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A muchas personas les sucede cada noche sin pensarlo: están acurrucadas bajo las sábanas, pero tarde o temprano uno o ambos pies acaban fuera. Este gesto tan común no es una simple manía, sino una acción profundamente vinculada con el funcionamiento de nuestro cuerpo. La farmacéutica divulgadora @infarmarte lo explica en un video viral de TikTok que acumula millones de visualizaciones: sacar los pies fuera de la cama ayuda a regular la temperatura corporal y facilita la conciliación del sueño. Nuestro organismo necesita reducir ligeramente su temperatura interna para dormir bien, y los pies, por su fisiología, cumplen un papel clave en ese proceso.
El video detalla que los pies son una de las pocas zonas del cuerpo donde la sangre fluye cerca de la superficie y que están prácticamente desprovistos de vello, lo que facilita la disipación del calor. Cuando dejamos los pies fuera de las sábanas, estamos utilizando un mecanismo biológico natural para enfriarnos. Al bajar la temperatura corporal, el cuerpo recibe la señal de que es momento de descansar. Esto se conecta directamente con los ritmos circadianos, que regulan el sueño, y con el funcionamiento de la melatonina, la hormona encargada de inducir el descanso. Según la explicación de la farmacéutica, esta estrategia es particularmente útil en épocas de calor o cuando el ambiente es más cálido de lo ideal para dormir, que ronda entre los 18 y 21 grados. Así, lo que parece una simple costumbre tiene en realidad un fundamento fisiológico importante.
Es la razón por la que sacamos los pies por fuera de las sábanas
Un mecanismo termorregulador eficiente
Los pies funcionan como una especie de “radiador natural” del cuerpo. A través de ellos se puede liberar calor con rapidez gracias a una alta densidad de vasos sanguíneos y la presencia de arteriolas y vénulas que se dilatan o contraen según la necesidad de conservar o liberar temperatura.
Al dormir, el hipotálamo —el centro de control térmico del cuerpo— inicia un proceso de enfriamiento para facilitar el descanso profundo. Si la temperatura corporal no desciende lo suficiente, el sueño se vuelve más superficial, fragmentado o incluso se dificulta la conciliación del mismo.
Sacar los pies de las sábanas, entonces, ayuda a crear las condiciones ideales para dormir profundamente sin necesidad de recurrir a cambios bruscos como encender el aire acondicionado o abrir una ventana.
Los ritmos circadianos y la temperatura
Diversos estudios han demostrado que la temperatura corporal sigue un patrón cíclico a lo largo del día, alcanzando su punto más bajo durante la madrugada. Esta variación está directamente relacionada con los ritmos circadianos, un conjunto de procesos internos que, entre otras funciones, regulan el sueño.
La European Sleep Research Society señala que un descenso de apenas 1 °C en la temperatura corporal central puede bastar para inducir la somnolencia. Cuando cubrimos todo el cuerpo con mantas o edredones, especialmente durante los meses más templados, impedimos esa disminución necesaria. Dejar los pies expuestos, al ser una de las partes más eficientes para disipar el calor, permite que esta autorregulación se active sin alterar el resto del cuerpo.
Una técnica intuitiva con respaldo científico
Lo más curioso de este fenómeno es que muchas personas adoptan esta postura de forma inconsciente. Según la National Sleep Foundation, el cuerpo tiende a encontrar las condiciones ideales de descanso sin intervención consciente, y por eso los movimientos nocturnos como sacar un pie de las sábanas se repiten con frecuencia.
Esta práctica, además, se refuerza por la sensación de frescura que genera y por la mejora subjetiva en la calidad del sueño.
Consejos para mejorar el descanso
Aunque dejar un pie fuera de las sábanas puede ser suficiente para algunas personas, existen otras estrategias complementarias para optimizar el sueño desde el punto de vista térmico. Mantener una temperatura ambiente adecuada, elegir tejidos transpirables para la ropa de cama y evitar el ejercicio físico intenso justo antes de acostarse son medidas recomendadas por expertos del European Brain Council, entidad que estudia trastornos del sueño y salud cerebral.
También se aconseja evitar cenas muy pesadas y reducir el consumo de cafeína en la segunda mitad del día, ya que estos factores también pueden alterar los mecanismos de regulación térmica del cuerpo y dificultar el descanso.
Un hábito con base científica
Lejos de ser una simple manía o un gesto sin sentido, sacar los pies fuera de las sábanas es una herramienta biológica eficaz para inducir y mejorar el sueño. La ciencia respalda este comportamiento como un mecanismo termorregulador que ayuda al cuerpo a alcanzar la temperatura ideal para descansar profundamente.
Entender este tipo de hábitos cotidianos desde una perspectiva científica no solo despierta curiosidad, sino que también puede conducir a una mejor calidad de vida a través de pequeñas acciones conscientes. Así que la próxima vez que saques un pie fuera de la cama, recuerda: estás ayudando a tu cuerpo a dormir mejor.