Cuando cumplimos años, se llena de emoción el corazón. Vivir es acumular experiencias, lecciones y, claro, envejecer. Pero es crucial recordar que el envejecimiento no es sólo físico, sino que la mente también cambia, y a esta no se le puede inyectar botox.
A los 65 años es común que se olviden cosas con mayor frecuencia: eventos especiales, cumpleaños, no saber ni qué se estaba diciendo hace unos minutos, llamar a una persona por otro nombre o simplemente no saber qué palabra decir.
Y, claramente, no es cuestión de sentirse triste ni mal al respecto, sino de tomar acción. Si bien es tu caso, o conoces a alguien, hay una actividad que recomiendan los expertos a los mayores de 65 años y que es muy efectiva. No se trata de hacer crucigramas ni sopas de letras de los periódicos: es aprender a tocar un instrumento.
Esta es la actividad que deben hacer los mayores de 65 para mejorar la memoria
Según un estudio publicado en BMC Neurology en 2022, las personas que tocan un instrumento tienen un 36% menos de posibilidades de desarrollar demencia que aquellas que no lo hacen. Este resultado demuestra que la música no es sólo para disfrutarla o tener un hobby, sino que también es una herramienta potente para cuidar nuestro cerebro.
Tocar un instrumento mejora la memoria, la velocidad de procesamiento y la capacidad de pensar de forma más clara. La razón es que tocar música implica coordinar una serie de acciones: leer, escuchar, recordar y moverse. Todo esto pone a trabajar distintas áreas cerebrales, lo que mejora las funciones cognitivas. Es por eso que la música es, en realidad, un ejercicio para todo el cerebro.
Jonathan Burdette, neurorradiólogo de la Universidad Wake Forest, asegura que cuando tocamos un instrumento, se activan distintas partes del cerebro. Eso, a su vez, mejora la memoria, la atención y otras habilidades cognitivas.
En cuanto a los beneficios a largo plazo, un estudio del National Institute for Health and Care Research destaca que quienes siguen tocando un instrumento a medida que envejecen ven mejoras en la memoria a corto y largo plazo, así como en la resolución de problemas. Anne Corbett, investigadora del estudio, explica que «gracias a las pruebas cerebrales que tenemos, podemos observar cómo la música mejora específicamente las habilidades cognitivas, como la memoria».
Todo esto difiere de lo que se pensaba: que el cerebro de los adultos mayores ya no aprende cosas nuevas, sino que está condenado a olvidarlas. Se ha demostrado que el cerebro sigue siendo plástico, independientemente de la edad, y no importa cuándo se empiece, lo importante es dar el primer paso.
¿Por qué empezar a tocar un instrumento después de los 65?
Si bien los beneficios cognitivos son numerosos, y sólo por ello vale la pena empezar a practicarlo, la realidad es que aprender a tocar un instrumento también tiene un impacto muy positivo en el estado de ánimo.
A medida que envejecemos, es fácil sentirse desconectado o perder el interés por actividades nuevas. Pero la música permite que te enfrentes a un reto personal y, al mismo tiempo, disfrutes de los logros que vas alcanzando. No es una experiencia rápida porque necesita constancia y paciencia, pero sin duda es transformadora, tanto para quien la practica como para su entorno.