Lo que tienes que hacer todos los días si quieres ser feliz: Harvard lo ha confirmado

Lo que tienes que hacer todos los días si quieres ser feliz: Harvard lo ha confirmado

El bienestar es una sensación y estado que se encuentra relacionado a una serie de aspectos como es el plano físico, psicológico, emocional, sensorial y anímico. En este sentido, una condición saludable, regular y equilibrada del organismo presenta un vínculo directo con la felicidad. De esta manera, hay mayores probabilidades de estar en momentos de calma, disfrute, armonía y felicidad. Hay una relación directa y causal entre los momentos de goce, serenidad y tranquilidad con signos positivos corporales en todos tus sistemas. Vamos a centrarnos en las características y detalles acerca de qué nos hace feliz.

La Fundación Española del Corazón destaca que la felicidad contribuye a disminuir factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión y los niveles de colesterol elevado. En este sentido, mencionan que las personas que llevan hábitos de vida más saludables como alimentarse equilibradamente, hacer ejercicio y dormir lo necesario presentan mejores condiciones en la prevención de enfermedades. A su vez, indican desde la Fundación Española del Corazón que el bienestar emocional facilita el mantenimiento y desarrollo de otros factores sociales que han demostrado ser cardioprotectores, como el apoyo familiar y social. Los expertos de la fundación advierten que cuidar la salud emocional es tan importante como cuidarnos físicamente. “Es clave combatir los altos niveles de estrés, que se dan con frecuencia en nuestra sociedad porque, así como el bienestar emocional protege de las enfermedades cardiovasculares, los estados emocionales negativos perjudican a la salud”, advierten. Al respecto, informan que la depresión puede incrementar hasta en un 64% las posibilidades de sufrir enfermedades cardiacas.

Qué hacer todos los días si quieres ser feliz

¿Cómo influyen las opciones en los estados de ánimo y la felicidad?

La Escuela de Medicina de Harvard establece que tener menos opciones puede favorecer tu felicidad. En este sentido, sugieren que cuantas más opciones tengas, más posibilidades tendrás de arrepentirte de la elección que hayas hecho. «Cuantas más opciones tengas, menor será el porcentaje de opciones que te parezcan «correctas»», afirman.

Los profesionales reconocen que un simple hecho como tomar decisiones puede resultarte agotador. Al respecto, recomiendan que, si deseas centrar tu atención en una actividad próxima o necesitas equilibrio emocional para afrontar situaciones personales difíciles, es mejor que00 limites la cantidad de decisiones que vas a tomar.

El psicólogo Barry Schwartz, de la Escuela Europea de Coaching, reflexiona sobre cómo la abundancia de opciones en vez de generarnos más satisfacción, nos la roba. «La sobreabundancia de opciones en vez de ayudarnos, nos paraliza y disminuye nuestra satisfacción vital. Cuantas más opciones tengamos, más dificultades tenemos», afirma.

El profesional propone reflexionar acerca de la parálisis por exceso de posibilidades, en donde se presentan más probabilidades de lamentarnos porque la decisión tomada no fue finalmente la mejor entre todas las opciones.

En este sentido, menciona que se pone en evidencia mayores posibilidades de pensar en las características que nuestra opción no tiene y que sí tenían el resto de propuestas que no se eligieron. A este momento lo define como el coste de oportunidad.

¿Qué papel juegan las expectativas de ser feliz?

El psicólogo recomienda reducir los niveles de expectativas al momento de elegir, seleccionar y definir una decisión, compra, cambio o transformación personal, laboral, familiar o académica.

Si te planteas elevadas expectativas iniciales, van a ser mayores las expectativas de satisfacción al final del proceso. Por lo tanto, si la situación no se concreta según la esperanza que tenías, te sentirás más insatisfecho con el resultado obtenido. Esto se ve acompañada de un momento de culpa por no haber podido elegir la mejor opción.

A su vez, se presentan dos perfiles de personas: el satisfactor y el maximizador. En el caso de los primeros, el psicólogo indica que es un tipo de persona que posee sus propios estándares de lo que es bueno para él y depende menos de lo que hagan los demás.

En cuanto a los maximizadores, explica que necesitan asegurarse que cada decisión es la mejor que podrían haber tomado. “Realizan una labor más exhaustiva de búsqueda y comparación hasta tomar su decisión. Después de ello, siguen pensando sobre la posibilidad de que haya existido una decisión mejor y no se muestran satisfechos con la opción elegida”, afirma el psicólogo Barry Schwartz.

¿Cómo trabajar el proceso de la felicidad?

Desde la Asociación Valenciana de Educación Emocional y Creatividad indican que uno de los enemigos más comunes de la felicidad es el estrés. «Puede afectar nuestra salud mental y física, dificultando nuestro bienestar y afectando nuestra capacidad para disfrutar de la vida», afirman.

A su vez, la insatisfacción personal es otro enemigo de la felicidad. Mencionan que las personas se obsesionan con alcanzar metas y objetivos que no son realistas y esto las puede llevar a una sensación constante de fracaso y decepción.

Además, sostienen que la comparación con los demás también puede ser una fuente de insatisfacción, generando ansiedad y baja autoestima.

Si nos paramos a saber qué nos debe hacer feliz, demos identificar el ejercicio de la toma de decisiones sobre una serie acotada de opciones para evitar el exceso de expectativas, la autoexigencia e insatisfacción.

 

 

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