Contenido
- 0.1 El enigmático significado de que aparezcan lagartijas en tu casa
- 0.2 Adiós a las parejas de siempre: llega a España el ‘Toliamor’ y así funciona
- 0.3 Psicología del color: si tu color favorito es el rojo, entonces eres pasional por estos motivos
- 1 El síndrome FOMO en WhatsApp
- 2 Riesgos de la «prontomanía» en WhatsApp
- 3 Consejos para evitar contestar de inmediato en las redes sociales
- 4 Beneficios de la desconexión digital según los expertos
En la era digital, la inmediatez se ha convertido en una norma, especialmente en la comunicación a través de aplicaciones como WhatsApp. Sin embargo, esta constante conectividad y la presión por responder de inmediato a los mensajes pueden acarrear riesgos para la salud mental.
¿Qué hay detrás de esa necesidad de contestar al instante? Psicólogos y expertos advierten sobre las posibles consecuencias de esta conducta aparentemente inofensiva.
El síndrome FOMO en WhatsApp
El síndrome FOMO (Fear of Missing Out), o miedo a perderse algo, es un detonante importante de ansiedad social en la actualidad. Este fenómeno se manifiesta en la necesidad de estar constantemente conectado y actualizado en las redes sociales, generando una sensación de ansiedad o miedo a perderse algo importante.
Según el psiquiatra Manuel Cassinello, el efecto FOMO es uno de los grandes detonantes de ansiedad social que se puede experimentar hoy en día. La exposición constante en redes sociales y la necesidad de compartir cada experiencia pueden generar estrés y ansiedad, especialmente si no se obtienen las interacciones deseadas.
Además, un estudio de la Universidad de Granada ha demostrado que no somos adictos al teléfono móvil en sí, sino a la interacción social que este dispositivo facilita. La investigación midió la actividad electro-galvánica de la piel, un indicador de la actividad del sistema nervioso autónomo, al enviar mensajes a través de WhatsApp.
Los resultados mostraron que las personas con una mayor expectativa social experimentaban más tensión y ansiedad al no poder usar el teléfono móvil, lo que sugiere que la necesidad de interacción social es un factor clave en esta adicción.
Riesgos de la «prontomanía» en WhatsApp
La «prontomanía», o la necesidad de tener todo y gestionarlo de manera inmediata, impulsa a algunas personas a priorizar la respuesta instantánea a los mensajes de WhatsApp. Si bien esto puede interpretarse como una muestra de organización y eficacia, la ciencia sugiere que esta conducta puede estar relacionada con la ansiedad, el miedo y la necesidad de reconocimiento.
Afortunadamente, existen estrategias para mantener una relación más saludable con la tecnología y evitar los efectos negativos de la conectividad constante. La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) propone las siguientes claves para desconectarse de los dispositivos:
- Establece un tiempo diario sin internet: identifica momentos del día en los que puedas dejar de lado los dispositivos y reconectar con el mundo offline.
- Crea zonas libres de dispositivos en casa: designa espacios como el dormitorio o la cocina donde no se permitan las pantallas.
- Fija una hora para apagar las pantallas: establece un límite de tiempo para el uso de dispositivos, preferiblemente al menos 30 minutos antes de ir a la cama.
- Haz limpieza en el móvil: elimina las aplicaciones que no utilices o que te distraigan, y reduce las notificaciones de las que sí conserves.
- Apuesta por el ocio analógico: realiza actividades que no impliquen el uso de pantallas, como ejercicio físico, lectura o reuniones con amigos.
Beneficios de la desconexión digital según los expertos
Hacer un uso equilibrado de internet y los dispositivos tecnológicos, alternando el tiempo de conexión con momentos de desconexión digital, puede tener numerosos beneficios para nuestra salud y bienestar: reduce el sedentarismo, limita el aislamiento social, fomenta las habilidades sociales y de comunicación y disminuye las fuentes de estrés propias de la alta estimulación online.
La inmediatez en las respuestas de WhatsApp puede parecer una virtud, pero es crucial ser conscientes de los riesgos que conlleva. El síndrome FOMO, la adicción a la interacción social y la «prontomanía» pueden generar estrés, ansiedad y otros problemas de salud mental.