Contenido
- 0.1 Las matemáticas están bien, pero hay una asignatura mejor que agudiza la mente de los niños y se ignora en España
- 0.2 Ni sudokus ni novelas: el mejor ejercicio mental para que los mayores de 60 años mejoren su esfera cognitiva
- 0.3 El ajedrez está bien, pero hay un juego mejor y más sencillo para que los mayores de 60 mantengan ágil el cerebro
- 1 Este es el mejor pasatiempo para que los mayores de 60 años se mantengan activos
- 2 ¿Cómo jugar al futbolín en casa?
Con los años, el cuerpo pierde agilidad. La coordinación ya no es la misma, las manos no responden con la misma rapidez, y a veces hasta cuesta abrir un frasco. Es el ciclo de la vida, pero quedarse quieto puede acelerar ese deterioro. La clave está en moverse, ejercitar cuerpo y mente, sin caer en actividades que agoten.
Para eso está un pasatiempo del que pocos hablan, pero que funciona. No se trata de sudokus, crucigramas ni ajedrez, sino de uno más dinámico, que engancha y se disfruta con los nietos.
Este es el mejor pasatiempo para que los mayores de 60 años se mantengan activos
El juego que deberían practicar los mayores de 60 para mantenerse activos y coordinados es el famoso futbolín. Este, más que un juego, es una herramienta para mantenerse activo sin el desgaste físico. Mientras se giran las barras y se intenta colar un gol, se ejercita la coordinación ojo-mano, se activan los reflejos y se mantiene la atención en cada movimiento. Y todo esto, sin necesidad de moverse del sitio.
Muchos lo asocian con bares o tardes de verano en campings. Pero el futbolín, cuando se mete en casa, se convierte en un punto de encuentro familiar. Abuelos contra nietos. Hijos contra padres. Risas, piques, goles que se gritan como en la tele. Y mientras tanto, sin que uno se dé cuenta, el cuerpo se activa.
No agota, no requiere habilidades especiales y no hay riesgo de caídas. Se juega de pie o sentado, al ritmo de cada uno, y lo mejor es que en pocos minutos, la concentración mejora. Hay que anticiparse, defender, atacar, girar la muñeca con precisión.
Por otro lado, el futbolín es un antídoto contra el aislamiento. Es fácil retomar contacto con amigos, con vecinos o con la propia familia a través de una partida. Y la verdad es que es la excusa perfecta, no hace falta convencer a nadie porque todos van a querer jugar.
¿Cómo jugar al futbolín en casa?
Una vez tienes el futbolín en casa, no hay que complicarse. Las reglas son simples y cualquiera las entiende en cinco minutos.
Hay dos equipos, un balón, y el objetivo es marcar goles moviendo a los jugadores sujetos en las barras. Se empieza lanzando una moneda; quien gana, saca. Desde ahí, lo que surge son movimientos rápidos, defensa firme, ataque sorpresa. Cada vez que se marca, el mismo equipo saca de nuevo desde el centro. Si se juega en parejas, la estrategia se vuelve más interesante.
No obstante, conviene practicar un poco antes de empezar la partida oficial. Hay que aprender a pasar la pelota entre muñecos, colocar bien la defensa, usar los bordes de la mesa para hacer rebotes sorpresa. Todo eso marca la diferencia entre jugar por jugar o jugar bien. Cuanto más se practica, más se nota la mejoría, y eso también sube la autoestima: tener el título de «mejor en futbolín de la familia» no se regala.
El futbolín, además, no ocupa mucho espacio. Los modelos plegables caben en cualquier rincón de casa.