6 pasos que debes seguir para dejar de quejarte todo el rato, según los psicólogos

6 pasos que debes seguir para dejar de quejarte todo el rato, según los psicólogos

La queja constante puede convertirse en un hábito perjudicial que afecta nuestra calidad de vida. Cuando nos enfocamos en lo negativo, no solo drenamos nuestra energía, sino que también afectamos nuestras relaciones y nuestra salud mental. Puede también producir cambios en nuestra productividad, dañar nuestra autoconfianza, aumentar el estrés y generar un estancamiento personal. Asimismo, a nivel corporal, padecer problemas de sueño, dolor de cabeza y trastornos digestivos. Aprender a dejar de quejarte todo el rato es fundamental para cultivar una actitud más positiva. Adoptar una mentalidad optimista no solo mejora nuestra perspectiva, sino que también nos ayuda a enfrentar los desafíos de manera más constructiva.

El Centro de Atención Psicológica Área Humana explica que «la queja es un discurso interno (lo que nos decimos a nosotros mismos) o externo (lo que les contamos a otros), que se transmite con la intención de expresar, aliviar un malestar, dolor, sufrimiento o con la intención de criticar algo o a alguien». Las personas se quejan por diversas razones. Algunas lo hacen para liberar tensiones y expresar frustraciones; otras buscan captar la atención de los demás para recibir comprensión o ayuda. Hay quienes tienen la incapacidad para lidiar con los problemas y optan quejarse como un mecanismo de defensa. También hay quienes se encuentran rodeados de personas que se quejan constantemente y pueden adoptar este comportamiento algo normal. Entender estas razones puede ser el primer paso para enfrentarse y reducir las quejas en la vida diaria. En este artículo, exploraremos estrategias efectivas para dejar de quejarte todo el día, así como el impacto que esto puede tener en nuestro bienestar general.

Qué hacer para dejar de quejarte todo el rato

Rodéate de personas positivas

El entorno social influye significativamente en nuestra mentalidad. Rodearte de personas optimistas puede inspirarte a adoptar una actitud similar. Busca amigos y familiares que tiendan a enfocarse en lo positivo y que te animen a hacer lo mismo. Esto no solo mejorará tu perspectiva, sino que también te brindará un sistema de apoyo.

Cultivar y fomentar el agradecimiento

Una de las formas más efectivas de combatir la queja es practicar la gratitud. Dedica unos minutos cada día para reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecido.

Paola Graziano, Psicóloga, Psicoterapeuta y Directora de Psicología Estratégica, brinda algunos consejos para fomentar la gratitud: «piensa cada día en al menos tres cosas por las que estás agradecido y apúntalas: tener agua corriente, la sonrisa de mi hijo, tener buenos amigos.. puedes tener una libreta de agradecimientos, y apuntar 3 cosas cada día hasta llenar la libreta». Este ejercicio te ayudará a cambiar tu enfoque hacia lo positivo y a valorar más lo que tienes.

Establece un tiempo para quejarte

Si sientes que necesitas quejarte, establece un «tiempo de queja» específico. Durante este período, permite que tus sentimientos fluyan, pero una vez que haya pasado el tiempo, comprométete a dejar atrás esas quejas. Esto te ayuda a reconocer y validar tus emociones sin dejar que se apoderen de ti.

Dejar de quejarte: soluciona problemas

Cuando sientas la necesidad de quejarte, pregúntate: “¿Qué puedo hacer al respecto?” En lugar de quedarte atrapado en la queja, busca soluciones.

Este cambio de mentalidad te permitirá ver las dificultades como desafíos que puedes enfrentar, en lugar de obstáculos insuperables.

Practica la atención plena

La atención plena o mindfulness es una técnica que puede ayudarte a estar más presente y consciente de tus pensamientos y emociones.

Practicar la meditación o ejercicios de respiración puede reducir la tendencia a quejarte al ayudarte a manejar el estrés y la ansiedad. Cuando te sientas abrumado y estresado, ten un momento para respirar profundamente y centrarte en el momento presente.

La importancia de la autoconciencia

Además de las estrategias mencionadas, es fundamental cultivar la autoconciencia. Pregúntate si te quejas frecuentemente. Reconocer tus patrones de queja te permitirá hacer ajustes.

Llevar un registro de tus quejas durante una semana puede darte una idea clara de tus hábitos y motivaciones.

Qué más hacer para no quejarte tanto

Un cambio gradual

Dejar de quejarse no es un proceso instantáneo; requiere tiempo y esfuerzo. Es normal sentir la necesidad de expresar frustraciones, pero con el tiempo y la práctica, puedes transformar esta tendencia en una actitud más positiva.

Recuerda que cada pequeño paso cuenta. Celebrar tus logros, por pequeños que sean, te ayudará a mantenerte motivado.

Relativiza tus problemas

Según Mundopsicólogos, hay dejar de quejarse y dejar atrás tu faceta de ‘persona amargada’, que, según la psicología, es valorar la necesidad de la queja y aprender a relativizar las cosas que suceden.

Evidentemente nos podemos poner quisquillosos y quejarnos de todo lo que no funciona, pero quizás hay que darle menos importancia a las cosas negativas y no darle tantas vueltas.

Realmente nos daremos cuenta de que no hay situaciones límite ni tan importantes más allá de las enfermedades y otros problemas que no tienen solución.

 

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