Contenido
- 0.1 Pocos padres lo saben, pero este hábito diario hace a los niños más inteligentes según un estudio psicológico
- 0.2 Ni crucigramas ni libros: el mejor pasatiempo para los mayores de 65 estén activos y con la mente despierta
- 0.3 Olvida los videojuegos: el mejor pasatiempo que hace a los niños más inteligentes y mejora su motricidad
- 1 Este es el pasatiempo que ayuda a que los mayores de 65 sigan activos y despiertos
- 2 ¿Por qué es una buena idea coleccionar a los 65 años?
- 3 ¿Cómo empezar a coleccionar después de los 65?
A medida que pasan los años, la rutina ya no es salir de casa, hacer mil cosas y volver sólo a descansar. Da un giro. Ahora las tardes en casa son lo común, y las salidas suelen ser escasas. El ritmo cambia, y con él, las prioridades. Se busca tranquilidad, sí, pero también algo que despierte la mente.
Ante esto, el aburrimiento puede aparecer. No de forma brusca, sino silenciosa. Por eso es útil encontrar pasatiempos que mantengan la cabeza activa, que sumen algo más al día a día. Y hay uno, en concreto, que no sólo entretiene: arrastra siglos de historia.
Este es el pasatiempo que ayuda a que los mayores de 65 sigan activos y despiertos
Ese pasatiempo es la numismática. Este es el estudio y la colección de monedas, billetes, medallas y fichas. Algunas piezas son verdaderas joyas históricas; otras, aunque más recientes, tienen detalles que sorprenden. Esta actividad permite explorar culturas, símbolos, personajes y eventos sin salir del salón de casa.
Además, tiene una ventaja poco conocida: mejora la concentración y la memoria. Buscar información sobre una pieza, recordar fechas, clasificar según origen… todo suma. No es casual que muchos que empiezan en esta afición a partir de los 60 no la suelten.
También puede convertirse en una inversión. Algunas monedas ganan valor con los años. No hace falta tener una fortuna para empezar: basta con curiosidad, un poco de constancia y ganas de aprender.
¿Por qué es una buena idea coleccionar a los 65 años?
Con este pasatiempo se entrena la paciencia. Encontrar esa moneda concreta, comparar precios, buscarla en tiendas especializadas o mercadillos lleva su tiempo. Pero cuando aparece, la sensación de logro es enorme.
Ordenar, clasificar, conservar. Todo eso mejora la organización personal, algo que muchos subestiman. Y luego está la parte social. Hay encuentros, foros, ferias… lugares donde se habla el mismo idioma, se comparten anécdotas y se conocen personas con intereses parecidos. A veces, de una charla sobre monedas puede surgir una amistad que dura años.
Cada colección es distinta. Hay quien se centra en monedas de la infancia, otros en piezas del siglo XIX, o en billetes de países que ya no existen. Lo que cuenta es que cada colección dice algo del que la crea.
¿Cómo empezar a coleccionar después de los 65?
Primero hay que elegir el foco: monedas antiguas, billetes, medallas conmemorativas… Lo que despierte interés. No hay reglas.
Después, marcar un presupuesto. Se puede empezar con piezas sencillas y subir poco a poco. Lo importante es no lanzarse sin pensar. Informarse, preguntar, leer. Hay comunidades en línea con gente encantada de ayudar.
Y cuando ya se tiene un pequeño conjunto, toca cuidarlo. Guardar bien las piezas, protegerlas del sol y de la humedad, evitar golpes. Todo eso también forma parte de la afición.
Por último, disfrutar. Porque parte del placer está en la búsqueda, en ese momento inesperado en que una moneda aparece en el sitio menos pensado. Es ahí donde la numismática deja de ser un simple pasatiempo y pasa a formar parte del día a día, dando sentido a muchas tardes tranquilas.