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Es común observar a personas que, después de cerrar su coche, vuelven una o varias veces para verificar si efectivamente lo han hecho bien. Este comportamiento, que puede parecer una simple manía, tiene fundamentos psicológicos y está relacionado con factores como la ansiedad, la inseguridad, e incluso ciertos hábitos de control. Qué motiva a las personas a repetir esta acción y que cierre el coche muchas veces. A través de estudios y teorías psicológicas, publicadas en la Revista de Psicología Clínica y Psiquiatría, se ha identificado que esta acción puede ser una manifestación de mecanismos de defensa y comportamientos compulsivos en algunos individuos.
Comprender las razones detrás de este hábito puede ayudar a normalizarlo y a entender mejor el funcionamiento de nuestra mente cuando se trata de temas de control y seguridad. Uno de los factores clave que pueden llevar a una persona cierre el coche muchas veces es la necesidad de sentirse seguras y en control de su entorno. Cuando una persona siente incertidumbre o ansiedad, su mente busca maneras de controlar lo que sucede a su alrededor. El acto de asegurarse de que el coche está bien cerrado, por ejemplo, permite a la persona sentir que tiene el control sobre algo específico y tangible. Este comportamiento, aunque parece inofensivo, puede estar relacionado con la autoexigencia o el perfeccionismo, donde la persona no solo necesita asegurarse de determinadas acciones diarias, sino de haberlo hecho “perfectamente”. Esta búsqueda de control y seguridad es una respuesta común a situaciones de estrés o presión, y se ve amplificada en aquellos que buscan controlar hasta el más mínimo detalle en sus rutinas diarias.
Qué significa que una persona cierre el coche muchas veces
La ansiedad como disparador
La ansiedad juega un papel fundamental en este comportamiento. Cuando una persona experimenta altos niveles de ansiedad, su cerebro tiende a anticipar problemas o peligros, incluso cuando no existen realmente.
En este caso, cerrar el coche varias veces se convierte en un método para calmar la preocupación de que algo salga mal, como un posible robo o un fallo en la cerradura.
Los especialistas en psicología explican que esta práctica es, en muchos casos, una especie de ritual que ayuda a la persona a reducir la ansiedad. Sin embargo, en lugar de aliviarla por completo, puede acabar reforzando la idea de que algo malo podría pasar, estableciendo así un ciclo en el que la persona necesita realizar la misma acción repetidamente para sentirse tranquila.
Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
Aunque no todas las personas que repiten el acto de cerrar el coche tienen un trastorno, es importante mencionar que este tipo de comportamiento también es un síntoma común en personas con Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).
El TOC se caracteriza por pensamientos intrusivos y conductas repetitivas que la persona siente que debe realizar para evitar alguna consecuencia negativa.
En el caso de quienes tengan este trastorno, según estudios de la Universidad Europea, la acción de cerrar el coche varias veces no es una mera precaución, sino una compulsión impulsada por el miedo de que algo malo suceda si no lo hacen. Este comportamiento puede extenderse a otras áreas de la vida de la persona, manifestándose en revisiones constantes de cerraduras, electrodomésticos o luces, por ejemplo.
El poder del hábito y la repetición
En muchos casos, esta acción de cerrar el coche repetidamente puede simplemente tratarse de un hábito arraigado. La repetición de un acto, en este caso asegurarse de que el coche esté cerrado, refuerza la memoria de la acción y puede crear una asociación entre la repetición y la tranquilidad.
Las rutinas, especialmente cuando se repiten en situaciones de estrés o inseguridad, pueden convertirse en hábitos difíciles de romper. La mente aprende que revisando una o varias veces se obtiene una sensación de alivio momentáneo, y así se establece una costumbre que es difícil de abandonar.
Esta acción repetitiva no necesariamente representa un problema psicológico, sino un comportamiento adquirido a lo largo del tiempo.
¿Cómo reducir este comportamiento?
Para las personas que desean reducir esta acción repetitiva, existen métodos y estrategias que pueden ayudar. La terapia cognitivo-conductual (TCC), por ejemplo, se ha mostrado eficaz en el tratamiento de comportamientos compulsivos y ansiosos, ayudando a las personas a identificar y modificar los patrones de pensamiento que conducen a estas acciones repetitivas.
También se recomienda realizar ejercicios de relajación y técnicas de mindfulness para reducir la ansiedad en momentos de estrés.
Practicar el autocontrol y confiar en que el coche está cerrado después de una única revisión puede ser un reto, pero con práctica, es posible reducir la necesidad de verificarlo varias veces.
La acción de cerrar el coche repetidas veces es más que una simple “manía”; se trata de una conducta influenciada por el deseo de control, la ansiedad, y en algunos casos, hábitos profundamente arraigados.