La razón por la que a veces nos cuesta perdonar a alguien, según la psicología

La razón por la que a veces nos cuesta perdonar a alguien, según la psicología

El perdón es una de las experiencias emocionales más complejas para el ser humano. Si bien muchas culturas y filosofías promueven el acto de perdonar como una vía para la paz interior, en la práctica, no siempre es fácil dejar atrás el dolor causado por una ofensa. La dificultad para perdonar no solo afecta nuestras relaciones personales, sino que también puede influir en nuestra salud mental y bienestar general.

A menudo, se asume que perdonar es simplemente una decisión racional, pero en realidad, involucra un proceso emocional profundo. Cuando alguien nos hiere, nuestra mente y cuerpo reaccionan con respuestas de estrés, ira o tristeza. Según la Sociedad Chilena de Psicología Clínica, el perdón implica una reestructuración cognitiva que nos permite cambiar la percepción del daño sufrido y la persona que lo causó. Sin embargo, este proceso puede verse obstaculizado por múltiples factores psicológicos, sociales y biológicos. Entonces, ¿por qué nos cuesta tanto perdonar? No es un acto automático, sino un proceso emocional complejo. Cuando alguien nos hiere, experimentamos una gama de emociones negativas, como ira, resentimiento y dolor. Estas emociones pueden ser tan intensas que se convierten en una barrera para el perdón. Según un estudio de la Asociación Europea de Psicología Emocional, las personas con altos niveles de rencor tienden a experimentar mayores niveles de estrés y ansiedad, lo que dificulta la capacidad de soltar el pasado.

Por qué nos cuesta perdonar

El cerebro humano está programado para recordar eventos negativos con más intensidad que los positivos, un fenómeno conocido como «sesgo de negatividad», lo que hace que las ofensas sufridas sean más difíciles de olvidar.

Factores psicológicos que dificultan el perdón

Existen diversas razones psicológicas por las cuales algunas personas encuentran más difícil perdonar que otras. Entre ellas destacan:

Perdón y salud mental: ¿cuáles son sus beneficios?

Aunque el perdón puede ser difícil, diversos estudios han demostrado que tiene múltiples beneficios para la salud mental y física. Según la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, practicar el perdón reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y puede contribuir a disminuir la presión arterial y mejorar la calidad del sueño.

Además, la psicóloga Eva Vázquez, especializada en terapia del perdón, menciona que las personas que aprenden a perdonar presentan menores niveles de ansiedad y depresión. Liberarse del resentimiento permite enfocarse en el presente en lugar de quedarse atrapado en el pasado.

Diferencias entre perdonar y justificar

Uno de los conceptos erróneos más comunes sobre el perdón es la idea de que perdonar significa justificar o minimizar el daño causado. En realidad, el perdón no implica olvidar lo ocurrido ni aceptar comportamientos dañinos. Es un proceso interno que permite soltar el dolor sin necesariamente reconciliarse con la persona que nos hizo daño.

Algunas personas creen que, si perdonan, estarán dándole la razón al agresor o permitiendo que el daño se repita. Sin embargo, la investigadora Charlotte Witvliet, de la Universidad de Tilburg, explica que el perdón es un acto de liberación personal, no un beneficio para quien cometió la ofensa.

Cómo desarrollar la capacidad de perdonar

Esta acción no es fácil, pero existen estrategias que pueden facilitar este proceso:

Como vemos, esta acción es un proceso complejo que depende de múltiples factores emocionales, psicológicos y culturales. Aunque muchas veces se promueve como la clave para alcanzar la paz interior, lo cierto es que no siempre es fácil ni inmediato.

Sin embargo, aprender a gestionar el resentimiento y soltar el pasado puede contribuir a una mejor salud mental y bienestar emocional.

 

 

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