo que permite explica por qué para muchos ejecutivos, docentes y estudiantes les resulta más sencillo expresarse con claridad cuando caminan mientras hablan por teléfono», comentan los especialistas.
Qué significa andar de un lado para otro mientras hablas por teléfono
Además, los expertos dan a conocer que la acción de desplazarse activas áreas cerebrales vinculadas con la planificación y la resolución de problemas, lo que facilita procesar pensamientos complejos. Sin embargo, destacan que no se trata únicamente de un recurso cognitivo, porque moverse también reduce la ansiedad, mejora la circulación y ayuda a descargar la energía acumulada.
Las raíces psicológicas de quienes caminan al hablar por teléfono
Los expertos de la Universidad de Granada indican que, en sociedades donde las llamadas telefónicas se asocian a menudo con situaciones de estrés como reuniones laborales, entrevistas o trámites administrativos, caminar es una herramienta natural para gestionar mejor esas interacciones.
Desde la psicología, andar al hablar se interpreta como una forma de autorregulación emocional. El Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP) menciona que el movimiento físico contribuye a liberar tensiones y a mejorar la autoconfianza en situaciones sociales.
«La persona que se desplaza no siempre está ansiosa, sino que utiliza el cuerpo como un canal de regulación. La acción de caminar, de dar vueltas o incluso de balancearse se asocia con la búsqueda de un estado interno de calma que permita mantener el hilo de la conversación», sostienen.
A su vez, el equipo de profesionales de IEPP comenta que el movimiento acompaña al pensamiento y en algunas personas se convierte en un ritual que ayuda a ordenar las ideas antes de expresarlas. Por tanto no es algo malo ni quiere decir que estemos estresados o nerviosos, es un hábito más que significa varias cosas.
¿Cuáles son los beneficios cognitivos de moverse al hablar?
Para los especialistas en neurociencia, el cerebro no trabaja de manera aislada, sino en estrecha conexión con el cuerpo. Desde la Universidad de Oxford investigan cómo el movimiento físico puede mejorar la flexibilidad cognitiva y la capacidad de generar soluciones creativas.
«En la acción de hablar por teléfono, en este caso andar se transforma en una especie de “ancla” que permite mantener la atención sin distraerse con estímulos externos», explican las autoridades. A su vez, entre los beneficios más destacados se encuentra una mayor claridad en la exposición de ideas, reducción del estrés y la ansiedad en llamadas importantes.
«Hay un incremento de la memoria de trabajo y la capacidad de improvisación, así como también un estado de alerta que evita la monotonía», indican. De este modo, el simple acto de moverse mientras se conversa adquiere un valor funcional en el rendimiento cognitivo.
¿Cuáles son las diferencias más comunes entre las personas cuando hablan por teléfono?
No todas las personas caminan al hablar por teléfono. Algunas permanecen sentadas y tranquilas, mientras que otras necesitan moverse constantemente. Por lo tanto, las diferencias pueden estar asociadas a la personalidad, el nivel de energía y la manera de gestionar la atención.
«Aquellos que aprenden y procesan mejor la información a través de la experiencia física, tienden a necesitar desplazamiento para sentirse cómodos durante la comunicación», afirman expertos de la Universidad de Oxford.
En cambio, las personas más reflexivas o visuales pueden preferir permanecer quietas, centrando su atención en imaginar lo que escuchan. Esto demuestra que no existe una única forma correcta de conversar por teléfono, sino que el cuerpo adopta la estrategia que mejor se adapta a las necesidades internas de cada uno.
¿Qué inconvenientes hay de andar mientras se habla por el móvil?
Si bien el hábito tiene múltiples ventajas, también puede generar incomodidad en algunos contextos. Por ejemplo, espacios como oficinas, momentos de reuniones o en entornos compartidos, la persona que camina de un lado para otro puede distraer a los demás.
Además, si la llamada se produce en un espacio público, el movimiento constante puede interpretarse como nerviosismo o falta de seguridad. Por ello, en determinados ambientes, es recomendable controlar el impulso de caminar o al menos hacerlo de forma discreta.
Otros hábitos de las personas que están hablando por teléfono son hacer otras cosas a la vez como comer, beber agua, escribir en el ordenador, mientras que otros se tocan el pelo o hasta se cortan las uñas si una conversación se alarga más de lo previsible.
Está claro que son hábitos que solemos hacer en casa o en un ambiente de confianza y no cuando tenemos una llamada dentro del ambiente laboral o dentro de un contexto de respeto, cuando entonces debemos permanecer sentados o bien levantarse para ir hacia otro lugar más íntimo si se trata de una llamada personal.