Contenido
- 0.1 Muchos hacen sudokus, pero hay un pasatiempo mejor para que los mayores de 65 se mantengan muy activos
- 0.2 Pocos padres lo saben, pero este hábito diario hace a los niños más inteligentes según un estudio psicológico
- 0.3 Ni crucigramas ni libros: el mejor pasatiempo para los mayores de 65 estén activos y con la mente despierta
- 1 Este es el mejor hobby que deberían probar las mujeres mayores de 60 si quieren mantener la mente despierta
- 2 ¿Cómo empezar con el punto de cruz?
Con el paso del tiempo, llegan varios cambios. Uno de los más comunes es la lentitud al recordar cosas o procesar información. No hay píldoras mágicas que lo frenen del todo, pero eso no significa que haya que rendirse.
La clave, muchas veces, está en lo simple: ajustar hábitos, y si pueden ser placenteros, mucho mejor. Se trata de encontrar un pasatiempo que enganche de verdad. Y hay uno que pocas mujeres tienen en mente, pero que a partir de los 60 años puede marcar una diferencia enorme.
Este es el mejor hobby que deberían probar las mujeres mayores de 60 si quieren mantener la mente despierta
El pasatiempo que deberían practicar todas las mujeres mayores de 60 es el punto de cruz. Es una herramienta, una forma de entrenar el cerebro mientras se crea algo con las manos. Funciona como un gimnasio mental: mejora la concentración, exige atención al detalle y mantiene activa la memoria. Todo eso, mientras se borda.
El punto de cruz obliga a seguir patrones, contar puntadas, mantener un orden. Eso estimula la mente, favorece el pensamiento lógico y entrena la memoria a corto plazo.
Además, tiene algo especial. A diferencia de otras actividades más digitales o solitarias, el punto de cruz permite desconectar sin aislarse. Hay grupos, talleres, y comunidades donde compartir diseños, trucos y avances. Y eso también cuenta, porque la socialización es vital para el bienestar mental.
Y luego está la parte emocional. Al bordar, el ritmo constante tiene un efecto similar al de la meditación. Ayuda a relajar el cuerpo, a bajar el nivel de ansiedad, e incluso a dormir mejor. Además, permite explorar la creatividad a través de colores y formas.
Por otro lado, aporta una satisfacción que no dan otros pasatiempos. Cada avance, cada diseño terminado, se convierte en un logro tangible. Y eso refuerza la autoestima, las ganas de seguir y la motivación para embarcarse en nuevos proyectos.
Por último, no hay que olvidar otro detalle muy importante: no importa la edad ni el nivel de habilidad. Cualquiera puede empezar con un kit básico, con diseños sencillos y materiales accesibles. La curva de aprendizaje es suave, y los resultados se ven rápido. Por eso es tan fácil engancharse para las mujeres mayores de 60.
¿Cómo empezar con el punto de cruz?
Lo ideal es comenzar con un set preparado. Suelen incluir una aguja sin punta, hilo mouliné, tela Aida (la más fácil para empezar) y un patrón impreso. No hay que inventar nada, sólo seguir las indicaciones. A medida que se gana confianza, se puede ir cambiando de diseños, mezclando colores o incluso creando esquemas propios.
No hace falta tener experiencia previa ni un pulso perfecto para empezar con esta actividad. Sólo paciencia, ganas de probar y algo de constancia. Lo demás viene solo.
Hoy hay de todo para quien quiera aprender: libros, vídeos, talleres. Pero lo más importante sigue siendo lo mismo de siempre, sentarse, respirar, y empezar a bordar. Al final, lo que cuenta no es sólo el resultado, sino todo lo que pasa por dentro mientras se avanza puntada a puntada.