Contenido
- 0.1 Ni más deberes ni extraescolares: la costumbre que hace a los niños más inteligentes y no aplicamos en España
- 0.2 Hacer sudokus está bien, pero hay un pasatiempo mejor para que los mayores de 65 años ejerciten la mente
- 0.3 Ni tablet ni libros: el pasatiempo que hace a los niños más inteligentes y que todos los padres ignoran
- 1 Este es el pasatiempo para que los mayores de 60 años mantengan la mente despierta
- 2 ¿Cómo jugar este pasatiempo en casa?
A partir de los 60 años, la memoria ya no funciona como antes. Lo que antes se recordaba sin pensar ahora tarda más en llegar. Hay que detenerse, pensar, dar un par de vueltas… y, aun así, muchas veces, la palabra perfecta se queda colgada en la punta de la lengua. No es nada por lo que preocuparse, es parte natural del paso del tiempo. El problema aparece cuando uno no toma acción para ralentizarlo.
Quedarse pasivo, dejar que el cerebro se apague viendo en bucle las novedades de Netflix o de HBO, no ayuda. Lo que sí ayuda es mantenerlo en movimiento, y aquí es donde entran los pasatiempos. Pero no cualquiera, pues hay uno en particular que se convierte en una auténtica gimnasia mental.
Este es el pasatiempo para que los mayores de 60 años mantengan la mente despierta
La mejor opción es el Scrabble, ese tablero de letras con casillas de colores que ha pasado por generaciones sin perder fuerza. Jugar al Scrabble exige pensar, planificar, hacer memoria, contar puntos… y todo eso mientras se buscan palabras que sorprendan al contrincante. Es un juego que engancha y también es muy útil para las personas mayores.
Scrabble obliga a recordar vocabulario, ejercitar la agilidad mental y, además, practicar cálculo básico. Esa combinación estimula varias áreas del cerebro al mismo tiempo. Por otro lado, es una actividad que se disfruta en compañía, lo cual también es clave. La socialización protege la salud mental tanto como los ejercicios de memoria.
Además, el Scrabble no sólo refuerza lo que uno ya sabe, sino que también empuja a aprender nuevas palabras, ampliar el vocabulario y probar estrategias. Esa búsqueda constante mantiene viva la curiosidad, que es, en muchos sentidos, el motor más potente contra el envejecimiento cognitivo.
¿Cómo jugar este pasatiempo en casa?
El mecanismo es muy sencillo, pero tiene su truco. Se reparten siete fichas con letras al azar, y con ellas hay que formar palabras sobre un tablero. Cada letra tiene un valor, y el objetivo es colocar las palabras de forma estratégica, aprovechando las casillas especiales que multiplican los puntos.
El primer movimiento debe empezar desde el centro del tablero, y a partir de ahí, los jugadores van formando palabras nuevas conectándolas con las que ya hay. Gana quien acumule más puntos cuando se acaban las fichas o ya no es posible seguir jugando.
Hay normas claras: no valen las diagonales, todas las letras deben tocar alguna ya colocada, y si alguien pone en duda una palabra, puede retarla. Si la palabra no aparece en el diccionario oficial, se pierde el turno.
En cada turno hay un tiempo limitado, y el jugador debe elegir entre distintas opciones posibles, evaluando rápidamente cuál le dará más puntos o bloqueará al rival.
Lo interesante es que, mientras uno juega, está ejercitando más de lo que parece en un entorno relajado y divertido. Es raro encontrar un pasatiempo tan completo y tan accesible.