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El puttering es un concepto que, aunque no siempre se asocia con una palabra específica, forma parte de la vida cotidiana de muchas personas. Es el arte de realizar pequeñas tareas sin presiones, sin apuros y con una actitud relajada. A menudo se refiere a actividades y hábitos que practicamos en casa: ordenar, limpiar, organizar, o incluso cocinar, pero siempre con una actitud de disfrute del proceso y sin la necesidad de obtener resultados inmediatos o perfectos.
Este tipo de comportamiento refleja un enfoque consciente hacia las actividades diarias, y está profundamente relacionado con la inteligencia emocional. Según El Prado Psicólogos «la inteligencia emocional es un conjunto de competencias que le permiten a la persona relacionarse mejor consigo mismo y con los otros, manejando de forma asertiva sus emociones». Aquellos que practican el puttering son conscientes de sus emociones y de cómo sus acciones afectan su estado de ánimo. No se trata solo de una actividad de ocio, sino también una forma de cuidar de uno mismo y mantener un equilibrio emocional. «El primer paso para desarrollar la inteligencia emocional es aprender a reconocer nuestras emociones y sentimientos», afirma el El Prado.
¿Qué es el hábito que tenemos que practicar en casa?
El puttering es un término que, en su forma más básica, se refiere a la realización de tareas cotidianas sin prisa ni estrés. Las personas que practican este hábito suelen disfrutar del proceso de hacer cosas simples, ya sea ordenando la casa, jardinería, preparando una comida, o incluso pequeñas reparaciones en el hogar.
Lo importante es que estas actividades no se realizan por obligación, sino como una forma de desconectar, relajarse y disfrutar del momento presente. Sandra Pawula, escritora y profesora de mindfulness, afirma que “el estar constantemente ocupado puede tener consecuencias graves, desde fatiga hasta agotamiento total o enfermedades inducidas por estrés”.
El puttering se puede ver como una respuesta a la cultura de la productividad extrema, que enfatiza hacer más en menos tiempo. Por el contrario, valora el proceso por encima del resultado y busca la conexión con uno mismo a través de las actividades diarias.
Las características del puttering
Sin prisa
El puttering no tiene un cronograma estricto. No se trata de hacer las cosas rápidamente, sino de disfrutar de cada paso del proceso.
Sin presión
No importa si la tarea o hábito se completa perfectamente o no. El objetivo es disfrutar del proceso, no alcanzar un objetivo específico.
Concentración en el ahora
Es una forma de mindfulness donde te concentras en la tarea que tienes en el presente, sin pensar en el pasado ni en el futuro. Simplemente estás viviendo el momento.
Diversidad de tareas
El puttering no está limitado a una sola actividad. Puede involucrar tareas domésticas, actividades al aire libre, hobbies o cualquier otra cosa que permita relajarse y estar presente.
Placer
Las tareas realizadas en el marco del puttering no deben ser complejas ni abrumadoras, sino que proporcionan satisfacción a través de su simplicidad.
Beneficios del puttering
Este hábito no solo es una forma de disfrutar de las pequeñas tareas cotidianas, sino que también tiene varios beneficios emocionales, psicológicos y físicos. Algunos de los más destacados son:
Reducción del estrés
Al centrarte en una tarea sin prisa y sin expectativas, reduce el estrés y la ansiedad. El ritmo relajado ayuda a que la mente se libere de las preocupaciones diarias.
Mejora del bienestar emocional
Al estar en el presente y disfrutar de las pequeñas tareas, las personas suelen experimentar un mayor sentido de satisfacción y paz interior.
Aumento de la creatividad
Al trabajar en actividades relajadas y sin presión, la mente puede vagar y generar nuevas ideas, lo que puede aumentar la creatividad.
Desarrollo de la autocompasión
Las personas que practican este hábito son más propensas a ser amables consigo mismas, lo que mejora la autocompasión y la autoestima.
Conexión con el entorno
Al estar en el presente, las personas pueden desarrollar una mayor conexión con su entorno, ya sea su hogar, su jardín o la naturaleza.
Consejos para practicar el puttering
Elige tareas simples
Comienza con tareas que disfrutes y que no te resulten abrumadoras, como ordenar tu escritorio o preparar una taza de té.
Hazlo sin apuros
No pongas un límite de tiempo para completar la tarea. Disfruta del proceso sin preocuparte por el resultado final.
Intenta incorporar el puttering en tu rutina diaria, incluso si solo tienes 10-15 minutos al día para hacerlo.
Acompaña con música o podcasts
Si te ayuda a relajarte, acompaña tus actividades con música suave o un podcast que te guste.
Hazlo en solitario
Aunque puede ser una actividad social, el puttering suele ser más efectivo cuando lo practicas solo, ya que te permite estar completamente presente.
No busques resultados perfectos
Recuerda que el objetivo es disfrutar del momento, no lograr la perfección en cada tarea.