Contenido
- 0.1 Las personas muy inteligentes comparten este rasgo con Leonardo Da Vinci: lo dicen los expertos
- 0.2 La actividad extraescolar que mejora la inteligencia de los niños y no impulsan ni colegios ni padres en España
- 0.3 Un nuevo estudio científico lo confirma: olvidar nombres no es por la memoria, es por esta razón
- 1 Este es el sencillo ejercicio que ayuda a que los mayores de 60 años tengan la mente más ágil
- 2 ¿Qué le pasa a la mente a los 60 años de edad?
A medida que pasan los años, el cuerpo va mostrando señales. Aparecen arrugas, salen canas, la piel pierde firmeza, equilibrio y también masa muscular. Sin embargo, hay otra parte del envejecimiento que apenas se menciona: la que ocurre dentro. La mente también sufre el paso del tiempo. La agilidad mental ya no es la de antes, cuesta más concentrarse, se olvidan nombres o detalles que antes no se escapaban.
Lo curioso es que existe un ejercicio mental tan efectivo que sorprende que casi nadie lo practique. No necesita lápiz ni papel, ni una app, ni siquiera conexión a internet. Sólo hace falta atención.
Este es el sencillo ejercicio que ayuda a que los mayores de 60 años tengan la mente más ágil
El ejercicio mental que deberían practicar todos los mayores de 60 años para mantener la mente ágil es contar hacia atrás. Suena fácil, pero tiene truco: no se trata simplemente de recitar los números en orden inverso, sino de hacerlo restando de 7 en 7, o de 3 en 3. Por ejemplo, empezar desde 100 e ir bajando. Al principio parece sencillo, pero pronto exige concentración y cálculo. Justo ahí está su valor.
Este pequeño reto activa el cerebro a varios niveles. Obliga a concentrarse, a retener el número anterior, a calcular el siguiente paso. Cada número que se dice en voz alta implica un pequeño esfuerzo que, sumado, se convierte en un entrenamiento mental real.
Quien lo practica con frecuencia nota mejoras. Aumenta la concentración, se refuerza la memoria de trabajo (esa que usamos para recordar algo mientras lo estamos usando), y se reactiva la plasticidad cerebral. Esto último es clave, el cerebro sigue siendo moldeable, incluso con 60, 70 o más años. Pero necesita estímulo constante.
Contar hacia atrás también tiene un efecto curioso sobre el estado de ánimo. Al obligar a centrar la atención en una tarea concreta, puede calmar la mente, frenar pensamientos repetitivos y generar una sensación de control. Hay quien lo usa incluso para relajarse antes de dormir.
¿Qué le pasa a la mente a los 60 años de edad?
A partir de los 60, es habitual que el cerebro empiece a funcionar de forma diferente. No es que se pierdan capacidades de golpe, pero sí que ciertas funciones se vuelven más lentas. El procesamiento de la información, por ejemplo, ya no va a la misma velocidad.
La memoria también cambia. Se olvidan algunas cosas, se tiende a hacer más listas, a repetir preguntas. Lo normal. Pero cuando se combina con una vida poco estimulante o con falta de interacción social, los efectos se notan más.
Dejar de trabajar, perder rutinas, aislarse o caer en el sedentarismo no ayuda. La mente necesita desafíos diarios. Ya sea leer, hablar con otros, aprender algo nuevo, jugar, debatir, equivocarse, volver a intentarlo. Eso es lo que mantiene la chispa encendida.
Y dentro de todas esas opciones, contar hacia atrás es un gesto pequeño pero poderoso. Es accesible, no tiene coste, y puede marcar la diferencia. No hará milagros, pero sí puede ayudar a mantener el cerebro más despierto.