Más allá del ‘mindfulness’: el ejercicio de relajación que recomiendan los expertos a los mayores de 65 años

Practicar esta actividad de forma regular no sólo ayuda a reducir el estrés, sino que también mejora el estado de ánimo y la salud general

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Recreación de un hombre caminando en la montaña.

A los 65 años, hay que elegir bien en qué gastar la energía. Al final, entre las cuentas por pagar, las tareas que se acumulan, un atasco, una cancelación o lo que va quedando del día… hay cosas que estresan más de lo que a uno le gustaría. Y si bien estar en un estado zen todo el día es prácticamente imposible, sí hay ejercicios de relajación que pueden hacerse y que realmente ayudan.

Uno de ellos es muy accesible, no necesita membresías, pesas ni tampoco entrenador. Solo hace falta voluntad y una buena actitud.

Este es el ejercicio de relajación que recomiendan los expertos a partir de los 65 años

Según Cuidum, una empresa especializada en asistencia domiciliaria, incluir paseos diarios, aire libre y naturaleza en la rutina de las personas mayores ayuda a reducir el estrés. Para hacerlo basta con caminar un rato cada día por un parque, una zona verde o cualquier entorno donde se pueda respirar un poco de tranquilidad.

Según estudios publicados en la National Library of Medicine, estar en contacto con la naturaleza relaja el cuerpo, mejora la atención y ayuda a la mente a recuperarse del cansancio mental. Según esto, un paseo en silencio puede ser más reparador que una siesta.

Además, caminar al aire libre tiene efectos positivos sobre la salud cardiovascular, la calidad del sueño y el estado de ánimo. La exposición diaria a la luz natural, por ejemplo, ayuda a regular los ciclos de sueño-vigilia, algo que con los años cuesta más mantener estable. También mejora la producción de vitamina D, clave para los huesos, el sistema inmunitario y las defensas.

El resumen de investigaciones del Departamento de agricultura de Estados Unidos confirma que las personas que viven cerca de parques o zonas verdes experimentan menos angustia mental, son más activas físicamente y tienen una esperanza de vida mayor. También se ha observado que quienes hacen ejercicio en entornos naturales lo hacen durante más tiempo y con más intensidad que quienes lo hacen en gimnasios o espacios cerrados.

Otro dato curioso es que los beneficios aumentan cuando esos espacios verdes incluyen agua. Pasear cerca de un lago, un río o incluso una fuente puede multiplicar el efecto relajante. Por eso, este hábito tan simple está siendo cada vez más valorado por médicos y cuidadores.

Cómo empezar a salir a la naturaleza a los 65 años para relajarse

Cuando se trata de caminar en la naturaleza a los 65 años de edad para relajarse, lo más importante es encontrar lo que funcione y se adapte a cada estilo. Lo primero que se puede hacer es elegir un parque cercano, ponerse ropa cómoda, llevar agua y simplemente salir. Puede ser solo o en compañía. Caminar con un vecino, un familiar o el perro siempre ayuda a mantener la motivación.

Para convertirlo en rutina, lo mejor es elegir rutas accesibles y agradables. Si hay problemas de equilibrio, se pueden usar bastones. También es útil fijarse en los pequeños detalles: los árboles, el cielo, los sonidos. Esa conexión con el entorno actúa como un freno natural al estrés.

Y si apetece, se puede llevar un libro, organizar un picnic o simplemente sentarse en un banco a observar lo que ocurre alrededor. Lo importante no es la distancia recorrida, sino el descanso mental que se consigue.

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