Contenido
- 0.1 La razón por la que los jubilados prefieren vivir solos aunque sean mayores, según un estudio sociológico
- 0.2 Qué significa que una persona camine mientras mira al suelo, según la psicología
- 0.3 Ni sudokus ni ajedrez: el pasatiempo recomendado para que los mayores de 60 años mantengan la agilidad mental
- 1 Qué es el puttering y por qué se considera terapéutico
En tiempos de sobreestimulación y productividad constante, cada vez más personas buscan formas de aliviar el estrés sin recurrir a soluciones tecnológicas, terapias costosas o rutinas exigentes. Una de las tendencias emergentes en el ámbito del bienestar emocional es el puttering, una práctica tan simple como efectiva que muchas personas ya realizan sin saber que tiene nombre. Se trata de una actividad que no exige esfuerzo, planificación ni objetivos, y que, sin embargo, puede tener un gran impacto positivo en el estado de ánimo y la salud mental.
El término puttering proviene del inglés coloquial y se refiere a moverse sin rumbo fijo haciendo tareas pequeñas, generalmente domésticas, sin un propósito claro o una meta definida. Puede incluir cosas como reorganizar una estantería, regar las plantas, pasar un paño sobre una superficie sin necesidad, mover objetos de lugar o simplemente andar por casa revisando cosas sin un fin específico. A primera vista, parece una pérdida de tiempo, pero diversos estudios sugieren que tiene beneficios reales sobre el bienestar emocional y la reducción del estrés. De hecho, este término no implica limpiar profundamente ni ordenar de forma productiva. No es hacer tareas del hogar como parte de una lista de obligaciones, sino más bien moverse con tranquilidad por el entorno doméstico, realizando acciones pequeñas, sin urgencia ni expectativa. Es una forma de estar presente en el momento sin grandes demandas cognitivas ni físicas, lo cual facilita un estado mental más relajado.
Qué es el puttering y por qué se considera terapéutico
Según el National Health Service (NHS) del Reino Unido, las actividades simples y repetitivas pueden contribuir a reducir la ansiedad al permitir que el cerebro entre en un estado de reposo activo, similar al de la meditación.
Por tanto, estas acciones no requieren una concentración profunda ni generan presión de rendimiento, lo que ayuda a liberar tensión acumulada y aporta una sensación de control sobre el entorno.
En este sentido, tal actividad se sitúa cerca de prácticas como el mindfulness o la atención plena, ya que invita a estar en el presente sin juicio, simplemente haciendo algo con las manos mientras la mente se relaja y se hace en el presente, siendo conscientes de lo que hacemos. No se trata de perder el tiempo, sino de permitir que la mente descanse en una rutina sin exigencias.
Un ritual doméstico con poder emocional
Lo interesante del puttering es que no requiere tiempo extra, dinero ni espacio específico. Puede realizarse en cualquier momento del día, y muchas personas lo integran de manera natural en su rutina, especialmente quienes trabajan desde casa, personas mayores o quienes viven solas.
Se hace de manera pausada, conscientes, según tu libertad y tus ganas de llevar a cabo estas tareas. Además, también es una práctica frecuente en personas altamente sensibles o con necesidad de recuperar el equilibrio emocional después de una jornada intensa.
La European Federation of Psychologists’ Associations (EFPA) señala que el entorno doméstico tiene una gran influencia en el bienestar psicológico. Cuando interactuamos con nuestro espacio desde un lugar de calma, sin imposiciones, se genera una conexión emocional que puede reducir el estrés y aportar sensación de seguridad. El puttering permite precisamente eso: reconectar con el espacio íntimo desde la tranquilidad.
Además, es una forma de revalorizar el tiempo de ocio, alejándose de la presión por ser productivo. En una cultura que valora la eficiencia y el rendimiento, dedicar tiempo a actividades que no persiguen un resultado concreto puede ser un acto de rebeldía suave pero necesario para la salud mental.
Quiénes lo practican y por qué
Aunque no hay un perfil único de personas que practican este hábito que puede reducirte el estrés en cuestión de minutos, se ha observado que muchas mujeres lo integran de forma natural en su día a día, especialmente aquellas que se encargan del hogar o tienen jornadas laborales híbridas.
También es común en adultos mayores, quienes encuentran en estas tareas una forma de mantenerse activos sin agotarse, y en personas que atraviesan procesos de duelo o ansiedad leve.
Hay que tener en cuenta que la pandemia de la Covid-19, al estar todo el día en casa, también impulsó la expansión de esta práctica. El hecho de no poder salir hizo que muchas personas comenzaron a prestar más atención a su entorno y a realizar tareas pequeñas sin urgencia, redescubriendo el placer de lo cotidiano. Lo que comenzó como una forma de llenar el tiempo terminó convirtiéndose en una herramienta de autocuidado.
Era algo que prometía en aquel entonces y para un futuro, pero con el tiempo se ha perdido para entrar en una vorágine diaria de no tener tiempo y hacer todas las cosas de manera mucho más rápida y sin ser conscientes.
Puttering también se recomienda para quienes experimentan bloqueos creativos. Al liberar la mente de obligaciones y permitirle divagar suavemente mientras el cuerpo está en movimiento, se abre espacio para la creatividad y la resolución intuitiva de problemas. Muchas personas afirman encontrar inspiración o claridad en medio de estas tareas menores, como regar una planta o doblar ropa sin prisa a su manera y tiempo.
Beneficios psicológicos comprobados
Diversas investigaciones coinciden en que realizar actividades físicas ligeras, sin presión, ayuda a reducir los niveles de cortisol —la hormona del estrés— y a mejorar el estado de ánimo general.
La American Psychological Association (APA) ha resaltado que los rituales sencillos pueden tener un efecto reparador en el sistema nervioso, especialmente cuando se hacen de forma consciente y sin exigencia.
Por tanto, como vemos, el puttering no es solo un entretenimiento doméstico, sino una forma legítima de cuidar la salud emocional. Su valor radica en ofrecer un descanso real, sin pantallas ni sobrecarga informativa, y sin la necesidad de buscar resultados. Al ofrecer una pausa mental sin aislamiento total, puede ser especialmente útil en momentos de ansiedad, tristeza o agotamiento emocional.
Si te ves haciendo estas prácticas que realmente no cuestan nada, entonces puedes empezar a practicar desde hoy mismo y notar los efectos en la salud mental a medio plazo.