6 frases que dicen todas las personas con menos educación, según la psicología

6 frases que dicen todas las personas con menos educación, según la psicología

La educación es un proceso fundamental para el desarrollo de las personas y la sociedad en general. No solo se refiere a la adquisición de conocimientos académicos, sino también a la formación de valores, actitudes y habilidades que nos permiten interactuar de manera efectiva con nuestro entorno. Las personas con un bajo nivel de educación o con menos educación suelen mostrar ciertas características como limitación en sus habilidades cognitivas, dificultades para comprender conceptos abstractos y, en muchos casos, un escaso acceso a información actualizada. Esto puede limitar su capacidad para tomar decisiones informadas en su vida cotidiana, afectando su bienestar personal y profesional.

La Escuela Democrática Zena explica que «a menudo se confunde con conceptos relacionados como el conocimiento y la escuela. La educación a veces ocurre en la escuela (y a veces no), y el conocimiento puede ser un signo de educación, pero tampoco lo es la educación en sí misma. La persona verdaderamente educada aprende constantemente sin supervisión ni recompensa externa». Es importante destacar que la educación va más allá de los estudios formales: ser educado implica también el desarrollo de habilidades sociales, como la empatía, el respeto y la cortesía, que son esenciales para una convivencia armónica. Aquellas personas con poco acceso a la educación a menudo tienen menos herramientas para entender y respetar las normas sociales, lo que puede llevar a malentendidos o conductas inapropiadas.

Frases que dicen todas las personas con menos educación

En el plano profesional, la escasa formación académica puede generar dificultades para acceder a empleos bien remunerados o avanzados. Así, la educación no solo mejora las oportunidades de empleo, sino que también fomenta la inclusión social y el bienestar general.

Es lo que hay

Es una de las que suelen pronunciar las personas sin educación. Esto, según cada contexto, demuestra una gran falta de empatía, con personas que pueden estar más preocupadas por una situación específica. No sería la mejor frase, pues hay otras maneras de decir las cosas.

No es mi problema

Las personas sin educación, además, suelen mirar por ellas mismas y les importa poco el sentimiento de los demás.

Esta frase denota grandes dosis de egoísmo. Ante un problema mayor o de alguna persona cercana, las personas sin educación suelen esbozar esta frase sin sentimiento ninguno.

Siempre tengo la razón

Es una frase también es repetitiva. Suelen decirla diversos tipos de personas, desde las que tienen mala educación, a las que no quieren aprender nada, a los egoístas, que tienen más vanidad y también los narcisistas.

No me importa

Es otra de las frases que suelen repetir quienes tienen menos educación. Con ello demuestran que tienen menos empatía de cara a los demás y que solo les interesa lo que a ellos les afecta.

Yo soy así

Otra frase que demuestra un gran narcicismo y egoísmo por parte de quienes la pronuncian, nuevamente les interesa poco los problemas que puedan tener las demás personas.

No tengo tiempo para estas cosas

Las personas con poca educación o que simplemente no la demuestran suelen volver a repetir que no tienen tiempo para los demás y que van a lo suyo.

Características de las personas con poca educación

Escasa aptitud para enfrentar desafíos complejos

Las personas con poca educación a menudo enfrentan dificultades al tratar de resolver problemas complejos o abstractos. Esto se debe a la falta de herramientas cognitivas y habilidades analíticas que la educación formal suele desarrollar.

A menudo, tienden a abordar los problemas de manera más simple y a veces menos efectiva, lo que puede generar frustración o fallos en la resolución de cuestiones que requieren pensamiento crítico.

Bajo nivel de alfabetización

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) define la alfabetización como «un medio de identificación, comprensión, interpretación, creación y comunicación en un mundo cada vez más digital, mediado por textos, rico en información y que de cambios rápidos. La alfabetización es un proceso continuo de aprendizaje y conocimiento de la lectura, la escritura y el uso de los números a lo largo de la vida, y forma parte de un conjunto más amplio de competencias, que incluyen las competencias digitales, la alfabetización mediática, la educación para el desarrollo sostenible y la ciudadanía mundial, así como las competencias específicas para el trabajo».

Uno de los rasgos más comunes de las personas con poca educación es el bajo nivel de alfabetización, no solo en el sentido de leer y escribir, sino también en la comprensión de textos complejos.

Esto afecta su capacidad para acceder a información actualizada, comprender instrucciones escritas o participar plenamente en el mundo laboral, donde la capacidad de leer y entender documentos es esencial.

Falta de acceso a información actualizada

Debido a la escasa educación formal, muchas personas no tienen acceso a fuentes de información fiables o actualizadas. Esto puede generar desinformación, creencias erróneas y dificultades para tomar decisiones informadas sobre salud, economía, tecnología y otros aspectos cruciales de la vida diaria.

Desventajas en el ámbito laboral

Las personas con poco nivel educativo suelen tener menos oportunidades de empleo, especialmente en trabajos bien remunerados o de mayor responsabilidad. Esto puede llevar a una vida laboral menos satisfactoria, con trabajos de baja remuneración, inestabilidad laboral y pocas perspectivas de crecimiento profesional.

La Revista Iberoamericana de Educación afirma que «es preciso empezar poniendo de relieve que, en relación con la preparación para el mundo del trabajo, existe una prioridad incuestionable, que es una educación básica de calidad, ya que una buena formación general o de base es en cierto sentido la mejor preparación profesional. Cuando no se garantiza la educación básica a toda la población, sale perjudicada no sólo la vida laboral sino también la capacidad de inserción en la vida social y, en definitiva, la vida democrática».

Menor capacidad de autogestión

La educación enseña habilidades de autogestión, como la planificación, el establecimiento de metas y la organización. Las personas con un bajo nivel educativo pueden tener dificultades para gestionar su tiempo, recursos y actividades de manera efectiva, lo que puede afectar tanto su vida personal como profesional.

Estigmatización social

En muchas sociedades, existe un estigma asociado a la falta de educación formal. Las personas con poca educación pueden ser percibidas como menos valiosas en el ámbito social, lo que genera prejuicios y discriminación. Esta estigmatización puede afectar su autoestima y sus oportunidades de participación en la sociedad.

 

 

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