Contenido
- 0.1 Ni bailar ni ir al cine: la actividad socialrecomendada para que los mayores de 60 mantengan el cerebro activo
- 0.2 Ni gimnasia ni recreo: el ejercicio que potencia el pensamiento de los alumnos y los colegios españoles olvidan
- 0.3 Ni bailes ni teatro: los expertos en cuidado de mayores recomiendan esta actividad social para evitar la soledad
- 1 Este es el idioma que pueden aprender a los 65 años para activar el cerebro
- 2 Cómo aprender lenguaje de signos a los 65 años
A partir de cierta edad, el ser humano empieza a actuar de forma diferente a como lo hacía antes. Las decisiones no se toman tan rápido, la memoria de los mayores falla en momentos concretos y las palabras tardan más en salir. Ante esta realidad, lo más útil para mantener el cerebro activo no es hacer sudokus, ni jugar a las cartas. Curiosamente, lo que mejor funciona es aprender un idioma.
No hace falta preparar el TOEFL ni apuntarse a alemán, sino que se trata de algo más accesible, más útil y más transformador de lo que muchos imaginan.
Este es el idioma que pueden aprender a los 65 años para activar el cerebro
No es francés, inglés ni tampoco italiano, la clave está en nuestras manos: el lenguaje de signos. Este idioma visual no sólo facilita la comunicación con personas sordas; también activa partes del cerebro que otras lenguas no tocan. Mejora la comunicación no verbal, refuerza la memoria, estimula la percepción espacial y fortalece la empatía.
El lenguaje de signos, al ser completamente visual y corporal, obliga a utilizar rutas neurológicas diferentes a las del lenguaje oral. Por eso es tan potente como herramienta cognitiva.
Así lo confirma un estudio realizado por A. Delcenserie, donde se observó que incluso una exposición breve al lenguaje de signos mejora la memoria fonológica y la comprensión verbal, no sólo en niños sordos, sino también en oyentes.
Lo interesante de este hallazgo es que se observó una mejora clara en funciones mentales que suelen debilitarse con la edad: la memoria de trabajo, la atención sostenida y la rapidez para asociar conceptos, justo lo que se empieza a perder después de los 65 años.
Aprender lengua de signos no es sólo una decisión útil, sino que también es una forma de abrirse al mundo. Quien lo aprende descubre una comunidad entera con su propia cultura, su historia y su manera de ver la vida.
Cómo aprender lenguaje de signos a los 65 años
Aprender lenguaje de signos no es ni más difícil ni más lento por tener 65 años. La diferencia la marca la constancia y el interés. Hoy hay más recursos que nunca para empezar desde cero.
- Formación online: La Fundación CNSE ofrece cursos a través de Signocampus, con niveles adaptados a cualquier edad y experiencia previa. Se puede estudiar desde casa, sin horarios fijos.
- Centros presenciales: Universidades como la UNED o asociaciones como Sígname imparten cursos específicos de lengua de signos española (LSE), tanto presenciales como en modalidad online con clases en directo.
- Talleres y eventos: Participar en actividades organizadas por asociaciones de personas sordas permite practicar en contextos reales y aprender de manera natural.
- Redes sociales y recursos visuales: Seguir cuentas especializadas, ver vídeos prácticos o practicar el alfabeto dactilológico son formas eficaces de mantener el ritmo de aprendizaje.
El secreto está en practicar y no rendirse. Aprender lengua de signos no es sólo memorizar gestos. Es entrenar la atención, coordinar el cuerpo, conectar con el otro y mantener el cerebro en forma. Y eso, a los 65 años, es más valioso que nunca.