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Las discusiones de pareja son situaciones habituales en cualquier relación. Esto se debe a que dos personas no siempre van a coincidir en opiniones, emociones o necesidades, lo que hace que el conflicto resulte inevitable. Sin embargo, no todas las formas de discusión producen el mismo impacto. En ocasiones, uno de los miembros recurre a la amenaza de ruptura como argumento y la situación adquiere una dimensión distinta. Es habitual que se utilicen expresiones como “si seguimos así, lo dejamos” o “mejor terminamos”. Hay momentos en donde dichas afirmaciones no comunican un deseo verdadero de finalizar la relación, sino que funcionan como un recurso de presión.
En esos momentos se genera un problema porque, por más que estas frases no sean del todo literales, dejan huella en la confianza y en la estabilidad emocional de ambos integrantes de la pareja. Según especialistas en psicología de las relaciones, utilizar la amenaza de ruptura suele estar vinculado a dificultades de comunicación y a la incapacidad de expresar necesidades de forma clara y constructiva. A su vez, indican que en ocasiones estas frases son un grito de auxilio que emplea la persona por la dificultad de no encontrar otra forma de transmitir que algo del vínculo no funciona bien. En otras circunstancias, también puede presentarse como un mecanismo manipulador, cuyo objetivo es infundir miedo al abandono para que la otra persona ceda y cambie su postura. El Colegio Oficial de Psicología de Madrid señala que una comunicación saludable debe basarse en la expresión respetuosa de emociones y necesidades, como así también evitar amenazas que tensionan y cuestionan la seguridad del vínculo.
Qué quiere decir que tu pareja amenace con romper contigo cuando discutís
Los tres motivos principales de las amenazas
Según la web Terapia Relacional Roots, se pueden identificar tres grandes motivos detrás de estas amenazas. El primero es la manipulación, que puede ser directa como imponer miedo al abandono para obtener concesiones, o más sutil cuando uno de los miembros se coloca en el papel de víctima para eludir responsabilidades.
«El segundo motivo es la inmadurez, relacionada con la falta de habilidades de comunicación o con heridas emocionales no resueltas, que llevan a responder con frases drásticas en lugar de dialogar», mencionan.
A su vez, existe un tercer motivo que es la cobardía. Se evidencia cuando alguien sabe que la relación no funciona, pero en vez de asumir la decisión de terminar, deja entrever la ruptura esperando que sea la otra persona quien tome la iniciativa.
¿Por qué la amenaza es un síntoma de inseguridad?
La inseguridad es uno de los motores principales de este tipo de comportamiento en una pareja. Cuando alguien siente que pierde el control de la situación, teme no ser escuchado o percibe que no tiene valor suficiente dentro del vínculo, puede recurrir a frases extremas.
El problema surge cuando esta estrategia se repite en varias discusiones. En lugar de acercar, genera un efecto contrario al aumentar la tensión, fomentar la desconfianza y transformar la relación en un terreno frágil donde predomina el temor a que el vínculo termine definitivamente.
En este sentido, el área de la Comisión Europea sobre salud mental resalta que es importante trabajar en la negociación y la comunicación no violenta para preservar vínculos afectivos estables. “Comprender qué hay detrás de estas palabras es esencial para detectar patrones dañinos y encontrar soluciones que no erosionen la relación”, explican los referentes.
¿Qué consecuencias emocionales produce en la pareja?
Las personas que escuchan de forma reiterada que la relación podría terminar padecen consecuencias psicológicas claras. La persona que recibe la amenaza empieza a sentir ansiedad, inseguridad y desconfianza, cambiando su actitud y cuidando cada palabra para evitar un posible abandono.
«Este ambiente afecta directamente la autoestima individual y debilita la sensación de seguridad dentro del vínculo. A largo plazo, puede deteriorar incluso la calidad de la intimidad y del proyecto compartido, ya que todo se ve atravesado por la incertidumbre», advierten miembros del Colegio de Psicólogos de Madrid.
¿Cómo afrontar las amenazas en una pareja?
Una de las estrategias para hacerle frente a los momentos de amenazas, tensión y conflicto es a través de la terapia de pareja. Se trata de una herramienta que puede aportar herramientas para mejorar la comunicación, identificar patrones tóxicos y aprender a expresar necesidades sin recurrir al chantaje emocional.
También es útil que cada miembro trabaje su propio desarrollo personal y su seguridad emocional, para no depender de estrategias destructivas. En ocasiones, las amenazas de ruptura no muestran un deseo genuino de terminar, sino que se presentan como un reflejo de inseguridad, de malestar no resuelto o de manipulación emocional.
Sin embargo, producen un desgaste emocional que genera daño, atenta contra la confianza y erosiona la seguridad de la relación de pareja. Es importante intentar afrontar este comportamiento desde la comunicación respetuosa, la búsqueda de soluciones conjuntas y, en caso necesario, el acompañamiento terapéutico.