Ni cartas ni parchís: el pasatiempo recomendado para mayores de 60 años que estimula la memoria y la concentración

Esta actividad puede marcar la diferencia y convertirse en un aliado real para mantener la mente despierta y el ánimo en alto

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Hombres en casa.

A partir de los 60 años es muy normal que la concentración y la memoria vayan flaqueando. Y es que aunque uno quiera evitarlo, la edad es algo que viene con cambios que nadie puede evitar.

Pero dejar que se desgaste no es la solución. Un estudio basado en datos del Programa para la Evaluación Internacional de las Competencias de los Adultos (PIAAC), en Alemania, demostró que las habilidades cognitivas se deterioran con la edad, sobre todo si no se ejercitan. Sin embargo, quienes mantienen su mente activa pueden incluso mejorar en ciertas áreas.

Es justo ahí donde entra en juego un pasatiempo que, aunque suene clásico, funciona de verdad: el dominó.

Este es el pasatiempo que ayuda a frenar el deterioro mental

Uno de los mejores pasatiempos para mantener la agilidad mental después de los 60 años es el dominó. Este es un juego que exige pensar, recordar, anticiparse, adaptarse. Y todo eso pone a trabajar la memoria, la atención y la estrategia.

El dominó obliga a seguir el ritmo de la partida, a concentrarse en cada jugada, a recordar qué fichas salieron, cuáles podrían estar en manos de los otros. Exige pensar en lo que conviene jugar y lo que conviene guardar.

Este ejercicio constante estimula la memoria de trabajo y mejora la toma de decisiones. Además, mantiene activa la percepción visual y obliga al cerebro a mantenerse despierto.

Por otro lado, hay algo que no se puede pasar por alto, y es que el dominó se juega en compañía. No es sólo un juego de fichas, sino que es un espacio de encuentro. Cada partida se convierte en una excusa para hablar, reírse, compartir. Y eso, en personas mayores que a veces lidian con la soledad o el aislamiento, es tan valioso como el propio ejercicio mental.

Al final, lo que empieza como una partida termina siendo un punto de conexión entre personas que, en otras circunstancias, quizá nunca habrían coincidido. ¿Las conversaciones en esas mesas? De todo tipo: familia, juventud, el presente y, por qué no, esas anécdotas que antes sólo salían en las fiestas.

Otras actividades para mejorar la concentración después de los 60 años

Si bien este pasatiempo es muy beneficioso y clave a esa edad, no es una solución mágica ni lo único que se puede hacer. Hay otras formas de darle chispa al cerebro a partir de cierta edad.

Salir a caminar a buen ritmo, por ejemplo, es más que ejercicio físico. El movimiento activa la circulación, y eso repercute en el funcionamiento del cerebro.

También ayuda mucho leer con frecuencia, aprender algo nuevo (un idioma, una receta, incluso una aplicación de móvil), y mantener conversaciones donde haya que pensar, razonar, discutir ideas.

Al final, tener una vida social activa es más importante de lo que parece. Ir a una tertulia, a una partida de cartas, a una clase de yoga o simplemente sentarse a charlar, ayuda a que la mente no se oxide.

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